El ciclo se celebra en el claustro gótico hasta el 28 de agosto, de martes a domingo, con acceso gratuito
El ciclo de comedia europea que organiza en agosto el Centre del Carme, vive su segunda semana con la proyección de seis películas que ofrecen un recorrido completo por la historia del séptimo arte y llevan a los espectadores de 1931 a 2009. El ciclo de cine de verano al aire libre celebra este año su cuarta edición bajo el título ¿De qué nos reímos en Europa?, con una cuidada selección de filmes de diferentes cinematografías europeas que, pese a su calidad, son difíciles de encontrar en las salas comerciales.
Organizado y producido por el Consorci de Museus, el ciclo es de acceso gratuito y sin inscripción previa hasta completar aforo. Las películas se proyectan cada noche, de martes a domingo, a las 22:00 horas, en el claustro gótico del Centre del Carme, en versión original con doble subtitulado en castellano y valenciano, y acompañadas de una presentación por parte del crítico de cine Daniel Gascó, responsable de la coordinación del ciclo.
Este martes, 9 de agosto, será la británica Comfort and Joy (La mafia de los helados’, 1984), de Bill Forsyth, retrato de un curioso conflicto social que tuvo lugar aquel mismo año en Glasgow: una auténtica guerra en el mundo del tráfico de drogas en la que las furgonetas se usaban como tapadera, que se saldó con varios asesinatos. Mark Knopfler firma la banda sonora del filme, y las letras de las canciones de su anterior álbum, Love over Gold, se incorporan como diálogos en una de las escenas. Bill Patterson realiza una soberbia interpretación en esta película, cuyo rodaje exigió muchos planos exteriores de día, difíciles de obtener en Glasgow.
El miércoles 10 de agosto, el Centre del Carme presenta Questa volta parliamo di uomini (Esta vez hablamos de hombres, 1965), segundo largometraje de Lina Wertmuller, con el que contestaba a la ópera prima de Ettore Scola, que se proyectó la primera semana de este mismo ciclo. Wertmuller presenta también una película de episodios en la que rompe todo diálogo posible con el film de Scola, urdiendo un universo donde el machismo campa a sus anchas y la mujer se ve feliz y satíricamente sometida. Gracias a su encarnación camaleónica de los diferentes y odiosos personajes, Nino Manfredi se hizo con el Nastro d’Argento al mejor actor.

Fotograma de «Marecku, podejte mi pero!».
El jueves, 11 de agosto, los espectadores podrán viajar hasta la antigua Checoslovaquia con Marecku, podejte mi pero! (Marecku, pásame el boligrafo, 1976) de Oldrich Lipský, que narra la historia de un grupo de veteranos de una fábrica que deben retomar sus estudios secundarios y finalizarlos si quieren obtener su ascenso. Un título mítico de la cinematografía checa sobre la modernización de las empresas, que fue adorado por la crítica y visto por más de dos millones de espectadores, pero que, sin embargo, nunca se estrenó en nuestro país.

Cold Souls (Almas frías). En la foto, el actor Paul Giamatti.
Cold Souls (Almas frías, 2009), de Sophie Barthes, podrá verse el viernes 12 de agosto. Se trata de una coproducción franco-estadounidense que presenta el viaje del personaje interpretado por Paul Giamatti en busca de sí mismo, y esa esencia humana tan devaluada en estos tiempos de antimateria. La cinta está inspirada en el libro Hombre moderno en busca de un alma, de Carl Gustav Jung, y cuenta con una gran influencia del surrealismo, el teatro del absurdo de Ionesco y Beckett, y el hastío existencial de Chejov.
La francesa Narco (2004), dirigida por Gilles Lellouche y Tristan Aurouet se proyectará el sábado 13 de agosto. La película hace constantes alusiones paródicas al cine palomitero americano, pero se enmarca dentro el clásico relato francés de antihéroes, donde Gus, el personaje que interpreta Guillaume Canet, se muestra demasiado sensible para encajar en el mundo. El contrapunto lo trae su gran amigo, Lenny Bar, interpretado magistralmente por Benoît Poelvoorde. Un gran plantel de actores, una banda sonora espectacular y un guion desternillante son algunos de los ingredientes de esta joya del cine galo, también inédita en nuestro país.
Veinte años después de que tuviera lugar el famoso robo del cuadro de Leonardo da Vinci, se estrenaba Der Raub der Mona Lisa (El robo de la Mona Lisa, 1931) dirigida por Géza von Bolváry. Picasso y Apollinaire fueron sospechosos del hurto en su día, y se dispararon las visitas al Louvre por los curiosos que acudían a contemplar el hueco. El guionista Walter Reisch, futuro autor de comedias como Ninotchka, añade una trama de intriga amorosa a la película y propone una reflexión sobre el arte representación y la realidad.
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