Inter­pre­ta­ción de

Del 30 de mayo al 2 de junioConquistadores transforma el escenario de la Sala Russafa en las aguas que surcan diversos personajes de la época imperial española.

Inter­pre­ta­ción de «Con­quis­ta­do­res». 

Hace fal­ta poco más de una hora para des­mi­ti­fi­car siglos de his­to­ria. Es lo que logra la come­dia Con­quis­ta­do­res, reco­no­ci­da con el Pre­mio del Públi­co al Espec­tácu­lo Reve­la­ción en 2022. Una cate­go­ría en la que fue can­di­da­ta a los Max de ese año, jun­to a la de mejor auto­ría reve­la­ción. Son algu­nos de los reco­no­ci­mien­tos de una pie­za que tam­bién reci­bió el Pre­mio del Públi­co al mejor espec­tácu­lo en el Fes­ti­val TOC, de El Puig de San­ta María.

Del 30 de mayo al 2 de junio regre­sa al tea­tro de Ruza­fa esta obra que la com­pa­ñía extre­me­ña Pro­yec­to Cul­tu­ra encar­gó a Che­ma Piza­rro, quien la fir­mó bajo el pseu­dó­ni­mo de J.P Caña­me­ro, uti­li­zan­do su segun­do ape­lli­do en home­na­je a su madre.
El res­pal­do de la crí­ti­ca y el cari­ño de los espec­ta­do­res ha acom­pa­ña­do a este espec­tácu­lo que des­de abril de 2021 reco­rre fes­ti­va­les y pro­gra­ma­cio­nes de tea­tros públi­cos y pri­va­dos de toda Espa­ña. Un país cuya his­to­ria revi­si­ta des­de el humor absur­do para invi­tar a refle­xio­nar al públi­co sobre la vera­ci­dad de los dis­cur­sos ‘ofi­cia­les’ que en el pasa­do y en el pre­sen­te con­fi­gu­ran el rela­to his­tó­ri­co.

El intér­pre­te y dra­ma­tur­go se sumer­gió en abun­dan­te docu­men­ta­ción, revi­san­do la corres­pon­den­cia y los dia­rios de quie­nes via­ja­ron real­men­te al otro lado del Atlán­ti­co. Un ejer­ci­cio que hizo des­apa­re­cer la páti­na de heroi­ci­dad, de acon­te­ci­mien­to tras­cen­den­tal, para des­cu­brir a seres huma­nos tra­tan­do de sobre­vi­vir y una tra­ma polí­ti­ca fas­ci­nan­te: “eran per­so­nas que ven­dían todo lo que tenían para com­prar­se un caba­llo, un escu­do o un arca­buz y subir­se a un bar­co, rum­bo a lo des­co­no­ci­do, a mon­tar una ‘fran­qui­cia’ del Rei­no de Espa­ña. Y al lle­gar se encon­tra­ban con socie­da­des con los mis­mos roles de opre­so­res y opri­mi­dos, no mucho más jus­tas que la que habían deja­do atrás”.

El autor sube tam­bién al esce­na­rio jun­to a Nun­qui Fer­nán­dez y Fran­cis J. Qui­rós para encar­nar a per­so­na­jes de la épo­ca impe­rial espa­ño­la, como Piza­rro, Cor­tés, Inés Suá­rez, Pedro de Val­di­via o Vas­co Núñez de Bal­boa. A bor­do de una bañe­ra vic­to­ria­na, arma­dos con varas y ata­via­dos con ropa­jes negros con­tem­po­rá­neos, revi­ven con un tono com­ple­ta­men­te ale­ja­do de la épi­ca epi­so­dios vivi­dos en Perú, Méji­co o Chi­le para ofre­cer una ima­gen huma­na, des­con­cer­tan­te, diver­ti­da y auto­crí­ti­ca del mito de la con­quis­ta.

Pedro Luis López Bellot diri­ge un mon­ta­je súper ágil, que uti­li­za un con­tras­ta­do dise­ño de luces y esca­sos ele­men­tos escé­ni­cos para dar pro­ta­go­nis­mo al tex­to y la ges­tua­li­dad en las inter­pre­ta­cio­nes de un elen­co en esta­do de gra­cia. Una ori­gi­nal pro­pues­ta escé­ni­ca para sub­ra­yar lo poco que ha cam­bia­do el mun­do, a pesar de que se des­cu­brie­ra uno ‘nue­vo’ en 1492.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia