La obra producida por La Dependent podrá verse el sábado 21 de octubre en la sala L’Horta y el domingo se representará la obra infantil «Tragón, el dragón»

El elen­co de «Cons­cièn­cia».

La Sala l’Horta recu­pe­ra una tem­po­ra­da más su ciclo de tea­tro para públi­co joven y adul­to con la pro­gra­ma­ción de la últi­ma pro­duc­ción de la com­pa­ñía valen­cia­na La Depen­dent. Así, el pró­xi­mo sába­do 21 de octu­bre, el cen­tro de Cas­­te­­llar-Oli­­ve­­ral aco­ge­rá el pre­es­treno de Cons­cièn­cia, obra gana­do­ra de la beca a la crea­ción de escri­tu­ra dra­má­ti­ca con­ce­di­da por el Ins­ti­tut Valen­cià de Cul­tu­ra en 2022. Ade­más, el pro­ce­so de crea­ción de esta pie­za se ha desa­rro­lla­do duran­te una resi­den­cia crea­ti­va de dos meses en la Sala L’Horta a tra­vés de su pro­gra­ma Plan­ters, ini­cia­do en 2021 para ayu­dar a com­pa­ñías, crea­do­ras y crea­do­res a cons­truir nue­vos espec­tácu­los.

El domin­go 22 de octu­bre será el turno  para que niños y niñas que, jun­to a  mamás y papás, dis­fru­ten de Tra­gón el dra­gón, un cuen­to de crea­ción pro­pia de la com­pa­ñía Ñas Tea­tro que sumer­gi­rá a los espec­ta­do­res en un mun­do de fan­ta­sía en el que, subi­dos al esce­na­rio, padres y madres, acom­pa­ña­dos de sus hijos e hijas, podrán jugar con per­so­na­jes cono­ci­dos por todos: la prin­ce­sa, el rey, la bru­ja, el bufon y, por supues­to, un Dra­gón.

Un viaje hacia el autoconocimiento

Afec­ta­da por una enfer­me­dad gra­ve, la abue­la Tere­sa deci­de des­apa­re­cer sin dejar ras­tro de su para­de­ro, dejan­do cla­ra su volun­tad de exi­lio volun­ta­rio y pro­vo­can­do así un giro de 180 gra­dos en la vida de su fami­lia. La bús­que­da de la abue­la y los per­so­na­jes con los que se cru­za­rán duran­te el camino se trans­for­ma­rá en un ines­pe­ra­do via­je de auto­co­no­ci­mien­to para todos sus seres que­ri­dos.

Estruc­tu­ra­da bajo el para­dig­ma del via­je del héroe en el que se embar­ca toda una fami­lia, la obra —inter­pre­ta­da por Mar­ta Chi­ner, Clau­di Ferrer, Yolan­da Muñoz, Car­la Pas­cual, Vicent Pas­tor y Pep Sellés— tra­ta de mos­trar el cam­bio en posi­ti­vo que se pro­du­ce en un gru­po de per­so­nas que vivía ins­ta­la­do en unos roles y un tipo de vida que has­ta aho­ra no se habían cues­tio­na­do.

Cons­cièn­cia es una obra de cor­te clá­si­co que sin embar­go intro­du­ce inno­va­cio­nes estruc­tu­ra­les en la narra­ción, como esce­nas que se super­po­nen, sal­tos tem­po­ra­les den­tro de una mis­ma esce­na y usos de otros len­gua­jes como el audio­vi­sual.

Las tera­pias y la espi­ri­tua­li­dad cen­tran la tra­ma de este espec­tácu­lo. Según Gem­ma Mira­lles, direc­to­ra y coau­to­ra de la obra, «la mayo­ría de los per­so­na­jes se acer­ca al mun­do espi­ri­tual des­de el abso­lu­to des­co­no­ci­mien­to, y el cho­que entre este y el mun­do al que están habi­tua­dos es lo que des­en­ca­de­na la come­dia. Bus­can­do a una fami­liar se encuen­tran hacien­do tera­pia, lo que pro­vo­ca risas en el públi­co; pero tam­bién des­pier­ta emo­ción y la refle­xión, ya que uno pue­de lle­gar a hacer des­cu­brir cosas intere­san­tes sobre sí mis­mo».

Mira­lles ha coes­cri­to el guion con Ire­ne Pérez, coach de lar­ga expe­rien­cia en varios tipos de tera­pias, lo que ha dado lugar a un pro­ce­so de crea­ción muy par­ti­cu­lar. “El hecho de coes­cri­bir la obra con Ire­ne ha sido un tra­ba­jo muy enri­que­ce­dor para las dos par­tes. Para dar for­ma a algu­nas esce­nas hacía­mos un jue­go de rol: ella se ponía en la piel de la tera­peu­ta y yo en el del res­to de los per­so­na­jes. De este modo, muchos de los diá­lo­gos los cons­trui­mos sin saber cual iba a ser la res­pues­ta o qué acción iba a pro­po­ner el otro per­so­na­je. Fue una expe­rien­cia úni­ca y muy diver­ti­da».

Así, el tex­to —escri­to en valen­ciano— con­tie­ne tan­to viven­cias per­so­na­les de ambas auto­ras como refe­ren­cias a auto­ras y auto­res como Jung, Jodo­rowsky, Lou­sie Hall o Ani­ta Moor­ja­ni.

«El mar­co de la obra es una con­fe­ren­cia que ofre­ce uno de los per­so­na­jes, una sexó­lo­ga y tera­peu­ta holís­ti­ca. A par­tir de aquí se bus­ca obte­ner un feed­back del públi­co, que se con­vier­te tam­bién en un espec­ta­dor de esta con­fe­ren­cia. Nos gus­ta­ría que el espec­tácu­lo tuvie­ra una segun­da vida a tra­vés de las redes socia­les, pro­lon­gan­do la con­ver­sa­ción alre­de­dor del tema de la cons­cien­cia», aña­de

»Nues­tra inten­ción no es hacer bur­la de las tera­pias, sino todo lo con­tra­rio. Bus­ca­mos mos­trar otro camino posi­ble para bus­car las res­pues­tas a las pre­gun­tas fun­da­men­ta­les de la vida, como pue­den ser quién soy yo, y qué hago aquí. Que­re­mos que el públi­co se lo pase muy bien y que ade­más sal­ga con­mo­vi­do, con la men­te más abier­ta, una son­ri­sa en los labios y ganas de hacer­se pre­gun­tas sobre sí mis­mo y sobre su pro­pia vida», fina­li­za Mira­lles.

Pau­la Por­ti­lla, en una esce­na de «Tra­gón, el dra­gón».

Los caprichos no te harán más feliz

Tere­sa, la prin­ce­sa de la boca de fre­sa, es una niña un poco tra­vie­sa y bas­tan­te capri­cho­sa. A pesar de que lo tie­ne todo en el rei­no en el que vive, un lugar pobla­do por per­so­na­jes de cuen­to, hay algo que ella desea más que nada en el mun­do: ¡Un dra­gón! Su deseo nos sumer­ge en un mun­do de fan­ta­sía invi­tán­do­nos a jugar con bru­jas, reyes, bufo­nes y, por supues­to, con un dra­gón. Esta es la pre­mi­sa de par­ti­da de Tra­gón el Dra­gón, una obra que ana­li­za los capri­chos des­de un pun­to de vis­ta sutil y diver­ti­do a tra­vés de un len­gua­je tea­tral sen­ci­llo que mez­cla la narra­ción oral, la inter­pre­ta­ción, la músi­ca, las can­cio­nes y el uso de silue­tas y som­bras.

La com­pa­ñía Ñas Tea­tro lan­za un men­sa­je tan­to para el públi­co infan­til como a sus acom­pa­ñan­tes adul­tos. «No por mucho pedir más vamos a ser más feli­ces ni a sen­tir­nos más lle­nos. Es algo com­pli­ca­do de enten­der para los más peque­ños, pero qui­zás sea un men­sa­je más diri­gi­do a las madres y los padres», apun­ta Pau­la Por­ti­lla, inte­gran­te de la com­pa­ñía jun­to a Mano­lo Carre­te­ro.

La pues­ta en esce­na de Tra­gón el Dra­gón uti­li­za can­cio­nes ori­gi­na­les y video pro­yec­cio­nes, así como mario­ne­tas y efec­tos sono­ros que apor­tan dina­mis­mo a la pie­za. El color, la luz, los movi­mien­tos y la músi­ca atra­pan a los peque­ños y los tras­la­dan hacia un mun­do ima­gi­na­rio lleno de sor­pre­sas.

El públi­co infan­til, acom­pa­ña­do del adul­to, podrá subir al mis­mo esce­na­rio a dis­fru­tar de esta obra el domin­go 22 de octu­bre a las 12:00 h.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia