El Patro­nat de Turis­me de Valèn­cia ha impul­sa­do, en cola­bo­ra­ción con el Ayun­ta­mien­to de Valen­cia, la Asso­cia­ció Pro­fes­sio­nal de Cui­ne­res i Cui­ners de la Comu­ni­tat Valen­cia­na (APCCV) y algu­nos de los prin­ci­pa­les pro­duc­to­res valen­cia­nos de cere­zas (Camp de Túria, Vall de la Galli­ne­ra, Pla­nes y Cau­diel), la Fes­ta de la Cire­ra i l’ Esmor­zar del Tros al Plat, en la Terra­za del Veles e Vents (pri­me­ra plan­ta) y fue todo un éxi­to.

Siguien­do la filo­so­fía Del Tros al Plat que rein­vin­di­ca el terri­to­rio valen­ciano a tra­vés de pro­duc­tos sin­gu­la­res y autóc­to­nos, se ins­ta­ló un mer­ca­do tra­di­cio­nal de la cere­za valen­cia­na, una de las fru­tas que mar­can el ini­cio del verano y que for­man par­te del pai­sa­je y tam­bién, tras su ela­bo­ra­ción, de la gas­tro­no­mía valen­cia­nos.

Esta sin­gu­lar cade­na de valor, que fina­li­za con una expe­rien­cia gas­tro­nó­mi­ca vin­cu­la­da a un pro­duc­to y a un terri­to­rio, cuen­ta con un ingre­dien­te espe­cial, el living valen­ciano, esto es, la mane­ra genui­na de acer­car­se a ese pro­duc­to.

El almuer­zo valen­ciano como expe­rien­cia de nues­tro living

En este caso, el Mer­cat de la Cire­ra que Valèn­cia Turis­me ins­ta­ló en el cora­zón de La Mari­na de Valèn­cia la posi­bi­li­dad de com­ple­tar la visi­ta con un almuer­zo, un esmor­za­ret típi­ca­men­te valen­ciano, en el que no fal­ta­ron el pan coci­do en horno de leña y los mejo­res com­pa­ñe­ros de boca­do, pimien­tos y cebo­llas en sal­mue­ra así como sala­zo­nes, cacaos y altra­mu­ces, ade­más de un mari­da­je autén­ti­co y autóc­tono: barra­lets de vino D.O. Valen­cia y cer­ve­za Arte­sa­na.

El mer­ca­do Del Tros al Plat con­tó con cin­co pun­tos de ven­ta de cere­za valen­cia­na, en los que se podía adqui­rir diver­sas varie­da­des de esta fru­ta, reco­no­ci­das en la mayo­ría de los casos como Mar­ca de Cali­dad de la Comu­ni­tat Valen­cia­na. Ade­más, el Patro­nat de Turis­me com­ple­tó la acción con un show­coo­king en direc­to, en torno a la cere­za y sus infi­ni­tas posi­bi­li­da­des culi­na­rias. Toda la par­te gas­tro­nó­mi­ca que­dó a car­go de los pro­fe­sio­na­les de la APCCV, que son los prin­ci­pa­les difu­so­res de nues­tro terri­to­rio a par­tir de nues­tra exce­len­te gas­tro­no­mía.

Fies­ta de la cere­za para 500 per­so­nas en La Mari­na

El cli­ma medi­te­rrá­neo mon­ta­ño­so con­di­cio­na y favo­re­ce este cul­ti­vo de secano, pro­du­ci­do en peque­ñas exten­sio­nes y cuya reco­lec­ción, fru­to a fru­to, resul­ta ser muy deli­ca­da y cui­da­do­sa.

Por otro lado, cabe des­ta­car sus extra­or­di­na­rias cua­li­da­des nutri­cio­na­les. Las cere­zas son ricas en sales mine­ra­les, hie­rro y pota­sio; son una fuen­te impor­tan­te de vita­mi­nas A, C, P y bio­fla­vo­noi­des, exce­len­tes anti­oxi­dan­tes.

El fru­to alcan­za su esta­do ópti­mo de madu­rez duran­te los meses de mayo y junio, épo­ca en que los visi­tan­tes pue­den adqui­rir las cere­zas en su esta­do más natu­ral, direc­ta­men­te des­de el árbol y sin per­der nin­gu­na de sus múl­ti­ples pro­pie­da­des.

Por ello, Valèn­cia Turis­me acer­ca este fru­to en su perio­do más ópti­mo y orga­ni­za una gran fies­ta de la cere­za en el cap-i-casal, ame­ni­za­da por la músi­ca de Seda­ví Jazz Club, en el Veles e Vents de La Mari­na, para más de 500 per­so­nas.

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