España será la gran damnificada económica de la crisis desatada por el Covid-19. Así lo ponen de manifiesto la revisión del crecimiento económico que acaba de hacer el Fondo Monetario Internacional que augura una caída del Producto Interior Bruto para nuestro país del 8%, un derrumbe solo superado por Italia al que el organismo monetario internacional prevé que experimentará un desplome del 9,1%.
De este modo, los dos países más afectados por la pandemia son a la vez las dos economías avanzadas más afectadas por la crisis que la está acompañando. Así, el FMI estima que la contracción de la economía a escala mundial será del 3%, mucho mayor entre los países desarrollados que experimentarán un descenso del 6,1%. En el caso de la zona euro, arrastrada por el peso de España e Italia, el retroceso del PIB podría alcanzar el 6,1%.
Y lo más preocupante es que este panorama dibujado por el FMI es el que se desprende de su visión más optimista de la crisis, suponiendo que la pandemia esté controlada en el segundo semestre del año y que las medidas adoptadas por los gobiernos para limitar su impacto económico y social den resultados, como admitía la Consejera Económica y Directora del Departamento de Estudios del Fondo Monetario Internacional, Gita Gopinath.
Si se dan esas premisas, la recuperación sería relativamente fuerte en 2021, cuando el FMI calcula que el crecimiento económico mundial podría situarse en el 5,8%, un 4,5% para los países avanzados, que en el caso de la zona euro llegaría a alcanzar el 4,7%. En el caso español , el repunte económico podría alcanzar el 4,3% el año próximo.
Una recuperación rápida que, sin embargo, no se trasladaría de forma automática al empleo. En el caso español, se estima que el aumento del paro podría a dejar niveles de desempleo de hasta el 20% durante este año.
En cualquier caso, todo sigue siendo una incógnita y si hay una palabra clave que marca los análisis del FMI en estos momentos esa es “incertidumbre”. Todo dependerá de cómo vaya evolucionando la pandemia y las repercusiones que ello tenga en la economía. Como señalaba Gita Gopinath: “es posible que la pandemia no retroceda en el segundo semestre de este año, lo que lleva a períodos de contención más largos, empeoramiento de las condiciones financieras y más averías en las cadenas de suministro mundiales. En tales casos, el PIB mundial caerá aún más en un 3% adicional en 2020; y si la crisis de salud se desploma en 2021, puede reducir el nivel del PIB mundial en un 8% adicional”.
La misma incertidumbre existe sobre la deuda pública y los déficits en estados como el español o el italiano, obligados a adoptar medidas de choque tanto sanitarias, como económicas. Para Gopinath todo dependerá de la evolución de los tipos de interés. “Ahora en la zona del euro, el apoyo sustancial proporcionado en este frente por el Banco Central Europeo está ayudando a mantener bajos los costos de los préstamos para muchos países, incluidos Italia y España. Mientras este sea el caso, una vez que haya una recuperación, deberíamos ver que en el futuro, estos niveles de deuda bajen. Ahora bien, existe una tremenda incertidumbre sobre esta crisis. Podría haber resultados mucho peores. Podría haber vulnerabilidades mucho mayores en todos los ámbitos, incluso en el sector bancario, y hay que estar vigilantes”.
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