El Museo de Cien­cias Natu­ra­les de Valen­cia ha estre­na­do un nue­vo espa­cio expo­si­ti­vo per­ma­nen­te, Cien­cia y Mitos, que se pue­de visi­tar de for­ma gra­tui­ta. El obje­ti­vo de la sec­ción es des­ve­lar la base cien­tí­fi­ca que se escon­de detrás de algu­nos de los mitos más popu­la­res.

Es el caso, por ejem­plo, del Cíclo­pe. En la anti­gua Gre­cia, en la pro­xi­mi­dad de Ate­nas, a lo que hoy cono­ce­mos como yaci­mien­to paleon­to­ló­gi­co de Piker­mi y en la isla de Sici­lia, los cam­pe­si­nos encon­tra­ban hue­sos enor­mes aso­cia­dos a crá­neos con un gran vacío en el cen­tro de la fren­te. Se pare­cían a los hue­sos huma­nos, pero de un tama­ño des­co­mu­nal. En reali­dad, hoy sabe­mos que estos crá­neos per­te­ne­cie­ron a los ele­fan­tes enanos que vivie­ron hace muchos millo­nes de años en las islas del Medi­te­rrá­neo. Hoy pen­sa­mos que estos crá­neos son el ori­gen del mito del Cíclo­pe de un solo ojo, Poli­fe­mo, que Home­ro inmor­ta­li­zó en la Odi­sea.

Tam­bién el famo­so uni­cor­nio, legen­da­rio caba­llo blan­co con un cuerno en la fren­te, dio lugar a leyen­das sobre la pode­ro­sa vir­tud de su cuerno para curar todo tipo de enfer­me­da­des y devol­ver la viri­li­dad. El fan­tás­ti­co ani­mal ins­pi­ró los artis­tas que lo ima­gi­na­ron y plas­ma­ron en obras de arte muy cono­ci­das. Por ese cuerno se paga­ron en la edad media y el rena­ci­mien­to for­tu­nas inmen­sas. Aho­ra sabe­mos que en reali­dad nun­ca exis­tie­ron los uni­cor­nios. El mis­te­rio se des­ve­ló cuan­do en el siglo XVII los via­je­ros lle­ga­ron al círcu­lo polar árti­co. El famo­so cuerno eran los col­mi­llos de nar­val que los via­je­ros vikin­gos ven­dían en Euro­pa a los nobles ricos.

“El nue­vo espa­cio nos hace evo­car las anti­guas leyen­das clá­si­cas y arro­ja luz sobre el ori­gen de alguno de los mitos más famo­sos con los que la huma­ni­dad inten­tó com­pren­der fenó­me­nos inex­pli­ca­bles que pue­blan el ima­gi­na­rio colec­ti­vo des­de tiem­po inme­mo­rial”, ha deta­lla­do la con­ce­jal de Cul­tu­ra, Glo­ria Tello.

Con esta ini­cia­ti­va se sigue la línea de pro­mo­ción y desa­rro­llo del Museo de Cien­cias Natu­ra­les. De hecho, se tra­ta del espa­cio museís­ti­cos que tuvo un mayor incre­men­to de visi­tan­tes el pasa­do año, superan­do las 61.200 per­so­nas, lo que un cre­ci­mien­to del 92’23% res­pec­to al ejer­ci­cio ante­rior.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia