Tres pro­pues­tas de cuar­to de baño aten­dien­do a dife­ren­tes gus­tos o esti­los de vida. Ener­gía, revi­ta­li­za­ción, rege­ne­ra­ción, relax, estos con­cep­tos que pro­mul­ga Grohe Spa que­dan plas­ma­dos en la arqui­tec­tu­ra del espa­cio don­de se inte­gran estas gri­fe­rías. Así lo ha expues­to Car­men Basel­ga taller de pro­yec­tos en su últi­mo show­room en Mallor­ca.

Son espa­cios crea­dos para cada mode­lo de gri­fo, espa­cios dise­ña­dos para el obje­to y no al con­tra­rio como sue­le hacer­se, es decir su fuen­te de ins­pi­ra­ción ha sido el pro­pio gri­fo. Cada uno de estos mode­los les ha hecho soñar con un lugar idí­li­co que han tra­ta­do de recrear dise­ñan­do una pues­ta en esce­na ad hoc.

Espa­cio Gran­de­ra: Evo­ca­dor, román­ti­co, de for­mas ama­bles, ins­pi­ra­do en la tra­di­ción, el pasa­do en el pre­sen­te con una tec­no­lo­gía de van­guar­dia.
Este espa­cio podría ser el esce­na­rio de alguno de los refi­na­dos per­so­na­jes de Oscar Wil­de, uno de los gran­des clá­si­cos moder­nos de la lite­ra­tu­ra occi­den­tal, esto se iden­ti­fi­ca per­fec­ta­men­te con el con­cep­to Gran­de­ra; o ser habi­ta­do por cual­quie­ra de las pro­ta­go­nis­tas feme­ni­nas de Il Pia­ce­re, obra cum­bre del escri­tor ita­liano Gabrie­le D’An­nun­zio. En este jue­go sines­té­si­co el espa­cio sue­na a Clau­de Debussy, o inclu­so, por qué no, a Cho­pin cuyo piano pare­ce reso­nar aquí como eco de aquel que tocó hace tan­tos años este com­po­si­tor cuan­do resi­dió en la isla de Mallor­ca.

Espa­cio Allu­re Bri­lliant: Pla­nos níti­dos, ángu­los rec­tos, deta­lles recor­ta­dos. Pre­ci­sión, inno­va­ción, fan­ta­sía geo­mé­tri­ca que nos sumer­ge en las ten­den­cias más van­guar­dis­tas. Sus for­mas estruc­tu­ra­das como la talla de las pie­dras pre­cio­sas, nos sumer­gen en la natu­ra­le­za en bus­ca de su esen­cia, refle­jan­do y mul­ti­pli­can­do el entorno vege­tal en el que el agua es la autén­ti­ca pro­ta­go­nis­ta. Soni­do de cas­ca­da, evo­ca­do por la ducha F‑Digital de Luxe, pro­fu­sión de ver­de; no hay lími­tes entre el inte­rior y el exte­rior, la casa for­ma par­te de la natu­ra­le­za o la natu­ra­le­za de la casa. Este ambien­te nos tras­la­da a las atmós­fe­ras lite­ra­rias de los Cuen­tos de los Mares del Sur de Robert Louis Ste­ven­son, con sus aro­mas de limas sal­va­jes y de vai­ni­lla, en per­fec­ta fusión con el sabor a sal y a sies­ta medi­te­rrá­neas.

Espa­cio Allu­re : Geo­me­trías bási­cas, puras, com­bi­na for­mas cilín­dri­cas y cua­dran­gu­la­res con un exce­len­te resul­ta­do de sobrie­dad y ele­gan­cia mini­ma­lis­ta.
Via­jar al inte­rior de un cua­dro es algo con lo que muchos hemos soña­do. Este espa­cio recrea un baño que bien podría per­te­ne­cer al inte­rior de la casa del cua­dro de David Hock­ney, A big­ger splash. Ese momen­to de zam­bu­lli­da en la pis­ci­na lo trans­for­man aquí en una ape­te­ci­ble e ínti­mo baño suge­ri­do por esta pues­ta en esce­na, que con­vier­te lo coti­diano en una expe­rien­cia úni­ca, don­de la tec­ni­fi­ca­ción se mues­tra como sopor­te del con­fort. Un espa­cio ele­gan­te y rotun­do, en blan­co y negro, como los con­tras­tes entre luces y som­bras tan pro­pios de esta tie­rra medi­te­rrá­nea.

Tres pro­pues­tas de cuar­to de baño aten­dien­do a dife­ren­tes gus­tos o esti­los de vida. Ener­gía, revi­ta­li­za­ción, rege­ne­ra­ción, relax, estos con­cep­tos que pro­mul­ga Grohe Spa que­dan plas­ma­dos en la arqui­tec­tu­ra del espa­cio don­de se inte­gran estas gri­fe­rías. Así lo ha expues­to Car­men Basel­ga taller de pro­yec­tos en su últi­mo show­room en Mallor­ca.

Son espa­cios crea­dos para cada mode­lo de gri­fo, espa­cios dise­ña­dos para el obje­to y no al con­tra­rio como sue­le hacer­se, es decir su fuen­te de ins­pi­ra­ción ha sido el pro­pio gri­fo. Cada uno de estos mode­los les ha hecho soñar con un lugar idí­li­co que han tra­ta­do de recrear dise­ñan­do una pues­ta en esce­na ad hoc.

Espa­cio Gran­de­ra: Evo­ca­dor, román­ti­co, de for­mas ama­bles, ins­pi­ra­do en la tra­di­ción, el pasa­do en el pre­sen­te con una tec­no­lo­gía de van­guar­dia.
Este espa­cio podría ser el esce­na­rio de alguno de los refi­na­dos per­so­na­jes de Oscar Wil­de, uno de los gran­des clá­si­cos moder­nos de la lite­ra­tu­ra occi­den­tal, esto se iden­ti­fi­ca per­fec­ta­men­te con el con­cep­to Gran­de­ra; o ser habi­ta­do por cual­quie­ra de las pro­ta­go­nis­tas feme­ni­nas de Il Pia­ce­re, obra cum­bre del escri­tor ita­liano Gabrie­le D’An­nun­zio. En este jue­go sines­té­si­co el espa­cio sue­na a Clau­de Debussy, o inclu­so, por qué no, a Cho­pin cuyo piano pare­ce reso­nar aquí como eco de aquel que tocó hace tan­tos años este com­po­si­tor cuan­do resi­dió en la isla de Mallor­ca.

Espa­cio Allu­re Bri­lliant: Pla­nos níti­dos, ángu­los rec­tos, deta­lles recor­ta­dos. Pre­ci­sión, inno­va­ción, fan­ta­sía geo­mé­tri­ca que nos sumer­ge en las ten­den­cias más van­guar­dis­tas. Sus for­mas estruc­tu­ra­das como la talla de las pie­dras pre­cio­sas, nos sumer­gen en la natu­ra­le­za en bus­ca de su esen­cia, refle­jan­do y mul­ti­pli­can­do el entorno vege­tal en el que el agua es la autén­ti­ca pro­ta­go­nis­ta. Soni­do de cas­ca­da, evo­ca­do por la ducha F‑Digital de Luxe, pro­fu­sión de ver­de; no hay lími­tes entre el inte­rior y el exte­rior, la casa for­ma par­te de la natu­ra­le­za o la natu­ra­le­za de la casa. Este ambien­te nos tras­la­da a las atmós­fe­ras lite­ra­rias de los Cuen­tos de los Mares del Sur de Robert Louis Ste­ven­son, con sus aro­mas de limas sal­va­jes y de vai­ni­lla, en per­fec­ta fusión con el sabor a sal y a sies­ta medi­te­rrá­neas.

Espa­cio Allu­re : Geo­me­trías bási­cas, puras, com­bi­na for­mas cilín­dri­cas y cua­dran­gu­la­res con un exce­len­te resul­ta­do de sobrie­dad y ele­gan­cia mini­ma­lis­ta.
Via­jar al inte­rior de un cua­dro es algo con lo que muchos hemos soña­do. Este espa­cio recrea un baño que bien podría per­te­ne­cer al inte­rior de la casa del cua­dro de David Hock­ney, A big­ger splash. Ese momen­to de zam­bu­lli­da en la pis­ci­na lo trans­for­man aquí en una ape­te­ci­ble e ínti­mo baño suge­ri­do por esta pues­ta en esce­na, que con­vier­te lo coti­diano en una expe­rien­cia úni­ca, don­de la tec­ni­fi­ca­ción se mues­tra como sopor­te del con­fort. Un espa­cio ele­gan­te y rotun­do, en blan­co y negro, como los con­tras­tes entre luces y som­bras tan pro­pios de esta tie­rra medi­te­rrá­nea.