Los beneficios del Kéfir

Eli­sa Esco­rihue­la Nava­rro. Nutri­cio­nis­ta y Far­ma­céu­ti­ca

Kéfir case­ro.

Todo el mun­do cono­ce el yogur con­ven­cio­nal, en sus múl­ti­ples varian­tes y las pro­pie­da­des salu­da­bles que posee, pero hoy en día cada vez es más fre­cuen­te encon­trar, inclu­so en los super­mer­ca­dos habi­tua­les un mara­vi­llo­so pro­duc­to que nos ayu­da a cui­dar de nues­tra salud intes­ti­nal: El Kéfir

El kéfir es un deri­va­do lác­teo, con una tex­tu­ra más líqui­da que el yogur que se obtie­ne por una doble fer­men­ta­ción:

  • áci­­do-lác­­ti­­ca (por par­te de las bac­te­rias)
  • y alcohó­li­ca (por par­te de las leva­du­ras)

La leche se fer­men­ta gra­cias a los tíbi­cos (o grá­nu­los de kéfir), que son unos grá­nu­los blan­que­ci­nos, de tex­tu­ra gela­ti­no­sa y con un aspec­to que nos pue­de recor­dar a la coli­flor.

Noti­cia com­ple­ta en la web del Alma­na­que Gas­tro­nó­mi­co

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