El ‘trovador argentino’ presenta la actualización de una de las referencias de la historia del pop rock en castellano

El «trovador del rock argentino», Fito Páez, se suma al cartel de los Conciertos de Viveros con un bolo que se celebrará el martes 4 de julio (22 h.). Su visita coincide con una gira en la que conmemora el XXX aniversario de la publicación del disco El amor después del amor, el más vendido de la historia de su país. Las entradas (38,5 euros) están a la venta en la web del evento.
Con motivo de la efemeride, Páez ha revisitado ese trabajo y le ha dado bríos nuevos, en una versión conocida como EADDA9223, un acrónimo formado con la iniciales del título original, la fecha de publicación y de su aniversario. En este viaje se ha rodeado de artistas de la talla de Antonio Carmona, Elvis Costello, Andrés Calamaro, Leiva, Estrella Morente, o Nathy Peluso por citar solo algunos.
«Para mí, no es sólo un álbum —ha declarado—. Fue toda una odisea musical alucinante, permanentemente sorpresiva. Había que vejar el material original. Ese fue el primer concepto, en el sentido de no tenerle miedo, poder arrasarlo, darle la vuelta. Había que probar de alguna forma que no hay discos sacros, intocables, que no se pueden volver a grabar. ¡Sí, se puede! Y es un ejercicio musical maravilloso. Creo que es lo mejor que hice, en el sentido de que me di todas las libertades».
El ganador de varios Grammy Latino —incluidos los del año pasado a mejor canción de rock, mejor canción de pop/rock y mejor álbum pop/rock—, se suma a un cartel ecléctico y para todos los gustos de un ciclo —Concerts de Vivers / Fira de Valencia— en el estarán presentes artistas del panorama nacional e internacional de la talla Tini, The Waterboys, Los enemigos, Guitarrica Delafuente, LP, Jacob Collier, Miguel Poveda, M Clan, Alborosie, Lola Índigo, Rozalén, Mónica Naranjo, La La Love You, Los Secretos y muchos más. El calendario de actuaciones comenzó el 1 de julio y se prolongará hasta el domingo 23 de julio.
Aunque conocido y respetado en España, es innegable que el genio de Rosario no goza en nuestro país del estatus que sí tiene en el suyo, donde —por su influencia musical— solo tiene por delante a Carlos Gardel y Charly García).
Mientras que aquí se dio a conocer por la importancia que han tenido en la escena musical algunos de sus discípulos (Andrés Calamaro, Ariel Rot, Andy Chango…) o por su malograda alianza temporal con Joaquín Sabina (afortunadamente, la amistad sobrevivió), allí es toda una institución. Cuarenta años sobre los escenarios y 28 álbumes de estudio son los pilares de su fama.
Rodolfo ‘Fito’ Páez nació en 1963 en Rosario y, desde pequeño, demostró un talento innato para la música —empezó a tocar el piano con 8 años— y un carácter que le hace único: fue expulsado del instituto donde estudiaba música por un escaso interés en leer partituras que compensaba con una capacidad innata para tocar de oído. Sus primeros pasos profesionales llegan en los años 80 cuando con su primer disco Del 63 (1984) se convierte en una de las cabezas visibles de la llamada ‘nueva ola’ del rock argentino.
Tras militar en distintas formaciones —Neolalia, El Banquete, Alacanto…—, a principios de los 80 empieza a destacar dentro del movimiento conocido como la ‘trova rosalin’ (Juan Carlos Baglietto, Silvina Garré, Adrián Abonizio, Jorge Fandermole…) y empieza a juntarse con otras leyendas del rock argentino como Charly García o Andrés Calamaro. Así, en 1984, firma con EMI su primera trabajo en solitario (Del 63), que marca el inicio de una carrera singular, única, irrepetible.
Aunque su fama va creciendo al ritmo que edita nuevos trabajos, no es hasta 1993, con la publicación de El amor después del amor, cuando su música empieza realmente a trascender las fronteras de Argentina. El disco despacha más de un millón de copias y se convierte en una de las referencias de la música moderna argentina. Luego llegarán Circo Beat (1994) y Euforia (1996) que conforman un tríptico que lo elevaran un nivel del que todavía no ha bajado.
30 años de un clásico
El amor después del amor, cuya treinta aniversario justifica la gira que trae a Páez a Valencia, no son solo 14 temas inmortales –entre los que destacan el tema que da título al disco, Brillante sobre el mic, Dos días en la vida, A rodar mi vida o La rueda mágica— sino porque es todo un who’s who de la escena musical argentina del momento. Las letras son suyas, pero en el estudio le acompañan de Mercedes Sosa, Andrés Calamaro, Charly García, Gustavo Cerati, Luis Alberto Spinetta, Fabiana Cantilo, Celeste Carballo, Claudia Puyó, Ariel Rot… No es ninguna exageración decir que es uno de los álbumes más importantes de la historia del pop rock en castellano.
Por supuesto, no han faltado espabilados que han asegurado que si bien el álbum es un conjunto sólido de canciones bien construidas, podría haberse beneficiado de una mayor exploración y búsqueda de nuevos sonidos o enfoques musicales. La fusión de pop, rock y música tradicional, por lo visto, les pareció poco. La opción B, hacer ellos un disco mejor, nunca la han contemplado.
En España, Páez comienza a darse a conocer de manera masiva gracias a Enemigos íntimos (1998), el disco que saca con Joaquín Sabina, y que incluye el famoso tema Llueve sobre mojado. Sin embargo, el choque de egos impide que la gira de presentación se lleve a cabo, aunque posteriormente recuperarán la amistad. El Sabina bohemio y el meticuloso Fito se admiran pero son agua y aceite.
La presencia de Páez en Valencia —ciudad que ha visitado en, al menos, dos ocasiones— es una ocasión única de descubrir (para quien no lo conozca) a un genio y uno de los músicos más emblemáticos de la música argentina. Una velada que, no hay duda, será para recordar.
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