El periodista narra en último libro la caída de Zaplana y una época de corrupción que afectó a todos los partidos de la Comunitat

El perio­dis­ta Fran­cesc Ara­bí.

El perio­dis­ta Fran­cesc Ara­bí ofre­ce una cró­ni­ca de la «bur­bu­ja de la corrup­ción» que mar­có una épo­ca en la Comu­ni­tat Valen­cia­na en el libro Los ten­tácu­los del truhan. La caí­da de Zapla­na y la corrup­ción más allá del PP.

La obra, edi­ta­da por Círcu­lo Rojo, es un tra­ba­jo de inves­ti­ga­ción perio­dís­ti­ca que con­ti­núa la labor ini­cia­da en otro títu­lo ante­rior, Ciu­da­dano Zapla­na, la cons­truc­ción de un régi­men corrup­to (Akal, 2019) y pre­ten­de expo­ner ante el lec­tor «una radio­gra­fía de las cloa­cas del poder», expli­ca el autor a Euro­pa Press.

Ara­bí coin­ci­de en que la actua­li­dad le ha hecho la cam­pa­ña publi­ci­ta­ria al libro, ya que uno de los casos que apa­re­cen en sus pági­nas es el de Azud, del que se están cono­cien­do nue­vas reve­la­cio­nes. Tam­bién rea­li­za una inmer­sión en otras cau­sas como Erial o Tau­la, en las que hay muchos nom­bres que se repi­ten, pues­to que el volu­men no solo pone el acen­to en los polí­ti­cos, sino tam­bién en los empre­sa­rios que par­ti­ci­pan en las tram­pas.

Se tra­ta de una inves­ti­ga­ción perio­dís­ti­ca casi con remi­nis­cen­cias de «thri­ller o nove­les­cas» por la que des­fi­lan tra­fi­can­tes de poder y de armas, tes­ta­fe­rros de medio mun­do, maes­tros del esca­pis­mo finan­cie­ro offsho­re o fal­sos y ver­da­de­ros espías.

Y es que el rela­to des­cri­be un tiem­po en el que los votos se com­pra­ban y los polí­ti­cos y téc­ni­cos corrup­tos de dere­chas e izquier­das com­par­tían mor­di­das. «El PP ins­ti­tu­cio­na­li­zó la corrup­ción por su hege­mo­nía duran­te años y el PSPV sufría una ane­mia bru­tal en sus cuen­tas» que con­du­jo a algún caso como los que se están vien­do en Azud, apun­ta.

De nue­vo, uno de los máxi­mos pro­ta­go­nis­tas del libro es el expre­si­den­te de la Gene­ra­li­tat Valen­cia­na y exmi­nis­tro Eduar­do Zapla­na, «un hom­bre no de par­ti­do, sino de poder», según le defi­ne Ara­bí.

Pese a su «caí­da», el perio­dis­ta sos­tie­ne que el exdi­ri­gen­te popu­lar «aún man­tie­ne mucho poder» y pone como ejem­plo la cam­pa­ña que se pro­mo­vió para su pues­ta en liber­tad por moti­vos de salud o la defen­sa «basa­da en teo­rías de la cons­pi­ra­ción” ante su situa­ción judi­cial. “Zapla­na con­si­guió con­ver­tir­se en el jefe de una fami­lia, del zapla­nis­mo», ase­ve­ra.

«La tormenta perfecta»

El autor cree que «la corrup­ción ha exis­ti­do, exis­te y exis­ti­rá mien­tras la con­di­ción huma­na sea la que es y el dine­ro siga tenien­do el valor que tie­ne». Asi­mis­mo, hace notar que, al igual que se pro­du­jo una bur­bu­ja inmo­bi­lia­ria, hubo «una bur­bu­ja de la corrup­ción», que se desa­rro­lló en unas cir­cuns­tan­cias socio­eco­nó­mi­cas que cons­ti­tu­ye­ron «la tor­men­ta per­fec­ta».

¿Y por qué en el cam­po de los pro­mo­to­res y del urba­nis­mo? «Por­que los polí­ti­cos no pue­den mul­ti­pli­car por cua­tro el valor de una bol­sa de mag­da­le­nas, pero sí el del metro cua­dra­do de sue­lo», resu­me.

Para Ara­bí, aun­que dis­tin­tos colec­ti­vos tie­nen una par­te de cul­pa en la exten­sión de la corrup­ción, a la cla­se polí­ti­ca le corres­pon­de «un plus por­que han sido vota­dos». Sin embar­go, advier­te: «Lo que está cla­ro es que un polí­ti­co solo no pue­de hacer nada, aun­que este sea Zapla­na», iro­ni­za.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia