La minis­tra de Tra­ba­jo, Yolan­da Díaz.

Los actua­les ERTE pro­vo­ca­dos por el impac­to de la pan­de­mia del Covid-19 podrán pro­rro­gar­se más allá de la vigen­cia del actual esta­do de alar­ma. En con­cre­to, estos ajus­tes tem­po­ra­les de plan­ti­lla podrán man­te­ner­se, aun­que con algu­nos ajus­tes, has­ta fina­les de junio. Ade­más, los tra­ba­ja­do­res fijos dis­con­ti­nuos podrán bene­fi­ciar­se de una amplia­ción has­ta el 31 de diciem­bre de la pro­tec­ción por des­em­pleo. Este es uno de los pun­tos del pre­acuer­do alcan­za­do entre el Minis­te­rio de Tra­ba­jo, la patro­nal y las orga­ni­za­cio­nes sin­di­ca­les y que aho­ra está pen­dien­te de que sea refren­da­do por las direc­cio­nes de la CEOE, UGT y CCOO.

De esta for­ma, las peque­ñas empre­sas con menos de 50 tra­ba­ja­do­res que estén obli­ga­das por fuer­za mayor a man­te­ner para­li­za­da su acti­vi­dad que­da­rán exo­ne­ra­das del 100% de sus cuo­tas socia­les. En el caso de aque­llas empre­sas que superen ese núme­ro de emplea­dos, podrán bene­fi­ciar­se de una reduc­ción del 75% en esas cuo­tas. Por su par­te, la reduc­ción para las empre­sas que solo vean par­cial­men­te afec­ta­da su acti­vi­dad, las reduc­cio­nes osci­la­rán entre el 30 y el 85% depen­dien­do espe­cial­men­te de si pri­man la reduc­ción de la jor­na­da a la sus­pen­sión de la acti­vi­dad.

De este modo, el acuer­do per­mi­ti­rá a las empre­sas que hayan reanu­da­do su acti­vi­dad o vayan a hacer­lo por la deses­ca­la­da, bene­fi­ciar­se de reduc­cio­nes en las coti­za­cio­nes socia­les del 85% para el mes de mayo y el 70% en junio, si tie­nen menos de 50 emplea­dos. Las mayo­res ten­drán una boni­fi­ca­ción del 60 y el 45% para mayo y junio res­pec­ti­va­men­te.

En el caso de que man­ten­gan per­so­nal en sus­pen­sión al reto­mar la acti­vi­dad, los bene­fi­cios osci­la­rán entre el 60 y el 45% para cada mes, en las peque­ñas empre­sas, y entre el 45 y 30% para las mayo­res de 50 tra­ba­ja­do­res.

A cam­bio de estas boni­fi­ca­cio­nes, las empre­sas se com­pro­me­ten a man­te­ner sus plan­ti­llas duran­te un perio­do de seis meses des­de el momen­to en que regre­sen a la acti­vi­dad. Estas limi­ta­cio­nes tam­bién afec­ta­rán a los con­tra­tos fijos dis­con­ti­nuos.

Ade­más, el pre­acuer­do tam­bién inclu­ye a la obli­ga­ción de las empre­sas aco­gi­das a ERTE a no repar­tir divi­den­dos, excep­to aque­llas peque­ñas empre­sas con menos de 50 tra­ba­ja­do­res. En el caso de que qui­sie­ra repar­tir divi­den­dos una empre­sa con más tra­ba­ja­do­res aco­gi­da a un ERTE, pri­me­ro está obli­ga­da a abo­nar pre­via­men­te todas las coti­za­cio­nes socia­les. Igual­men­te no podrán bene­fi­ciar­se de estas ven­ta­jas aque­llas empre­sas domi­ci­lia­das en algún paraí­so fis­cal.

Aun­que, en prin­ci­pio, estas medi­das esta­rán vigen­tes has­ta final de junio, el Gobierno se reser­va la posi­bi­li­dad de ampliar­las más allá si un repun­te del coro­na­vi­rus obli­ga a imple­men­tar de nue­vo res­tric­cio­nes a la acti­vi­dad. Lo mis­mo se apli­ca­ría a la pro­tec­ción por des­em­pleo a los tra­ba­ja­do­res.

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