«Retrato del artista como máquina», la primera exposición del madrileño en Valencia, abre sus puerta el jueves 18

El madri­le­ño Igna­cio Gar­cía Sán­chez (Madrid, 1987) será el pro­ta­go­nis­ta de la expo­si­ción Retra­to del artis­ta como máqui­na que abri­rá sus puer­tas el pró­xi­mo 18 de mayo en la gale­ría Gabi­ne­te de Dibu­jos de Valen­cia. En ella, el artis­ta refle­xio­na sobre las máqui­nas que pre­ten­den pro­du­cir arte humano y que, a su vez, es fru­to del tra­ba­jo manual de un artis­ta de car­ne y hue­so.

A pesar de que las obras que for­man par­te de la expo­si­ción han sido rea­li­za­das por medios ana­ló­gi­cos, algu­nos de los méto­dos visua­les uti­li­za­dos alu­den al pro­ce­sa­mien­to digi­tal de imá­ge­nes, jugan­do con la ten­sión dia­léc­ti­ca entre el ser humano y los crea­do­res de sili­cio y ace­ro.

En cada dibu­jo, Gar­cía Sán­chez pre­sen­ta una máqui­na fic­ti­cia en mitad de su pro­ce­so narra­ti­vo, lo que va con­for­man­do una serie de esce­nas que se nutren de la ico­no­gra­fía occi­den­tal de hom­bre tra­ba­jan­do, pero que tam­bién toman como refe­ren­cia mitos leyen­das y anéc­do­tas que han ido for­man­do la idea canó­ni­ca de lo que es la labor artís­ti­ca.

Así par­tien­do de luga­res comu­nes sobre lo que se con­si­de­ra hacer arte, el madri­le­ño apun­ta a esce­na­rios alta­men­te espe­cu­la­ti­vos y se pre­gun­ta si, en un futu­ro, cuan­do la auto­ma­ti­za­ción se total (físi­ca e inte­lec­tual) se per­mi­ti­rá a las máqui­nas pro­du­cir arte como exce­den­te de pro­ce­sos autó­no­mos.

«Nues­tra rela­ción con la tec­no­lo­gía es tan ambi­va­len­te como la que man­te­ne­mos con el con­cep­to de tra­ba­jo: pue­de libe­rar­nos de las limi­ta­cio­nes bio­ló­gi­cas y del entorno, pero tam­bién alie­nar­nos, hacién­do­nos depen­dien­tes de diná­mi­cas que lle­gan a regir nues­tro com­por­ta­mien­to con más seve­ri­dad que cual­quier ciclo natu­ral. Una mis­ma máqui­na pue­de ser­vir como herra­mien­ta de con­trol y al mis­mo tiem­po de eman­ci­pa­ción. Des­en­tre­la­zar ambas ver­tien­tes a menu­do solo es posi­ble una vez que sus efec­tos son tan obvios que pare­cen irre­ver­si­bles», expli­ca Gar­cía Sán­chez.

«Paul Viri­lio insis­tía en que la tec­no­lo­gía no pue­de exis­tir sin la posi­bi­li­dad de acci­den­tes. Si acep­ta­mos esta idea no des­de un ángu­lo nega­ti­vo, sino como
un fac­tor que huma­ni­za­ría a las máqui­nas, el poten­cial dis­rup­ti­vo de los erro­res amplia­ría el espa­cio para la fan­ta­sía.
La inca­pa­ci­dad de la máqui­na para com­pren­der las moti­va­cio­nes y repli­car los impul­sos de un artis­ta humano podría pro­pi­ciar obras falli­das e irre­pe­ti­bles», aña­de.

Igna­cio Gar­cía Sán­chez (Madrid, 1987) se licen­ció en la Facul­tad de Bellas Artes de la Uni­ver­si­dad Com­plu­ten­se de Madrid y  la Hochs­chu­le für Bil­den­de Küns­te de Ham­bur­go. Ha sido artis­ta resi­den­te en Taba­ka­le­ra (Donos­tia), NauEs­truch (Saba­dell), El Ran­chi­to Rusia (Mata­de­ro Madrid / NCCA Vla­di­cáu­ca­so) y en la Fun­da­ción Bil­baoAr­te (Bil­bao).

Des­de 2009 su tra­ba­jo se ha podi­do ver en gale­rías como Mar­ta Cer­ve­ra (Madrid), Luis Ade­lan­ta­do (Valen­cia), PM8 (Vigo) o Espa­cio Ale­xan­dra (San­tan­der), así como en el CAC de Mála­ga, Cen­tre Cívic Can Feli­pa o Fabra i Coats en Bar­ce­lo­na, Sala de Arte Joven de Madrid, MAC de A Coru­ña, Ata­ra­za­nas de Valen­cia, Kunsthaus de Ham­bur­go o Sur­vi­val Kit Fes­ti­val en Umeå. En 2019 for­mó par­te de la Gene­ra­ción 2019 de La Casa Encen­di­da de Madrid.    

 

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