Juan Roig (Mercadona), dispuesto a colaborar con el bono de consumo de la Generalitat
«Si podemos ayudar, lo haremos», aseguró el empresario, quien también reconoció que la cadena se ha visto obligada a subir los precios ante el avance de la inflación. El margen de la cadena se ha reducido, y solo el amplio volumen de sus ventas ha posibilitado mejorar los beneficios.
El presidente de Mercadona, Juan Roig, ha mostrado la disposición de la cadena de supermercados valenciana a colaborar en iniciativas que alivien a escala de precios de la cesta de la compra como la que prepara la Generalitat Valenciana, al ser consciente de que «los que más han sufrido son las rentas más bajas».
«Nosotros, si podemos ayudar, lo haremos», afirmó durante la rueda de prensa en la que ha presentado este martes los resultados de Mercadona de 2022, a preguntas de los medios sobre si la compañía valenciana colaborará con el bono de consumo anunciado por la Generalitat para rebajar el precio de la cesta de la compra a las familias, especialmente las más vulnerables, a través de un acuerdo con las grandes distribuidoras.
Roig señaló que Mercadona se pondrá «de acuerdo con todas las cadenas de supermercados. «Lo que hagan las demás empresas lo haremos, no podemos ser más papistas que el Papa», indicó Roig, que asegura que desde la empresa valenciana van a «luchar por bajar los precios».
Los precios han subido
El presidente de Mercadona también reconoció que los precios de venta en los supermercados de la firma han subido, como él nunca había visto, pero ha asegurado que la compañía se ha «dejado la piel» para repercutir menos costes a los consumidores y ser «dique de contención» entre la cadena de valor y el público. Según el empresario, si no se hubieran subido los precios, «el desastre de la cadena de producción hubiera sido impresionante».
Así lo manifestó durante la rueda de prensa anual para presentar los resultados de 2022 de Mercadona, en la que explicó que la empresa valenciana ha experimentado un 12% de subida de precios de sus proveedores y ha repercutido al público un incremento del 10%.
«Hemos conseguido paliar dos puntos que para nosotros es muchísimo, 600 millones, nos hemos dejado la piel para intentar paliar estos dos puntos», reduciendo 0,6 puntos el margen de beneficios. Roig expuso que los gastos de la empresa se han incrementado hasta los 22.500 millones de euros.
Roig añadió que en los dos últimos ejercicios las empresas se han enfrentado a «escenarios inimaginables y no previstos», como la pandemia de coronavirus y la invasión de Ucrania y sus consecuencias, entre la que destaca la inflación. Así, añadió que «hay una verdad universal» sobre la inflación” que se cumple guste o no, y que es que «los precios se marcan por oferta y demanda». Como decir que «el agua moja», subrayó.
En ese sentido, ha defendido que «solo si generas ofertas puedes bajar los precios» y es «imposible» e «irrealizable» establecer un tope de los precios de la cesta de la compra porque estos «dependen de la oferta y demanda de productos», por lo que defendió que se debe «hacer más productiva la economía» desde la gestión.
«Lo que se ha hecho en Francia —añadió—, con todo el respeto para los competidores, pero esto funciona con oferta y demanda y lo demás son brindis al sol. Topar los precios es imposible, es como decir que el agua no moja. Toparíamos si el proveedor nos topara precios, pero no sabemos lo que va a pasar si subimos el precio de venta de 30 productos, mañana pueden subir precios por cualquier acontecimiento”, concluyó el empresario.
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