Obres o tro­bes en lahors de la Ver­ge Maria. [Valèn­cia]: [Lam­bert Pal­mart], [1474]. Uni­ver­si­tat de Valèn­cia. Biblio­te­ca His­tò­ri­ca, BH CF/1. Foto­gra­fía de Eduar­do Ala­pont.

La muestra conmemora los 550 años de la llegada de la imprenta a Valencia, un hito en la historia y la cultura valencianas que abrió paso a la imprenta en España como industria editorial.

Obres o tro­bes en lahors de la Ver­ge Maria. [Valèn­cia]: [Lam­bert Pal­mart], [1474]. Uni­ver­si­tat de Valèn­cia. Biblio­te­ca His­tò­ri­ca, BH CF/1. Foto­gra­fía de Eduar­do Ala­pont.

La Biblio­te­ca His­tò­ri­ca de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia inau­gu­ra el jue­ves, 25 de abril, en la sala Duc de Calà­bria, la expo­si­ción Tro­bes: 550 años de la impren­ta en Valen­cia comi­sa­ria­da por Anto­ni Furió, Rosa M. Gre­go­ri Roig y Pau Viciano.

El reco­rri­do expo­si­ti­vo se arti­cu­la en torno a dos salas, la sala Duc de Calà­bria de la Biblio­te­ca His­tò­ri­ca y la sala de Bigues, ubi­ca­das en el edi­fi­cio fun­da­cio­nal de la Uni­ver­si­tat, que este año cele­bra 525 años. En 1474, a raíz de la con­vo­ca­to­ria de un cer­ta­men poé­ti­co, se publi­ca­ban en Valen­cia las Obres e tro­bes en lahors de la Ver­ge Maria, el pri­mer libro impre­so en la Coro­na de Ara­gón y el pri­me­ro de carác­ter lite­ra­rio de la Penín­su­la.

El inven­to de la impren­ta tuvo lugar a media­dos del siglo XV. Johan­nes Guten­berg impri­mía en su taller tipo­grá­fi­co de Magun­cia la Biblia de 42 líneas. A par­tir de este momen­to, Euro­pa fue tes­ti­go de la gran revo­lu­ción cul­tu­ral que supu­so esta nue­va tec­no­lo­gía basa­da en la pren­sa de tipos móvi­les y que, en ape­nas vein­te años, se difun­día por Euro­pa y lle­ga­ba a la ciu­dad del Turia.

Por enton­ces, Valen­cia era la ciu­dad más habi­ta­da de la Penín­su­la y un impor­tan­te cen­tro eco­nó­mi­co y finan­cie­ro con un puer­to muy acti­vo que la conec­ta­ba con las prin­ci­pa­les rutas comer­cia­les. La pros­pe­ri­dad eco­nó­mi­ca de la ciu­dad se tra­du­cía en un esplen­dor artís­ti­co y lite­ra­rio, como así lo tes­ti­mo­nian el edi­fi­cio de la Lon­ja y el pala­cio de la Gene­ra­li­tat, entre otras gran­des cons­truc­cio­nes de la cen­tu­ria, y la plé­ya­de de escri­to­res (Ausiàs Marc, Joa­not Mar­to­rell, Jau­me Roig, Isa­bel de Ville­na, Joan Roís de Core­lla…) que hacen del Cua­tro­cien­tos el Siglo de Oro de les letras valen­cia­nas.

En Valen­cia coin­ci­dían tam­bién los cua­tro ele­men­tos que hicie­ron posi­ble la intro­duc­ción de la impren­ta. En pri­mer lugar, el mer­ca­der ale­mán Jacob Viz­lant, repre­sen­tan­te de la Gran Com­pa­ñía Mer­can­til de Ravens­burg, que tuvo la idea de ampliar la ofer­ta de mer­ca­de­rías de su socie­dad con un nue­vo pro­duc­to, el libro impre­so. En segun­do lugar, el tipó­gra­fo Lam­bert Pal­mart, que Viz­lant hizo venir a Valen­cia para impri­mir los libros que fue­ran de inte­rés. En ter­cer lugar, el dina­mis­mo cul­tu­ral de la capi­tal valen­cia­na y la exis­ten­cia de un amplio públi­co lec­tor, capaz de adqui­rir y leer los libros que se impri­mi­rían. Por últi­mo, la cele­bra­ción en el mes de mar­zo del año 1474 de un cer­ta­men poé­ti­co en ala­ban­za a la Vir­gen María, con­vo­ca­do por el virrey Lluís Des­puig y orga­ni­za­do por el poe­ta Ber­nat Feno­llar, que con­si­guió reu­nir a cua­ren­ta auto­res de dife­ren­tes esta­men­tos socia­les, dan­do lugar a una oca­sión per­fec­ta para que fue­ra este el pri­mer libro que se impri­mi­ría en Valen­cia.

A par­tir de este momen­to, Valen­cia ya dis­po­nía de pren­sas, tipó­gra­fos, así como de las herra­mien­tas para hacer libros y, en pocos años, ya esta­ba en con­di­cio­nes de expor­tar­los. Se crea­ba así una nue­va red de pro­fe­sio­nes y acti­vi­da­des alre­de­dor del libro impre­so que iba des­de los edi­­to­­res-libre­­ros y los impre­so­res has­ta el públi­co de lec­to­res y lec­to­ras que influ­ye­ron para que el nue­vo libro impre­so imi­ta­ra a los manus­cri­tos.

Tro­bes: 550 años de la impren­ta en Valen­cia mues­tra este pro­ce­so a tra­vés de un iti­ne­ra­rio expo­si­ti­vo que se desa­rro­lla en dos espa­cios sin­gu­la­res.

En la sala Duc de Calà­bria, jun­to al úni­co ejem­plar cono­ci­do de las Tro­bes, se mues­tran otros 17 incu­na­bles valen­cia­nos –obras impre­sas antes de 1501–. Es la pri­me­ra vez que se expo­ne esta selec­ción de joyas incu­na­bles, en su mayo­ría obras raras o úni­cas cono­ci­das, que for­man par­te del teso­ro biblio­grá­fi­co cus­to­dia­do por la Biblio­te­ca His­tò­ri­ca de la Uni­ver­si­tat de Valèn­cia. Entre los incu­na­bles valen­cia­nos expues­tos, se encuen­tran títu­los como Lo pri­mer lli­bre del Cres­tià (Lam­bert Pal­mart, 1483); Tirant lo Blanc, de Joa­not Mar­to­rell (Nico­lás Spin­de­ler, 1490); La vida de la sacra­tís­si­ma Ver­ge Maria, de Miquel Peres (Nico­lás Spin­de­ler, 1494); Lo quart del Car­toi­xà, por Joan Roís de Core­lla (Lope de la Roca, 1495; Pedro Hagen­bach i Leo­nar­do Hutz, 1495); Lo som­ni de Joan Joan, de Jau­me Gas­sull (Lope de la Roca, 1497) o Regi­ment de la cosa públi­ca, de Fran­cesc Eixi­me­nis (Cris­tó­bal Cof­man, 1499).

En la sala de Bigues, se hace un reco­rri­do por la his­to­ria de la impren­ta. A tra­vés de audio­vi­sua­les y de la expo­si­ción de uten­si­lios tipo­grá­fi­cos, se rea­li­za una incur­sión en el tra­ba­jo pro­pio de un taller de impren­ta. Tam­bién se expo­ne una copia del pri­mer libro impre­so en Euro­pa, la Biblia de 42 líneas, y del plano de Anto­nio Man­ce­lli, el más anti­guo que se cono­ce de Valen­cia (1608), para refle­jar el mun­do de los impre­so­res y los talle­res acti­vos en la épo­ca. El iti­ne­ra­rio se cie­rra con una visión gene­ral sobre la reper­cu­sión de las Tro­bes a lo lar­go del tiem­po y las dos con­me­mo­ra­cio­nes cen­te­na­rias de su publi­ca­ción rea­li­za­das en 1874 y 1974.

Duran­te cua­tro meses, Tro­bes: 550 ambien­ta dos de las salas del Cen­tre Cul­tu­ral La Nau para recor­dar el ori­gen y evo­lu­ción de una obra de gran rele­van­cia en la his­to­ria y cul­tu­ras valen­cia­nas.

Como acti­vi­dad com­ple­men­ta­ria, del 28 de abril al 26 de mayo, la répli­ca de la impren­ta de Guten­berg (pro­pie­dad de la Aso­cia­ción de Ami­gos del Museo de la Impren­ta. Sena­do del Museo) per­ma­ne­ce­rá ins­ta­la­da a la entra­da de la sala Duc de Calà­bria y se mos­tra­rá su fun­cio­na­mien­to estam­pan­do la pri­me­ra pági­na del incu­na­ble de las Tro­bes, den­tro del siguien­te hora­rio: mar­tes, jue­ves y domin­gos, de 10 a 13 horas, y miér­co­les, de 16 a 19 horas.

La expo­si­ción se podrá visi­tar en la sala Duc de Calà­bria de la Biblio­te­ca His­tò­ri­ca y en la sala de Bigues, ubi­ca­das en el Cen­tre Cul­tu­ral La Nau, has­ta al 8 de sep­tiem­bre de 2024.

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