El régimen de Pekín ha dictado una serie de normas para los que quieran ser influencers. Incumplir una significa la muerte on line. De esa política no se salvan ni los que tienen más seguidores
La moda de los influencers humanos —ya hablamos aquí recientemente sobre los no humanos—, es una moda digital más y, como cualquier moda —digital o no—, se creó para inducir el consumo y, muchas veces la adicción. En el caso de las modas digitales vehiculadas mediante las plataformas, el propósito es inducir el consumo online o provocar la dependencia virtual, o adicción sin sustancia, ayudándose de una compleja arquitectura algorítmica que busca apresar nuestra atención y nuestro tiempo, como materias primas para, como se dice en la jerga, monetizarlos, cosa que las grandes plataformas globales consiguen con gran eficacia y sin resistencia aparente, ya que hay mucha gente usuaria que parece disfrutar de sus microchutes de dopamina cerebral sin tener alarma alguna al respecto.
En realidad, los influencers de las redes sociales e internet son simples comisionistas de las plataformas que les cobijan digitalmente, y que son las que se llevan por encima del 95% de los ingresos, por más que ellos se expresen como si fueran los/as amos/as del universo digital, exhibiendo cifras de seguidores en forma de métricas casi siempre hinchadas y falsas. En realidad, toda su visibilidad o existencia digital está al albur de los dueños de las plataformas de redes sociales, que pueden eliminarles de la visibilidad y acceso a sus seguidores en un instante y sin dar explicaciones. Y eso puede ocurrir en cualquier momento. Ha pasado en China, como luego mostraré.
Una de las paradojas ahora mismo en el mundo global online es que, para ver que está pasando o puede pasar en él, es mejor mirar lo que ocurre en el mercado asiático del internet social global. Allí funcionan plataformas desconocidas en el mundo occidental de una dimensión enorme y, en ellas, se prueban y suceden las cosas más inverosímiles, a velocidad inusitada, tanto para que algo se ponga muy de moda a gran escala para una cantidad enorme de usuarios, como al revés. El gran mercado asiático es ahora mismo un enorme laboratorio online casi de tiempo real de nuevas tecnologías y mecanismos digitales. En realidad, hoy es un gran espejo social en que hay que mirarse para intentar ver lo que sucede en la vanguardia de internet
La desaparición de grandes influencers en Asia
A finales de 2021, Huang Wei (conocida como Viya en línea) y Zhu Chenhui (conocida como Cherie), la primera influencer más seguida y la tercera más seguida de Taobao fueron multadas repentinamente con millones de dólares por evasión de impuestos, por una autoridad fiscal local de la ciudad china de Hangzhou. Incluso después de disculparse públicamente, sus cuentas de Taobao y su presencia en otras redes sociales desapareció. Nunca volvieron a retransmitir en directo.
Y no estamos hablando de algo de aficionados. Taobao es un sitio web para comprar, socializar y compartir información en China, fundado por el gigante empresarial chino Alibaba Group. La plataforma es un facilitador online de negocio para consumo, con una gran plataforma en internet para —declara la compañía—, que empresas y empresarios individuales abran tiendas online y abastezcan a los consumidores a través de toda China y fuera de ella. Según el ranking Alexa Taobao fue en 2021 el octavo sitio web más visitado del mundo.
El analista de MIT Tech Review, Zeyi Yang, especialista en tecnología e Internet para China y Este de Asia, contaba en una crónica reciente cómo «han caído de sus tronos, súbitamente, algunos de los mayores influencers del internet chino». Yang describía lo sucedido con tres de las más famosas personalidades de la plataforma Taobao que retransmitían en directo, con legiones de seguidores que compraban productos por valor de miles de millones de euros y estaban en la cresta de la ola de la popularidad online, «hasta que, de repente, se apagaron».
Para hacernos una idea de la dimensión de este mercado pondré un ejemplo sobre del influencer Li Jiaqi. Él actuó en directo en el festival de compras de China (Tmall 3.8 Queen’s Day) del año pasado, organizado por el gigante chino del comercio electrónico Tmall para celebrar el Día Internacional de la Mujer de 2022. En la primera noche de preventa de festival, más de 70 millones de personas entraron online a la sala de retransmisión en directo de Li, donde ofrecía un total de 279 productos.
Esa noche Li Jiaqi alcanzó unas ventas online de 2.830 millones de Yuanes (RMB) (equivalentes a 418,8 millones de euros) rompiendo el récord de ventas de 790 millones de RMB (117,1 millones de euros) de este festival de compras online que el propio Li había establecido en su día con Viya, la antaño apodada «reina del streaming en directo» del país, que cayó en desgracia por evasión fiscal en 2021 y condenada a una cuantiosa multa por gobierno chino de 1.300 millones de RMB (190,9 millones de euros). De ella nada se ha sabido después.
Zeyi Yang, trató de averiguar qué pasó con estos influencers y si cayeron en desgracia de algún modo, como parece. Cuenta en una crónica reciente que el pasado 3 de junio, estando en directo Austin Li, el famoso influencer del internet chino, de 30 años de edad y con más de 60 millones de seguidores en la plataforma de comercio electrónico Taobao, propiedad de Alibaba, se cortó abruptamente su transmisión, poco después de que apareciera en la pantalla un postre helado con forma de tanque. Aunque más tarde publicó que se debía a «dificultades técnicas». Mucha gente cree que esa acción provocó la reacción de la censura del gobierno chino que, supuestamente, lo interpretó como una referencia al aniversario de las protestas y aquella masacre del 4 de junio en la plaza de Tiananmen.
La verdad es que aún no se sabe si Li ha sido detenido y su cuenta sigue activa. Lo único comprobado es que no ha vuelto a publicar en las redes sociales desde ese día. Sus seguidores, fans y muchos observadores sospechan que es posible que no se le permita volver a retransmitir en las plataformas chinas.
Así que sucedió algo que nadie había previsto, porque en el internet social todo se baraja en presente instantáneo y, en general, los usuarios ni siquiera imaginan que algo de la red en lo que están metidos pueda desaparecer súbitamente. Así que la repentina desaparición de los tres de los influencers más poderosos de China ha dejado descolocados a millones de usuarios.
Reglas del internet chino
En China, el comercio electrónico en online una economía estratégica del país fuertemente supervisada por las autoridades. Ahora mismo, es una industria masiva valorada en más de 180.000 millones de dólares. Una de sus puntas de lanza es el marketing televisivo del mismo estilo que la QVC con interacción en directo. Con la comodidad que ofrecen los teléfonos inteligentes, estas retransmisiones atrajeron a 388 millones de espectadores chinos en 2020.
Aclaro que QVC (Quality Value Convenience o Calidad Valor Conveniencia) es una cadena de TV en abierto estadounidense con un canal de compras emblemático especializado en compras a domicilio televisadas, propiedad de Qurate Retail Group, que emite a más de 350 millones de hogares en siete países, incluidos Reino Unido, Alemania, Japón e Italia, asociada con una empresa China y la Radio Nacional China CNR Mall.
Este universo comercial online se ha convertido en importante para las autoridades chinas por el dinero que mueve y por su gran impacto social. Es un sector ha tardado media década en alcanzar su punto álgido, y los famosos influyentes como Li han llegado a rivalizar con la popularidad de las celebridades de la lista A en China.
Los grandes influencers del internet social chino recibieron al principio el respaldo del gobierno de China como innovadores y creadores de empleo, ya que se sabe que incluso han facilitado compras online por valor de miles de millones de dólares en una noche en el país. Su condición de rainmakers del comercio minorista les ha dado un inmenso poder sobre los vendedores, incluidas gigantescas multinacionales china y globales, influyendo en donde aparece un producto y qué precios debe tener.
Aclaro lo que es un rainmaker según la jerga. En las nuevas empresas, es una persona que consigue nuevos negocios y gana nuevas cuentas casi por arte de magia ya que, a menudo, no es fácilmente evidente cómo se origina esta nueva actividad empresarial. Significa generar nuevos negocios sustanciales o flujo de caja adicional a partir de fuentes, a veces ajenas a canales establecidos o tradicionales; o, a veces, conectando con personas en mercados no tradicionales u ocultos. O en ocasiones, incitando a los clientes actuales a gastar más dinero. Un rainmaker suele ser ahora una figura clave de la empresa, no un mero vendedor, sino un directivo, ejecutivo o especialista que suele gozar de gran predicamento dentro de la empresa.
Volviendo al caso que nos ocupa. Algo parece que empezó a cambiar al inicio de 2022 en la percepción del gobierno de China sobre el valor y las consecuencias de las acciones de los influencers globlales online sobre la sociedad china. La Administración del Ciberespacio Chino (CAC) declaró ya en diciembre de 2021 mostrarse preocupada por el modo en que se difundía la información de las celebridades online y avanzó que aumentaría la supervisión sobre ellos.
Gobierno chino vs Internet
Los influencers online se han ido transformando crecientemente en un mal ejemplo social a ojos de las autoridades chinas. Y a lo largo de 2022 se ha podido ver una ofensiva gubernamental que incluye la elaboración de lista negativas, eufemismo que se refiere a listas negras de famosos censurados, a partir de información de celebridades online que exhiben ciertos valores negativos como, por ejemplo, una riqueza ostentosa.
Las autoridades chinas están, lo más discretamente posible, intentando frenar en los últimos tiempos lo que ellos llaman «una sociedad caótica» a la que creen puede llevar la actual cultura de las multitudes de fans seguidores de los famosos y celebridades online. Las empresas con emisoras, plataformas online, e incluso conocidos artistas, han sido advertidos y recibido presiones para frenar la cultura del espectáculo de famosos de la red, al salir a la luz diversos escándalos de celebridades debido a noticias sobre evasión de impuestos y agresiones sexuales. Las autoridades chinas no quieren que el éxito de la economía online china se les vaya de las manos.
Todo parece indicar que tanto en el caso de Li y al menos, en otros dos casos, estos imperios online fueron derribados de la noche a la mañana en lo que parece ser una ofensiva gubernamental cuya puesta en marcha se remonta al inicio de 2022. La caída de estos megainfluencers supone una reorganización del poder dentro del sector económico chino y también global asiático, ya que el dinero y la atención que acaparaban podrían desviarse ahora a actores más pequeños.
Estos sucesos han cambiado la dinámica general entre influencers y marcas. Por un lado, los grandes descuentos que los clientes solían obtener a través de los grandes influencers no se mantendrán, si las marcas no hacen tratos con personas que retransmiten en directo y que tienen seguidores mucho más pequeños. Y en lugar de confiar en el enorme alcance de los influencers, muchas marcas están creando ahora sus propios canales de retransmisión en directo.
Sé que no es muy efectivo intentar decirles a los usuarios online que reflexionen sobre qué red o plataforma social deberían usar y cuáles serán las consecuencias de hacerlo. O que una plataforma online china como TikTok no es lo mismo que una de una empresa ubicada en un país democrático. La aparición de ese helado con forma de tanque en las pantallas parece que ha acabado con la carrera del influencer Li, y es probable que también haya acabado con empresa, Meione. Aunque las plataformas tecnológicas, ni el regulador chino se han pronunciado, aún es improbable que algo así hubiera sucedido en Europa.
Según Zeyi Yang, la desaparición del influencer Li ha dejado a millones de fans en China en una angustiosa situación de espera. En fin, no creo que las autoridades chinas se vayan a preocupar por los efectos de la salud mental del usuario de esas plataformas.
Pero lo que ocurre en China certifica que cualquier influencer online puede ser desaparecido por su plataforma —influida por las autoridades o no. Cualquier influencer, y cualquier fan debería ponerse ante el espejo online chino y hacérselo mirar.
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia