La Mutant des­pe­di­rá la pro­gra­ma­ción de 2019 de la mano del Work­cen­ter of Jerzy Gro­tows­ki and Tho­mas Richards, cen­tro de refe­ren­cia a nivel mun­dial en el cam­po de la expe­ri­men­ta­ción tea­tral y las artes per­for­ma­ti­vas. La sala muni­ci­pal, en cola­bo­ra­ción con la Aso­cia­ción Cul­tu­ral Estu­dio Dra­má­ti­co, acer­ca­rá esta sema­na al públi­co valen­ciano las ideas sobre la inter­pre­ta­ción y el hecho tea­tral desa­rro­lla­das por Jerzy Gro­tows­ki des­de los años sesen­ta has­ta su falle­ci­mien­to en 1999; teo­rías esen­cia­les que se inclu­yen en pro­gra­mas de estu­dios de cen­tros de for­ma­ción de arte dra­má­ti­co de todo el mun­do. El prin­ci­pal cola­bo­ra­dor del maes­tro pola­co y actual direc­tor del Work­cen­ter, Tho­mas Richards, visi­ta por pri­me­ra vez Valèn­cia, don­de expli­ca­rá en una con­fe­ren­cia en qué han con­sis­ti­do las dis­tin­tas eta­pas de inves­ti­ga­ción lle­va­das a cabo por este cen­tro duran­te las últi­mas tres déca­das. Ade­más, a lo lar­go de la sema­na Richards pre­sen­ta­rá en La Mutant dos pie­zas tea­tra­les diri­gi­das por él mis­mo: Gra­ve­dad (18 de diciem­bre) y Sin Fron­te­ras (20 y 21 de diciem­bre), ambas rela­cio­na­das narra­ti­va­men­te con el pasa­do recien­te de Chi­le. Con esta pro­gra­ma­ción mono­grá­fi­ca, la sala depen­dien­te de la Con­ce­ja­lía de Acció Cul­tu­ral del Ayun­ta­mien­to de Valèn­cia pone de relie­ve una vez más la apues­ta dife­ren­cial de La Mutant por las artes vivas de cor­te más van­guar­dis­ta.

Líneas de investigación de Grotowski

Uno de los aspec­tos carac­te­rís­ti­cos del pen­sa­mien­to de Gro­tows­ki era la idea de que en el tea­tro la emo­ción lle­ga­ba a par­tir de la acti­vi­dad físi­ca. Toma­ba así el rele­vo de la últi­ma eta­pa teó­ri­ca del direc­tor escé­ni­co ruso Kons­tan­tín Sta­nis­lavs­ki (1863–1938), quien empe­zó a tra­ba­jar con accio­nes físi­cas cuan­do se dio cuen­ta de las limi­ta­cio­nes de las téc­ni­cas de actua­ción basa­das en la memo­ria afec­ti­va (que con­sis­ten en que los acto­res han de intro­du­cir­se pro­fun­da­men­te en la situa­ción de los per­so­na­jes que inter­pre­tan a fin de con­se­guir una inter­pre­ta­ción más rea­lis­ta). Siguien­do esta mis­ma línea, Gro­tows­ki con­si­de­ra­ba que las per­so­nas no pue­den con­tro­lar sus emo­cio­nes; lo que pue­de con­tro­lar el actor son las accio­nes sobre el esce­na­rio que impli­can al cuer­po humano; y es a tra­vés del cuer­po cuan­do pue­den trans­mi­tir­se las ver­da­de­ras emo­cio­nes.

Gro­tows­ki pro­pug­na­ba ade­más una alte­ra­ción total de la rela­ción del públi­co y los acto­res; cam­bian­do el posi­cio­na­mien­to físi­co de unos con res­pec­to a otros (por ejem­plo, situan­do a los espec­ta­do­res en el cen­tro de la esce­na) o ense­ñan­do a los intér­pre­tes a no actuar con el obje­ti­vo de satis­fa­cer al públi­co, sino com­pro­me­tién­do­se úni­ca­men­te con el hecho tea­tral. El maes­tro pola­co tam­bién habla­ba de la nece­si­dad de vol­ver a un tea­tro más aus­te­ro, el retorno al “tea­tro pobre”, en el que se pres­cin­día de todo ele­men­to esce­no­grá­fi­co secun­da­rio y no esen­cial.

Con sede en Ita­lia, el Work­cen­ter of Jerzy Gro­tows­ki and Tho­mas Richards, fun­da­do en 1986, se dedi­ca des­de hace 33 años a desa­rro­llar la últi­ma fase de tra­ba­jo del maes­tro pola­co Jerzy Gro­tows­ki; una línea de inves­ti­ga­ción lla­ma­da “Arte como Vehícu­lo”. Des­de el falle­ci­mien­to de Gro­tows­ki en 1999, Richards ha con­ti­nua­do el desa­rro­llo de la inves­ti­ga­ción per­for­ma­ti­va del Work­cen­ter en nue­vas direc­cio­nes. El “Arte como Vehícu­lo” es una pra­xis basa­da en el tra­ba­jo sobre can­tos anti­guos de tra­di­ción. Se inves­ti­ga el modo en el que las artes per­for­ma­ti­vas pue­den ser una herra­mien­ta de trans­for­ma­ción de la per­cep­ción, y cómo la pre­sen­cia del artis­ta pue­de con­ver­tir­se en un medio para des­per­tar los aspec­tos suti­les de la expe­rien­cia a tra­vés del tra­ba­jo sobre secuen­cias estruc­tu­ra­das de acción y can­to. Es una inves­ti­ga­ción a lar­go pla­zo que requie­re de cada per­so­na invo­lu­cra­da un tra­ba­jo dis­ci­pli­na­do y devo­to, con la inten­ción de entrar en con­tac­to con las fuen­tes más ínti­mas de sí mis­mo, para mover­se con ellas hacia lo que Gro­tows­ki y Richards han lla­ma­do una “trans­for­ma­ción de ener­gía”.

Sobre las obras

La mejor mane­ra de com­pren­der en qué con­sis­ten estas nue­vas líneas de inves­ti­ga­ción es a tra­vés de las pie­zas tea­tra­les don­de se lle­van a la prác­ti­ca estas teo­rías. Este miér­co­les a las 21 horas se pon­drá en esce­na Gra­ve­dad, pro­ta­go­ni­za­da por el actor Alon­so Abar­zúa Valle­jos, miem­bro del Work­cen­ter Stu­dio in Resi­den­ce. En esta obra, una fami­lia for­za­da a la expa­tria­ción duran­te la dic­ta­du­ra chi­le­na se ve abrup­ta­men­te con­fron­ta­da con un sen­ti­do de iden­ti­dad des­es­ta­bi­li­za­do y con una nece­si­dad inme­dia­ta de cons­truir per­te­nen­cia en una tie­rra extran­je­ra. Basa­da en his­to­rias de chi­le­nos exi­lia­dos en Sue­cia, Gra­ve­dad nos trans­por­ta a tra­vés de memo­rias de des­arrai­go y regre­so, cues­tio­nan­do nues­tra cons­tan­te atrac­ción hacia lo que se per­ci­be como una patria.

El vier­nes y el sába­do se repre­sen­ta­rá la segun­da de las pie­zas diri­gi­das por Tho­mas Richards. Sin Fron­te­ras es una adap­ta­ción del tex­to Beben de Gui­ller­mo Cal­de­rón, que dis­cu­rre jus­to des­pués del terre­mo­to que azo­tó Chi­le en 2010. Un gru­po de volun­ta­rios vie­ne a ayu­dar a las víc­ti­mas del desas­tre. Con inten­ción tera­péu­ti­ca, les cuen­tan a los niños per­ju­di­ca­dos por la catás­tro­fe el cuen­to Terre­mo­to en Chi­le, escri­to por Hein­rich Von Kleist en 1807, en el cual una mujer esca­pa por poco de su eje­cu­ción en el momen­to en que un terre­mo­to des­tru­ye la ciu­dad de San­tia­go de Chi­le en 1647. A pesar de esto, ella es asal­ta­da por la tra­ge­dia y ata­ca­da por una mul­ti­tud deses­pe­ra­da y furio­sa.