Los astros tienen un atractivo anexo: no pocas de las historias están localizadas en Valencia, de manera topográficamente precisa.
César Gavela (Ponferrada 1953, Valencia 2020) fue autor de varios libros de relatos -Pobres del Sil, Nor Noroeste…-, novelas como La raya seca, El puente de hierro y La Sagrada Familia (en colaboración con Alberto Gimeno, que fue premio Ciudad de Valencia). Ha sido también autor de una excelente biografía de Ricardo Muñoz Suay, de quien fue amigo y confidente.
Los astros es una agrupación de relatos sobre diversos tipos de relaciones amorosas. El tono es poético y enigmático; a veces irónico; casi siempre taciturno. La muerte, el paso del tiempo, asuntos recurrentes. En cuanto a la extensión de los textos, también es muy diversa aunque con clara propensión a la brevedad. El titulo de algún relato es casi tan largo el texto que encabeza.
Para el lector que vive o conoce la ciudad de Valencia, Los astros tienen un atractivo anexo: no pocos de las historias están localizadas en ella, en ocasiones de manera topográficamente precisa.
Comentemos algunas que más nos han llamado la atención:
En correos, historia de tono chejoviano sobre un enamoramiento platónico y anónimo.
Transparencias, narra la muerte deseada por una mujer enferma que se encuentra con un amante que sólo ejercita homicidios ficticios.
Palau, ambientada en la Palau de la Música de Valencia, crea una atmósfera fantasmal de una cantante aficionada de ópera.
La misión, relato irónico sobre la megalomanía salvífica de un joven revolucionario que se autocontempla como futuro redentor de las desgracias del mundo.
De vuelta a casa, alguien acaba de asistir a la muerte de buen amigo, pero contemplar a una joven estudiante de Filología extravía su congoja.
Fases: espléndido relato paradójico, de un laconismo admirable. Una de las piezas más logradas del libro.
Fui eterno: se resuelve con este epigrama: “Hasta que empecé a salir del mármol”.
En las afueras: confecciona la demografía detallada de una orgía sabatina.
Lágrimas: postula una economía de la tristeza y de la memoria de los muertos.
Vistas al mar: tiene el aliciente, ya aludido, de ambientación en la ciudad de Valencia y sus alrededores.
Llamada: consideración lírica sobre la relación entre amor y olvido.
Raíles: otra historia desconcertante y enigmática, una de las más sugerentes de esta compilación.
Penitencia: lacónica conseja de una autodestrucción moral.
Líneas: argumenta el cariz apropiador del tiempo compartido. Concluye con esta frase: “Mía por vivir en mi tiempo”.
Roberto: apólogo magnífico, basado en el siguiente axioma amatorio: “Me dije: voy a vencer la realidad”.
Aeroespacial: Quizá el texto menos melancólico de todo el libro, junto con el titulado Pasión: sobre la irónica eminencia de las virtudes de un marido.
La Vida: una suerte de recorrido turístico por el centro histórico de la ciudad de Valencia.
El hermano e Iniciación: dos relatos que comparten el tema del amor lésbico. Vivo solo: acerca de un conmovedor erotismo senil. O Valle: abstruso ménage à trois.
Ruán: una modalidad excéntrica de humor, de clara progenie galaica: alguien que viaja para ver cómo lo reciben.
En fin, transcribimos un título/interrogante -¿Quién nos unió?- y un texto/respuesta -“El viento como a todos los que aman. El viento es el que elige”. El libro concluye con un escueto homenaje a Faulkner.
César Gavela acostumbraba a citar la conocida máxima de Camilo José Cela: “Quien resiste gana”. Lo aplicó a su quehacer literario.
Título: Los astros
Autor: César Gavela
Editorial: Olélibros
Páginas: 146
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