Apple está ya incorporándose al nuevo nicho de negocio del cuidado virtual de la salud y desplegando un servicio de salud y bienestar basado en una IA (Inteligencia Artificial) capaz de detectar las emociones de los usuarios, incluyendo las mías, si yo le dejara, cosa que no haré.

Por­ta­da de la rese­ña sobre Sta­te of Mind (Esta­do de la men­te), una App de Apple para ras­trear y tra­tar los esta­dos men­ta­les.

5 de enero de 2024

Apple sigue sien­do la empre­sa más valo­ra­da del mun­do y que no apa­re­ce por aho­ra en la carre­ra del desa­rro­llo de los mode­los lin­güís­ti­cos (la de los cita­dos loros esto­cás­ti­cos), pero sí está cla­ro que no quie­re que­dar­se atrás en la IA. Hay ya rumo­res de que cier­tos usos de la nue­va inte­li­gen­cia arti­fi­cial en pro­duc­tos Apple que se lan­za­rán en 2024, e inclu­so que algu­nos de sus avan­ces podrían estar­se usan­do ya mis­mo y esta­rían sien­do pro­ba­dos por los usua­rios, no solo del iPho­ne sino tam­bién en el reloj iWatch –más ade­lan­te mos­tra­ré un ejem­plo del ini­cio de ello–.

Auto­ma­ti­zar el esta­do emo­cio­nal (I) ¿Vas a dele­gar en tu móvil el cui­da­do de tu salud men­tal?

Según Mark Gur­man de Bloom­berg, ade­más, la empre­sa pla­nea un ser­vi­cio de ase­so­ra­mien­to médi­co basa­do en IA, un ras­trea­dor de esta­dos de áni­mo y una App de salud para el iPad. El segui­mien­to del esta­do de áni­mo y la App de salud para iPad están pre­vis­tos para iOS 17. Aca­bo de mirar mi móvil y tie­ne la ver­sión iOS17.2.1 y yo no le he ‘dicho’ a la App Salud de mi telé­fono ni, por aho­ra, me ha pre­gun­ta­do si quie­ro com­par­tir mis datos de salud con Apple. Con­fie­so mi inco­mo­di­dad con esto, ya que soy usua­rio de Mac casi des­de mi tier­na infan­cia, des­pués de docu­men­tar­me para este artícu­lo. No sé si soy el úni­co. Eso no impi­de que cuen­te aquí en deta­lle mis hallaz­gos al res­pec­to. Paso a ello.

Así, Apple está ya incor­po­rán­do­se al nue­vo nicho de nego­cio del cui­da­do vir­tual de la salud y des­ple­gan­do un ser­vi­cio de salud y bien­es­tar basa­do en una IA (Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial) capaz de detec­tar las emo­cio­nes de los usua­rios, inclu­yen­do las mías, si yo le deja­ra, cosa que no haré. El pro­yec­to es lla­ma­do inter­na­men­te Quartz. Su pla­ta­for­ma vir­tual está ya en prue­bas, –dis­cre­ta­men­te–. Según el mar­ke­ting de la empre­sa, esa App de Salud quie­re ‘influir’ a los usua­rios para que mejo­ren sus hábi­tos ali­men­ti­cios, y se ‘ejer­ci­ten’ físi­ca­men­te, y si se empie­za a usar la App inclu­so te va a enviar reco­men­da­cio­nes para dor­mir mejor.

Esa es la par­te ‘blan­ca’ de este tema, pero tam­bién hay un lado oscu­ro. No olvi­de­mos que esta Apli­ca­ción móvil (App) como cual­quie­ra de ellas y de este tipo de infor­má­ti­ca, sir­ve tam­bién para regis­trar datos y acti­vi­dad onli­ne para en base a ella gene­rar un flu­jo de publi­ci­dad hacia el usua­rio e incen­ti­var al máxi­mo el con­su­mo y su uso.

En las pre­ci­sas pala­bras de Enri­que Dans, pro­fe­sor de la IE Uni­ver­sity, la acti­vi­dad que indu­cen las App com­bi­na­das con el uso de las redes socia­les está “basa­da en la admi­nis­tra­ción per­so­na­li­za­da de con­te­ni­dos a los usua­rios, con el úni­co fin de ave­ri­guar cuan­tos más datos sea posi­ble sobre los mis­mos, y poder admi­nis­trar­les publi­ci­dad ultra-seg­­me­n­­ta­­da rela­cio­na­da con esos datos.”, y aña­de que, en el caso del uso de redes socia­les en el móvil, –como acce­den la mayo­ría de los usua­rios–, “es pro­por­cio­nar con­te­ni­do capaz de cap­tu­rar lo más posi­ble nues­tra aten­ción, con el fin de que pase­mos más tiem­po engan­cha­dos a ellas, para así obte­ner más infor­ma­ción y poder poner­nos más anun­cios.” Así, esta acti­vi­dad crea un regis­tro de métri­cas y cifras que las pla­ta­for­mas glo­ba­les ven­den a los anun­cian­tes a cam­bio de satu­rar­nos de anun­cios.

Automatización del cuidado de la salud mental

Pero hay malos ante­ce­den­tes sobre auto­ma­ti­za­ción de labo­res huma­nas. Un ser­vi­cio de este tipo se pro­bó des­de la admi­nis­tra­ción públi­ca en EE. UU. para ali­men­tar una línea de ayu­da. Fue un desas­tre total. La Aso­cia­ción Nacio­nal de Tras­tor­nos de la Ali­men­ta­ción de Esta­dos Uni­dos (NEDA) no tuvo mejor idea que la de eli­mi­nar al per­so­nal humano de su línea tele­fó­ni­ca de asis­ten­cia, sus­ti­tu­yén­do­lo por un chat­bot de IA lla­ma­do Tes­sa, dise­ña­do para tra­ba­jar pro­ble­mas de la salud men­tal y pre­ve­nir tras­tor­nos ali­men­ta­rios que comen­zó  man­dar masi­va­men­te reco­men­da­cio­nes sobre cómo per­der peso y otros con­se­jos peli­gro­sos. Ya está reti­ra­do.

La Orga­ni­za­ción Mun­dial de la Salud (OMS) ha adver­ti­do, hace solo unos meses, que en temas de salud men­tal ha de tener­se extre­mo cui­da­do en el uso de Chat­bots de IA en la aten­ción médi­ca por­que “los datos usa­dos de entre­na­mien­to de estos mode­los pue­den estar ses­ga­dos y gene­rar infor­ma­ción enga­ño­sa que pue­de cau­sar daño a los pacien­tes” y, sobre todo, si no se tie­ne la con­cien­cia de que los usua­rios de una App diver­ti­da y que pare­ce algo prác­ti­co,  la usan sin dar­se cuen­ta que está modi­fi­can­do su con­duc­ta y con­du­cién­do­la con avi­sos, con­se­jos y noti­fi­ca­cio­nes envia­dos median­te su algo­rít­mi­ca para que maxi­mi­ce el uso del móvil, cap­tu­ran­do tu aten­ción, ubi­cua­men­te, en cual­quier momen­to y lugar don­de te encuen­tres.

Grá­fi­co tra­du­ci­do del Infor­me de Finan­cial Times sobre la adic­ción de los ado­les­cen­tes en EE.UU. a las redes socia­les.

El pres­ti­gio­so Finan­cial Times publi­có hace unos meses un demo­le­dor infor­me titu­la­do: “La cri­sis de salud men­tal de los ado­les­cen­tes: un ajus­te de cuen­tas para las gran­des tec­no­ló­gi­cas” que sub­ti­tu­la: Cada vez hay más prue­bas que rela­cio­nan el aumen­to de la depre­sión infan­til con el uso de las redes socia­les. Des­cri­be las adic­cio­nes ‘sin sus­tan­cia’ que están pro­vo­can­do; el empeo­ra­mien­to de la salud men­tal de los estu­dian­tes; un gran incre­men­to de los casos enfer­me­da­des ali­men­ta­rias, y el enor­me el incre­men­to de los epi­so­dios de auto­le­sio­nes que pue­den aca­bar en cosas peo­res como el sui­ci­dio de meno­res y ado­les­cen­tes.

Una tec­no­lo­gía como la de los Smartpho­nes, que bien usa­da pue­de ser mara­vi­llo­sa, está con­vir­tién­do­se en un autén­ti­co pro­ble­ma social, a gran esca­la, por los usos de esta tec­no­lo­gía que están impo­nien­do las gran­des pla­ta­for­mas glo­ba­les y cómo la están apro­ve­chan­do para su bene­fi­cio a muy cor­to pla­zo, sin medir las con­se­cuen­cias a medio pla­zo. Pero hay noti­cias preo­cu­pan­tes. Según A. Press, las auto­ri­da­des de 41 esta­dos de EE.UU. han deman­da­do con­jun­ta­men­te a Meta y a sus pla­ta­for­mas (WhatsApp, Ins­ta­gram y Face­book) por daños vin­cu­la­dos a la depre­sión, la ansie­dad y el insom­nio en los niños y ado­les­cen­tes.

Por su par­te, La Unes­co en su infor­me tria­nual del pasa­do agos­to empla­za­ba a prohi­bir o limi­tar el uso de los móvi­les en las escue­las de pri­ma­ria y secun­da­ria y hay un cla­mor para que se regu­len estos usos y los de la IA cuen­to antes. Ese cla­mor está cre­cien­do y se va a con­ver­tir en un pro­ble­ma inter­na­cio­nal de pri­mer orden y, si no, al tiem­po.

Mien­tras tan­to y en medio de estos acon­te­ci­mien­tos, las empre­sas tec­no­ló­gi­cas res­pon­sa­bles de estos múl­ti­ples pro­ble­mas los igno­ran y siguen a lo suyo pre­sen­tan­do sus nue­vas ver­sio­nes tec­no­ló­gi­cas y cons­tru­yen­do nue­vos mode­los y sec­to­res de nego­cio basa­do en el pro­ble­ma que ellas mis­mas crean.

Si en mi ante­rior entre­ga de la sema­na pasa­da puse el ejem­plo de la paten­te para un ‘Tera­peu­ta vir­tual basa­do en IA’ regis­tra­do por Micro­soft, hoy voy a expli­car la nue­va apues­ta de Apple para el cui­da­do ‘vir­tual’ de la salud men­tal, es decir, la mate­ria­li­za­ción de su visión sobre la auto­ma­ti­za­ción del tra­ta­mien­to de las emo­cio­nes huma­nas (con su App Salud) enfo­ca­do pre­fe­ren­te­men­te a los más jóve­nes.

La terapeuta guay de IA de Apple. Los nuevos negocios del cuidado virtual de la salud mental

Pri­me­ro un poco de con­tex­to. Ins­ta­gram y Tik Tok, son dos de las redes socia­les, –aun­que no solo ellas–, que más se foca­li­zan en el mer­ca­do obje­ti­vo (tar­jet) de usua­rios más jóve­nes y ado­les­cen­tes, que son los que más tiem­po y aten­ción dedi­can al uso de los dis­po­si­ti­vos móvi­les. Eso hace de ellos un obje­ti­vo espe­cí­fi­co para estas empre­sas de pla­ta­for­mas de redes socia­les y de su ape­ti­to inaca­ba­ble de bene­fi­cios, sin impor­tar el cómo. Ya con­té en estas pági­nas sobre aque­lla “ansio­sa com­pe­ti­ción” por con­se­guir la mejor Cara Ins­ta­gram median­te la moda indu­ci­da de los fil­tros facia­les tri­di­men­sio­na­les con los que mejo­rar el aspec­to con el que las usua­rias mues­tran su ros­tro en las redes socia­les. Todo esto ha reci­bi­do un nue­vo impul­so con la ‘moda’ de la Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial Gene­ra­ti­va, que está impo­nien­do un nue­vo tipo de canon de belle­za (arti­fi­cial o digi­tal) para la pan­ta­lla. Un canon que se está con­vir­tien­do en un autén­ti­co pro­ble­ma social por­que con­du­ce a la ansie­dad, la frus­tra­ción, e indu­ce pro­ble­mas de salud men­tal sobre todo en usua­rias ado­les­cen­tes. Ya hay prue­bas.

El por­qué está cla­ro. En un docu­men­to nor­ma­ti­vo (policy paper) de 2020, la Aca­de­mia Ame­ri­ca­na de Pedia­tría seña­ló que los niños y ado­les­cen­tes son “espe­cial­men­te vul­ne­ra­bles a los efec­tos per­sua­si­vos de la publi­ci­dad y las modas indu­ci­das debi­do a su inma­du­rez en cuan­to a capa­ci­dad de pen­sa­mien­to crí­ti­co e inhi­bi­ción de impul­sos”.

En este con­tex­to la empre­sa tec­no­ló­gi­ca más valo­ra­da del mun­do, Apple, ya había vis­to la opor­tu­ni­dad de nego­cio en temas de salud, y una par­te de las ven­tas de su reloj inte­li­gen­te (y conec­ta­do) iWatch están rela­cio­na­das al cui­da­do del cuer­po. Aho­ra, ha dado un paso más y ha exten­di­do esa App con nue­vas fun­cio­nes que tie­nen que ver con ‘el cui­da­do de los esta­dos de áni­mo y la salud men­tal’.

Grá­fi­co tra­du­ci­do del Infor­me de Finan­cial Times sobre las tasas de sui­ci­dio de jóve­nes y ado­les­cen­tes en EE.UU. y en el Rei­no Uni­do, en los últi­mos años.

Como ya expli­có Fran­cis Hau­gen, le ex-eje­­cu­­ti­­va ante el Sena­do de los EE.UU., las gran­des pla­ta­for­mas tec­no­ló­gi­cas son cons­cien­tes de los pro­ble­mas que el uso de la tec­no­lo­gía inter­net que indu­ce su ‘inge­nie­ría social’ que gene­ran esta­dos de áni­mo y men­ta­les pro­ble­má­ti­cos, y en lugar de corre­gir los efec­tos nega­ti­vos de ello han deci­di­do algo mucho más ren­ta­ble para ellos: ‘auto­ma­ti­zar el cui­da­do de esta­dos de áni­mo y men­ta­les’ y gene­rar una moda digi­tal para que sea nor­mal que el ‘tera­peu­ta’ que tra­te los pro­ble­mas men­ta­les del usua­rio ya no sea un psi­có­lo­go o psi­quia­tra humano, sino una App que resi­da en su pro­pio Smartpho­ne en for­ma de una ‘Tera­peu­ta impul­sa­da por Inte­li­gen­cia Arti­fi­cial’, inter­ac­tuan­do como lo haría un ChatGPT, pero con mucha más cla­se y esti­lo; y que for­me par­te de la últi­ma moda. Sobre esta sus­ti­tu­ción hay muchas dudas, pero no les ha impe­di­do dar el paso.

Para que el lec­tor com­prue­be el ajus­te fino de la cues­tión, y para entrar en los deta­lles, voy a usar aho­ra la pro­pia expli­ca­ción de cómo fun­cio­na esta App en una revis­ta que pro­mo­cio­na las expe­rien­cias de esti­lo Ins­ta­gram (o sea, luga­res, modas, via­jes, todo de belle­za y per­fec­ción esté­ti­ca inal­can­za­ble, pero canó­ni­cos en la pan­ta­lla). No cita­ré la publi­ca­ción cana­dien­se que lo mues­tra en Inter­net, para no caer yo mis­mo en una espe­cie de Efec­to Strei­sand ­–cosa que no me haría nin­gu­na gra­cia–. Y para una más fácil com­pren­sión cita­ré sus mis­mas pala­bras tra­du­ci­das.

En el post que da noti­cia de ello, diri­gi­do sobre todo y de for­ma obvia a sus lec­to­ras guay, pero con esté­ti­ca cui­da­do­sa­men­te no exclu­yen­te, este nue­vo paso en la App Salud para iPho­ne, se expli­ca de hecho como algo per­te­ne­cien­te a una nue­va moda a la que hay que adhe­rir­se de inme­dia­to para ser más guay que nadie, como si de un boca-a-boca digi­tal se tra­ta­ra.

Pan­ta­lla­zos de la Inter­faz de la Sta­te of Mind, la App con IA para cui­da­do de la salud men­tal del iPho­ne de Apple.

El post que lo expli­ca es un tex­to, bajo la foto de una chi­ca muy atrac­ti­va, ‑ver la foto ini­cial de este artícu­lo–, lucien­do un iWatch y con unos pan­ta­lla­zos de iPho­ne de la App, se titu­la ‘Esta­do de Men­te’ y habla de la nue­va fun­ción del iPho­ne que “regis­tra tus emo­cio­nes dia­rias.” Bajo el títu­lo, lo jus­ti­fi­ca dicien­do: “En un mun­do cada vez más enfo­ca­do en la salud físi­ca, don­de la aten­ción se cen­tra en hacer ejer­ci­cio y man­te­ner­se en for­ma, la salud men­tal, a menu­do, pasa a un segun­do plano.” Sin embar­go, la auto­ra que no es psi­có­lo­ga sino perio­dis­ta espe­cia­li­za­da en esti­los de vida, belle­za, nutri­ción, etc., acla­ra que “nues­tro esta­do men­tal afec­ta pro­fun­da­men­te a nues­tra salud gene­ral y a nues­tra cali­dad de vida”. Y con­ti­núa: “Reco­no­cien­do este víncu­lo cru­cial, Apple ha intro­du­ci­do una fun­ción fácil de usar lla­ma­da “Esta­do men­tal” den­tro de su App ‘Salud’. Esta inno­va­do­ra herra­mien­ta, –rela­ta entu­sias­ta– te per­mi­te hacer un segui­mien­to (trac­king) de tus emo­cio­nes dia­rias, obte­ner infor­ma­ción valio­sa sobre tu bien­es­tar men­tal y acce­der a recur­sos úti­les para fomen­tar una men­te más sana y feliz.”

El tex­to da por hecho que ese trac­king es algo natu­ral. Como si fue­ra desea­ble que te reco­pi­len, regis­tren y se apro­pien cons­tan­te­men­te los datos del usuario/a sobre esta­dos de áni­mo, datos bio­mé­tri­cos, ciclos de sue­ño, tipo e inten­si­dad de los movi­mien­to, aspec­tos para-lin­­güí­s­­ti­­cos como velo­ci­dad e inten­si­dad del habla (toda la Apti­gra­fía), etc. Inclu­so todo esto pare­ce para la auto­ra lo más nor­mal del mun­do y muy útil para quien sea moni­to­ri­za­do. No hay la menor alu­sión a con­tra­in­di­ca­ción algu­na sobre la inti­mi­dad emo­cio­nal o men­tal. Por­que según ella, es guay. ;–)

Y todo en este plan, como diría el gran Paco Umbral. Así que el tex­to, bajo el epí­gra­fe trac­king’ (segui­mien­to y regis­tro) de tu pano­ra­ma emo­cio­nal, expli­ca, tutean­do des­en­fa­da­da­men­te: “La fun­ción Esta­do de áni­mo per­mi­te a los usua­rios [y usua­rias] regis­trar sus emo­cio­nes momen­tá­neas y esta­dos de áni­mo dia­rios, sin esfuer­zo.” Esto de ‘sin esfuer­zo’ es impor­tan­te, ya que for­ma par­te de lo que yo lla­mo la ‘como­di­dad nihi­lis­ta’: haz lo más cómo­do, sin que la con­se­cuen­cia pos­te­rior te impor­te.

Y con­ti­núa “Con unos pocos toques del dedo –se tra­ta de una pan­ta­lla tác­til–, pue­des cap­tu­rar tu esta­do emo­cio­nal actual, ya sea un sen­ti­mien­to fugaz de ale­gría, o una sen­sa­ción per­sis­ten­te de tris­te­za. Yo creo que esa expre­sión está ahí por­que es una sen­sa­ción que saben que aho­ra es fre­cuen­te en los usua­rios ado­les­cen­tes y por eso se indi­ca.

“Muchas per­so­nas, –con­ti­nua el rela­to–, que ini­cian un pro­ce­so de refle­xión dia­ria dejan de hacer­lo al cabo de unos días o sema­nas por­que se olvi­dan o por­que la vida les resul­ta dema­sia­do aje­trea­da para ‘ano­tar’ sus pen­sa­mien­tos. Sin embar­go, esta fun­ción de la App Salud les envía noti­fi­ca­cio­nes cuan­do ‘con­si­de­ra’ que es el momen­to de regis­trar su esta­do de áni­mo, de for­ma simi­lar a la fun­ción de medi­ca­ción de la App Salud. Ade­más, pue­de docu­men­tar su esta­do de áni­mo gene­ral del día, lo que pro­por­cio­na una pers­pec­ti­va ‘más amplia’ de su bien­es­tar emo­cio­nal. Es una for­ma rápi­da y sen­ci­lla de hacer un segui­mien­to de tus emo­cio­nes.” Sin comen­ta­rios.

Recuerda que todo lo que hago es por tu bien

Natu­ral­men­te, a cual­quie­ra que lea con cal­ma, –dado que se tra­ta nada menos que de la salud men­tal pro­pia–, al leer esta expli­ca­ción, le sur­gi­rán mil pre­gun­tas. Pero nada, la des­crip­ción es aser­ti­va, no se hace pre­gun­ta algu­na. Sigue todo el rato en el cita­do modo ‘como­di­dad nihi­lis­ta’, y da por bueno todo lo que haya esta App Tera­peu­ta de IA. El tono de la cita­da des­crip­ción de esta App me recuer­da el de aque­lla fra­se que les repe­tía al oído a los fun­da­do­res de Goo­gle, Ser­gey Brin y Larry Page, el enton­ces nue­vo CEO Eric Sch­midt cuan­do se hizo car­go de la direc­ción de la empre­sa. Les susu­rra­ba: “recuer­da que todo lo que hago es por tu bien”. Así, según la des­crip­ción, es como debe­mos rela­cio­nar­nos con esta App Tera­peu­ta en el móvil, como si todo lo que hacen el soft­wa­re y la App lo hicie­ran por nues­tro bien. Me asal­tan gran­des dudas al res­pec­to.

Dudas que empie­zan ya por esa para­do­ja de que quie­nes la han desa­rro­lla­do pare­ce que quie­ren poner reme­dio a aque­llo que la mis­ma App, –como la mayo­ría de ellas–, cau­sa y, al tiem­po, hacer nego­cio con ello. Y si uno lee la expli­ca­ción y sus sig­ni­fi­ca­dos en deta­lle, sur­gen para­do­jas, una tras otra. Quien ha redac­ta­do el tex­to da por hecho que el usua­rio o usua­ria, no va a refle­xio­nar por­que ‘se olvi­da’ o por­que ‘la vida le resul­ta dema­sia­do aje­trea­da’. Pero resul­ta que los datos esta­dís­ti­cos dicen que, pro­ba­ble­men­te, los usua­rios tie­nen ‘dema­sia­do aje­treo’ por su uso cons­tan­te y casi com­pul­si­vo de las pro­pias Apps de redes socia­les en su móvil, fun­da­men­tal­men­te. No hay más que obser­var cómo teclean de rápi­do los ado­les­cen­tes con los que nos cru­za­mos por la calle, o vemos en el auto­bús o en cual­quier lado. Sus patro­nes de teclea­do (Apti­gra­fía) son rápi­dos, inten­sos y ner­vio­sos. Y los datos de esa Apti­gra­fía están siem­pre sien­do regis­tra­dos por los múl­ti­ples sen­so­res del Smartpho­ne para ir lue­go camino a alguno de los data cen­ter de las pla­ta­for­mas y gene­rar un flu­jo enor­me de spam no soli­ci­ta­do de vuel­ta y pro­pio para cada usua­rio.

Ade­más, en el entre­lí­neas del rela­to sobre la App Tera­peu­ta, se insi­núa algo sor­pren­den­te, tam­bién como si fue­ra nor­mal. Y es que, en lugar de pre­gun­tar­te a ti mis­mo cómo te encuen­tras o cómo te sien­tes, …es más ¿fácil? y cómo­do que uti­li­ces esa App, en for­ma de Tera­peu­ta Guay de IA ‑como yo la llamo‑, para ave­ri­guar lo que tie­nes en tu cabe­za y cómo está tu esta­do de áni­mo y men­tal. No sé, debe ser como un ‘ata­jo rápi­do’ de los de la infor­má­ti­ca. No es que la App ‘sepa’. Una App no sabe nada ni com­pren­de nada en abso­lu­to. Sim­ple­men­te es el ten­tácu­lo final de una pode­ro­sa algo­rít­mi­ca infor­má­ti­ca que cal­cu­la una esta­dís­ti­ca pre­dic­ti­va per­so­na­li­za­da en fun­ción de los regis­tros de todo lo que tú mis­mo has hecho antes. Sus algo­rit­mos pre­di­cen el futu­ro en fun­ción del pasa­do, y “dan por hecho” –tam­bién es un decir–, que actua­rás de la mis­ma mane­ra den­tro de un ran­go de patro­nes de com­por­ta­mien­to que la loga­rít­mi­ca tie­ne alma­ce­na­dos sobre ti, sin pedir­te nin­gún per­mi­so.

 Así que, gra­cias a dichos patro­nes que regis­tra­ron antes de tus pará­me­tros emo­cio­na­les y men­ta­les, esa algo­rít­mi­ca flu­ye y hace fun­cio­nar la App en tu pan­ta­lla. Según la expli­ca­ción cita­da, esta App “pue­de docu­men­tar su esta­do de áni­mo gene­ral del día, lo que pro­por­cio­na una pers­pec­ti­va más amplia de su bien­es­tar emo­cio­nal”. Y aña­de que “es una for­ma rápi­da y sen­ci­lla de hacer un segui­mien­to de tus emo­cio­nes.”

Estar guay (mentalmente)

Y me pre­gun­to de nue­vo: ¿cuál es el fin o el pro­pó­si­to de este segui­mien­to? Pues según esta web, es muy sen­ci­llo. El obje­ti­vo es: “Estar guay!”. O sea, en reali­dad, que sigas con tu aten­ción engan­cha­da en su pan­ta­lla y usan­do el móvil más y más, todo lo posi­ble. Ese es el autén­ti­co pro­pó­si­to de esta App, como la de todas las demás. Para eso las han desa­rro­lla­do. En este caso, es algo más: se tra­ta de un Tera­peu­ta Vir­tual que, en con­tras­te con los tera­peu­tas huma­nos que cono­ce­mos, es incan­sa­ble, siem­pre está lis­to y dis­pues­to, 24 horas al día y 7 días a la sema­na, mien­tras tu Smartpho­ne ten­ga ins­ta­la­da la App y dis­pon­ga de bate­ría y cober­tu­ra, para estar onli­ne.

Ino­cen­te­men­te, me vuel­vo a pre­gun­tar,… si has deja­do tus esta­dos emo­cio­na­les y el ‘cui­da­do’ ‑es un decir–, de su salud men­tal en manos de esta App o Tera­paeu­ta guay por IA, ¿para qué nece­si­tas, ‑como dice el tex­to explicativo‑, tener una ‘pers­pec­ti­va amplia de tu bien­es­tar emo­cio­nal’, si ya la tie­ne tu App de Salud que está radi­ca­da en tu telé­fono? Res­pues­ta: por­que así es mas ‘guay’, eres mas moder­na, o moderno, y lo pue­des con­tar y men­sa­jear a tus amigos/as digi­ta­les en redes.

La des­crip­ción con­ti­nua: “El ver­da­de­ro poder de la fun­ción Esta­do Men­tal resi­de en su capa­ci­dad para trans­for­mar los datos emo­cio­na­les bru­tos (del usua­rio o usua­ria) en infor­ma­ción prác­ti­ca. Median­te el segui­mien­to de las emo­cio­nes a lo lar­go del tiem­po, los usua­rios pue­den iden­ti­fi­car patro­nes y ten­den­cias en su esta­do men­tal. Rea­li­za­rá un segui­mien­to de cada esta­do de áni­mo que te suce­da y crea­rá grá­fi­cos de ten­den­cias de tus esta­dos de áni­mo. Con el tiem­po, podrás ver patro­nes. Por ejem­plo, pue­de que estés un poco mal­hu­mo­ra­do cuan­do te levan­tas por la maña­na, pero que vayas mejo­ran­do gra­dual­men­te a lo lar­go del día. Esta valio­sa infor­ma­ción pue­de arro­jar luz sobre posi­bles des­en­ca­de­nan­tes de las emo­cio­nes nega­ti­vas y poner de relie­ve los fac­to­res que con­tri­bu­yen a las posi­ti­vas.” O sea, se tra­ta de una auto­ayu­da psi­co­ló­gi­ca y psi­quiá­tri­ca –con lo que eso sig­ni­fi­ca–, vía App de tu Smartpho­ne, en toda regla.

Así que, según la expli­ca­ción, “más allá del segui­mien­to y aná­li­sis de las emo­cio­nes, la fun­ción Esta­do de Áni­mo es una puer­ta de acce­so a una gran can­ti­dad de eva­lua­cio­nes y recur­sos de salud men­tal. Las eva­lua­cio­nes rápi­das del esta­do de áni­mo ofre­cen una com­pren­sión más pro­fun­da de tu esta­do emo­cio­nal y reco­men­da­cio­nes per­so­na­li­za­das para mejo­rar tu salud men­tal.” Pero ya tene­mos datos, como he seña­la­do ante­rior­men­te, que el uso masi­vo que se hace de ellas, es hoy una de las mayo­res fuen­tes de pro­ble­mas emo­cio­na­les y de salud men­tal en meno­res y ado­les­cen­tes, y no solo en ellos. Otra para­do­ja enor­me.

La auto­ra con­clu­ye valo­ran­do la lle­ga­da de esta tec­no­lo­gía: “La intro­duc­ción de la fun­ción Esta­do Men­tal supo­ne un impor­tan­te paso ade­lan­te en la tec­no­lo­gía de la salud men­tal”. Pero esa deno­mi­na­ción, no si se refie­re a la neu­ro­tec­no­lo­gía que usan los neu­ro­cien­tí­fi­cos que ver­da­de­ra­men­te luchan con­tra las dolen­cias huma­nas de salud men­tal o si se refie­re a los pro­duc­tos vir­tua­les que las gran­des tec­no­ló­gi­cas quie­ren ven­der para ‘auto­ma­ti­zar’ (sus­ti­tuir) a tera­peu­tas huma­nos (psi­quia­tras y psi­có­lo­gos) por la algo­rít­mi­ca pre­dic­ti­va que tan­to daño en salud men­tal está cau­san­do. Creo que se refie­re a lo segun­do,

Y ten­go mucha curio­si­dad por saber lo que opi­nan los Cole­gios de Médi­cos y de Tera­peu­tas espa­ño­les sobre esta noti­cia y si tam­bién ellos la con­si­de­ran ‘un paso ade­lan­te’, tenien­do en cuen­ta la que está cayen­do sobre el uso de los móvi­les a nivel social, o si la con­si­de­ran una intru­sión o una inva­sión, –con tec­no­lo­gías oscu­ras y poco pro­ba­das–, en sus fun­cio­nes socia­les y de lucha con­tra las enfer­me­da­des men­ta­les en la socie­dad.

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