El Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha capacitado el servicio de diagnóstico de COVID-19 por PCR puesto en marcha por la Universitat de València y la empresa biotecnológica Epidisease. El laboratorio, que tiene capacidad para analizar 1.200 muestras virales diarias, podrá dar servicio a la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública en el análisis de muestras procedentes de los hospitales valencianos.
La capacidad de las comunidades autónomas para la realización de pruebas diagnósticas de COVID-19 mediante la técnica RT-PCR (‘Reacción en Cadena de la Polimerasa’, por sus siglas en inglés), es uno de los principales factores para garantizar el avance en la desescalada hacia la nueva normalidad proyectada por el gobierno. La realización de pruebas PCR es esencial para que los contagios permanezcan en el ámbito local minimizando el efecto de un posible repunte. Se trata de evitar que las cadenas de transmisión residuales se conviertan en una segunda ola grave.
Estos tests presentan una sensibilidad del 99% y detectan la presencia de coronavirus en individuos con infección activa. Se trata, hoy por hoy, de la prueba más fiable para detectar a personas asintomáticas o a aquellas que se encuentran en los días previos a la aparición de síntomas, así como para confirmar la infección del virus SARS-CoV‑2.
La capacitación otorgada por el Instituto de Salud Carlos III, dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación, permite que el laboratorio preste apoyo a la Conselleria de Sanitat Universal i Salut Pública de la Generalitat Valenciana en el análisis de pruebas procedentes de los hospitales de la Comunidad Valenciana. “En 24 horas podemos enviar a Sanidad resultados del test para que puedan ser comunicados a los pacientes y actuar según protocolo”, aseguran José Luis García, director ejecutivo de EpiDisease, y Salvador Mena y Federico Pallardó, profesores del departamento de Fisiología de la Universitat de València (UV), los tres responsables de la puesta en marcha de esta iniciativa.
Ubicado en el Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva (ICBibe) de la Universitat de València, en el Parc Científic de la institución académica, el laboratorio cuenta con un robot automatizado de extracción de RNA y una máquina PCR, que permiten analizar 1.200 muestras diarias.
El nuevo servicio parte de una colaboración entre la UV y la empresa biotecnológica para la puesta en marcha conjunta del laboratorio. “Desde el principio de esta crisis y en línea con el compromiso de responsabilidad y transferencia del conocimiento a la sociedad, la Universitat de València está aportando todos los recursos posibles para colaborar con las autoridades sanitarias en la superación de esta pandemia”, comenta la vicerrectora de Innovación y Transferencia de la institución académica, María Dolores Real. “Poner a disposición de la Conselleria de Sanitat un laboratorio con el nivel de bioseguridad exigido y hacerlo con una spin-off reconocida por la nuestra institución es una cuestión de responsabilidad social”, ha dicho.
EpiDisease es una spin-off de la Universitat de València dedicada a la investigación epigenética e instalada también en el Parc Científic. La empresa desarrolla servicios y productos innovadores para el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades humanas. En la actualidad forma parte del grupo privado Alianza COVID-19, formado por empresas biotecnológicas y laboratorios con experiencia en diagnóstico PCR con el objetivo de unir sus capacidades para ofrecer tests fiables de COVID-19 de forma masiva.
Comparte esta publicación
Suscríbete a nuestro boletín
Recibe toda la actualidad en cultura y ocio, de la ciudad de Valencia