La obra, coproducida por Arden y la Sala Russafa, inaugura el día 16 la programación especial de Navidad del teatro

Los acto­res de «Mi que­ri­da ton­ta Espa­ña».

Espa­ña ha muer­to, y los peo­res pre­sa­gios se han hecho reali­dad: direc­ta al infierno. Por suer­te Dan­te está de por­te­ro y cree que la pena es exce­si­va, así que deci­de dar­le una últi­ma opor­tu­ni­dad. El escri­tor deci­de hacer un lla­ma­mien­to a los prin­ci­pa­les per­so­na­jes his­tó­ri­cos del país… pero solo se pre­sen­tan cin­co. Este es el surrea­lis­ta pun­to de par­ti­da de Mi que­ri­da ton­ta Espa­ña, una come­dia copro­du­ci­da por Arden Arden y la Sala Rus­sa­fa, con el que la sala valen­cia­na ini­cia su pro­gra­ma­ción espe­cial de Navi­dad. La obra, que se estre­na el 16 de diciem­bre, podrá ver­se has­ta el 8 de enero) con fun­cio­nes de Navi­dad, Noche­vie­ja y Reyes inclui­das).

Mi que­ri­da ton­ta Espa­ña es un nue­vo mon­ta­je fru­to de uno de los cru­ces qui­zá más ines­pe­ra­dos: La Divi­na come­dia, de Dan­te, con Los epi­so­dios nacio­na­les, de Beni­to Pérez Gal­dós. Un cóc­tel total­men­te explo­si­vo cuan­do se aña­de el tono de far­sa, cari­ca­tu­res­co y des­len­gua­do que Car­de­ña apli­ca a estas come­dias, con las que bus­ca exor­ci­zar las ten­sio­nes acu­mu­la­das a lo lar­go del año, pero sin dejar de hacer pen­sar a la audien­cia.

Escri­ta y diri­gi­da por Che­ma Car­de­ña, el vete­rano dra­ma­tur­go y fun­da­dor de Arden, trans­for­ma el esce­na­rio en un «infierno calen­ti­to» al que lle­ga Espa­ña, que aca­ba de falle­cer por cau­sas natu­ra­les, por haber come­ti­do todos y cada uno de los peca­dos capi­ta­les. Solo la inter­ven­ción del autor de La divi­na come­dia podrá impe­dir que el país aca­be con­de­na­do ad eter­num a arder en las cal­de­ras de Pedro Bote­ro.

«Si nos para­mos a hacer un repa­so a cómo nació y se ha desa­rro­lla­do la suma de rei­nos medie­va­les que hoy cono­ce­mos como Espa­ña, la ver­dad es que no hemos sido unos ange­li­tos. Ha habi­do epi­so­dios mar­ca­dos por la pura ava­ri­cia, por la sober­bia o por la ira. La gula, la pere­za y la envi­dia for­man par­te de los tópi­cos con los que muchos nos defi­nen. Y sobre la luju­ria, tene­mos ejem­plos anti­guos, pero tam­bién muy recien­tes de la eró­ti­ca del poder», comen­ta Car­de­ña.

Pero no todo está per­di­do. El famo­so escri­tor Dan­te —trans­for­ma­do en un per­so­na­je tea­tral para esta come­dia—, duda sobre la con­ve­nien­cia de lle­var a un país con seme­jan­te peso his­tó­ri­co a las lla­mas eter­nas. Así que deci­de lla­mar a las figu­ras que han mar­ca­do su deve­nir para que inten­ten sal­var­la. «El caso es que solo se pres­tan cin­co, ¡y vaya cin­co!», aña­de el direc­tor. Los valien­tes son la reli­gio­sa San­ta Tere­sa de Jesús, el con­quis­ta­dor Her­nán Cor­tés, la mili­tar Agus­ti­na de Ara­gón, el artis­ta Sal­va­dor Dalí y el filó­so­fo Mai­mo­ni­des.

Cada uno de ellos lle­ga a esce­na con las ves­ti­men­tas típi­cas de su épo­ca, las obse­sio­nes y expre­sio­nes pro­pias de su carác­ter, com­po­nien­do un equi­po que pare­ce más una jau­la de gri­llos que un pelo­tón de sal­va­men­to. Con el públi­co como jura­do, irán enfren­tán­do­se a dife­ren­tes prue­bas para redi­mir cada uno de los peca­dos capi­ta­les come­ti­dos por Espa­ña en un repa­so a la his­to­ria del país car­ga­do de sáti­ra y paro­dia, con diá­lo­gos y situa­cio­nes des­ter­ni­llan­tes, en una come­dia que cre­ce con­for­me pasan los minu­tos y se acer­ca el momen­to del vere­dic­to final.

Los acto­res valen­cia­nos Rosa López, Darío Torrent, Jai­me Vice­do, Sao­ro Ferre, Raquel Ortells y el pro­pio Car­de­ña inter­pre­tan esta come­dia cuya tra­ma avan­za acom­pa­ña­da por ver­sio­nes en direc­to de gran­des temas de todos los tiem­pos. «Es una de las señas de iden­ti­dad de nues­tros espec­tácu­los navi­de­ños. La músi­ca le da un tono fes­ti­vo toda­vía mayor y refuer­za el men­sa­je que esta­mos trans­mi­tien­do por­que la selec­ción musi­cal está esco­gi­da para que haga cre­cer cada esce­na», seña­la el direc­tor y autor de la pie­za, seña­lan­do a David Cam­pi­llos como el res­pon­sa­ble de esta par­te fun­da­men­tal del mon­ta­je.

Otra esce­na de la obra.

Banda sonora

En este par­ti­cu­lar infierno don­de Espa­ña lucha por sal­var­se de las lla­mas, sue­nan en direc­to ver­sio­nes de temas como Don’t lea­ve me this way (The Com­mu­nards), Lady Mar­me­la­de (LaBe­lle) o I will follow him (André Rieu). Los acto­res se lan­zan a can­tar jun­to a un gru­po de músi­cos pro­fe­sio­na­les, habi­tua­les de la esce­na inde­pen­dien­te valen­cia­na. Este año, la músi­ca corre a car­go del gru­po valen­ciano inde­pen­dien­te The Gran­nies Band, com­pues­ta por el voca­lis­ta José Gar­cía del Real, el bate­ris­ta José Mon­to­ro y el bajis­ta David Cam­pi­llos, a quie­nes se suma el gui­ta­rra Rubén Mar­qués.

Navi­dad y come­dia son dos pala­bras habi­tua­les en la sala Rus­sa­fa, un sello sello pro­pio que han ido defi­nien­do espec­tácu­los como Ali­cia en Won­der­land, Bus­can­do al Mago de Oz (Oh, EurOZ­pa), Via­je a Nun­ca­ja­más, La Reve­la­ción o ¿Y la nave va?, entre otros.

«En gene­ral, cuan­do lle­ga esta rec­ta final de diciem­bre, esta­mos satu­ra­dos de las malas noti­cias que se han ido suman­do duran­te meses, de las obli­ga­cio­nes que con­lle­van las fies­tas, de las incóg­ni­tas sobre si real­men­te cam­bia­rá algo con la entra­da del año nue­vo», argu­men­ta el autor y direc­tor del nue­vo espec­tácu­lo, jun­to a los ante­rior­men­te cita­dos.

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