Son dos conceptos que, a veces, se confunden, y ambos son fundamentales para estar sanos
Como ya te hablaba en el anterior artículo, cuidar de nuestra microbiota o flora intestinal es fundamental para potenciar nuestro sistema inmunitario y en general para fomentar un buen estado de salud. Y este tema a su vez nos lleva a su vez a dejar claros dos conceptos clave que en muchas ocasiones pueden llegar a confundirse: los probióticos y los prebióticos.
Sin antes recordar que la microbiota intestinal está constituida por la flora dominante activa, fundamentalmente bacilos y bifidobacterias, y por la subdominante, lactobacillus, que sufren pocas variaciones a lo largo de la vida; y por la flora intestinal transitoria o temporal, que varía en función de cambios dietéticos, medioambientales, edad, zona geográfica, etc. y que no coloniza el intestino.
La microbiota difiere de un individuo a otro, y de la misma manera, una misma persona puede cambiar su microbiota a lo largo de la vida. Mientras que las poblaciones dominantes suelen permanecer estables y el consumo de alimentos probióticos y prebióticos puede ayudarnos a mantener su equilibrio sin necesidad de consumir suplementos alimenticios, todo a través de nuestra alimentación
(Lea el artículo completo en Almanaque Gastronómico)
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