No se trata de una patología en sí misma, sino que es un síntoma

Un depor­tis­ta hidra­tán­do­se.

Uno de los pro­ble­mas más recu­rren­tes, espe­cial­men­te en las muje­res, es la fas­ti­dio­sa reten­ción de líqui­dos que nos trae de cabe­za por lo moles­ta que pue­de lle­gar a ser.

Se pue­de per­ci­bir como una hin­cha­zón, que fre­cuen­te­men­te ocu­rre en las extre­mi­da­des, espe­cial­men­te en las infe­rio­res, pero tam­bién pue­de apa­re­cer en todo el cuer­po, inclu­so en la cara.

Si es tu caso, te cuen­to todo lo que nece­si­tas saber de la reten­ción de líqui­dos y cómo solu­cio­nar­la.

En prin­ci­pio, la reten­ción de líqui­dos no se tra­ta de una pato­lo­gía en sí mis­ma, sino que es un sín­to­ma, pero aún sien­do así es impor­tan­te poder reco­no­cer por­que se pro­du­ce y tomar las medi­das nece­sa­rias ya que sue­le estar rela­cio­na­da con pro­ble­mas cir­cu­la­to­rios, insu­fi­cien­cia car­dia­ca y enfer­me­da­des rena­les o hepá­ti­cas.

El cuer­po humano está com­pues­to por un 60 – 70% de agua, que a su vez se divi­de en dos gran­des com­par­ti­men­tos:

  • El líqui­do extra­ce­lu­lar: es el más abun­dan­te, repre­sen­tan­do entre el 45 – 75% del peso cor­po­ral, que a su vez se divi­de en plas­ma, agua inters­ti­cial y sub com­par­ti­men­to trasns­ce­lu­lar)
  • Líqui­do intra­ce­lu­lar: se encuen­tra en el inte­rior de las célu­las y está sepa­ra­do del líqui­do extra­ce­lu­lar por la mem­bra­na celu­lar a tra­vés de la cual se esta­ble­ce el paso de dis­tin­tas sus­tan­cias disuel­tas en ambos líqui­dos.

Cuan­do se rom­pe el equi­li­brio entre ambos es cuan­do pue­de apa­re­cer la reten­ción de líqui­dos.

Lea el artícu­lo com­ple­to en Alma­na­que Gas­tro­nó­mi­co

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