No es una dieta sino una estrategia nutricional que se utiliza con objetivos claros de salud o de pérdida de masa grasa

Segu­ro que has oído hablar de ayuno inter­mi­ten­te y qui­zás se te haya pasa­do por la cabe­za comen­zar a hacer­lo, pero te sur­gen dudas, ¿real­men­te es bueno para la salud?,  ¿fun­cio­na para per­der peso?, ¿es segu­ro?.

Hoy te resuel­vo tus dudas y para empe­zar hemos de pun­tua­li­zar que a pesar de lo que pien­san muchas per­so­nas, el ayuno inter­mi­ten­te NO es una die­ta, si no que se tra­ta de una estra­te­gia nutri­cio­nal que uti­li­za­mos de vez en cuan­do en con­sul­ta, con obje­ti­vos cla­ros de salud o de pér­di­da de masa gra­sa.

El tér­mino de ayuno inter­mi­ten­te o inter­mi­tent fas­ting hace refe­ren­cia a un perio­do de tiem­po deter­mi­na­do en el cual nos abs­te­ne­mos total o par­cial­men­te de comer.

Este tipo de estra­te­gia se dio más a cono­cer en el 2016 cuan­do Yoshi­no­ri Ohsu­mi, pre­mia­do con el Nobel, nos des­cu­brió el sis­te­ma de reci­cla­je que uti­li­za nues­tro cuer­po cuan­do hace­mos ayuno, la auto­fa­gia, que vie­ne del grie­go y sig­ni­fi­ca «comer­se a uno mis­mo» (que ya acu­ñó Chris­tian de Duve en los años 60).

Median­te este meca­nis­mo la muer­te pro­gra­ma­da de las célu­las daña­das de nues­tro cuer­po, cono­ci­da como apop­to­sis, no se pro­du­ci­rá, si no que se repa­ra­ran los daños celu­la­res sin nece­si­tar pro­gra­mar esta muer­te.

Los liso­so­mas serán los encar­ga­dos de reci­clar el mate­rial que ya no sir­ve y de esta mane­ra podre­mos luchar con­tra la enfer­me­dad.

Para esti­mu­lar este meca­nis­mo de auto­fa­gia se uti­li­za, ade­más de seguir un esti­lo de vida salu­da­ble, el el ayuno y la res­tric­ción caló­ri­ca.

Lea el artícu­lo com­ple­to en Alma­na­que Gas­tro­nó­mi­co

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