Sala Russafa acoge la despedida de los escenarios de «La invasión de los bárbaros»
La obra, que ha estado más de cuatro años girando por España, se convertirá en película.
Del 23 al 29 de mayo pueden verse en Sala Russafa las últimas cuatro funciones de «La invasión de los bárbaros», una emocionante obra que se despide de los teatros antes de su salto a las pantallas, dado que pronto se estrenará su versión cinematográfica.
El espectáculo se desarrolla en dos líneas temporales que se presentan simultáneamente en el escenario, donde se recrean dos espacios. En uno de ellos, el público se traslada a 1939 para presenciar el interrogatorio en los bajos de las Torres de Serrano de una conservadora de arte que participó en la salvaguarda del patrimonio del museo de El Prado, ante la desaparición del cuadro de Ulpiano Checa cuyo título da nombre a la obra de teatro. En el otro se recrea un despacho del ayuntamiento de un pequeño municipio en 2009, donde una representante de una asociación memorialista mantiene una reunión con el alcalde para pedir la excavación y apertura de una fosa común.
Estos dos momentos del pasado se van alternando para invitar a reflexionar sobre el papel del arte en la creación de un espíritu crítico en la ciudadanía. Y para cuestionar cuánto se ha avanzado en el establecimiento de una verdadera memoria de la historia, donde se dignifique a las víctimas y se reconozcan los hechos, permitiendo avanzar hacia un futuro común, superando el enfrentamiento a través del aprendizaje y no del olvido.
Cuatro años de gira
Desde su estreno en Barcelona en noviembre de 2019, capeando durante la pandemia la suspensión de las representaciones y después la reducción de aforos, esta obra se ha sobrepuesto al periodo más complejo para las artes escénicas y ha seguido su exhibición por todo el país, con más de un centenar de representaciones.
Una experiencia que, para el equipo artístico que la ha encarnado, ha supuesto un encuentro con el público y con su profesión muy enriquecedores. Palabras como emoción, necesaria, memoria, agradecimiento, vida y familia vienen a la mente de los actores que conformaron los dos elencos que la han representado. Hasta 2021 fueron su autor y director, Chema Cardeña, junto a Juan Carlos Garés, Iria Márquez y Rosa López. Después, los personajes masculinos pasaron a estar interpretados por Manu Valls y Vicent Pastor.
Todos ellos destacan la interacción que ha habido con los espectadores, que han esperado al final de las funciones para hablar con los intérpretes o han participado en los foros organizados tras algunas de las representaciones, con invitados especiales como asociaciones memorialistas, testimonios particulares y hasta políticos. “El público compartía con nosotros sus experiencias personales, nos agradecía que hiciéramos visible esta parte de la historia que se había tratado de silenciar… Ese contacto directo ha marcado por completo nuestra manera de interpretar la obra, porque nos hacía ser conscientes de estar representando la vida, la lucha de muchas personas”, explica Cardeña.
Tras una larga investigación en testimonios, hechos y documentación histórica, el dramaturgo creó este espectáculo, alabado por la crítica, que ahora ha servido como base para la adaptación cinematográfica La invasió dels bàrbars.
Con guion del propio Cardeña y Vicente Monsonís, quien también se encarga de la dirección, la película se ha rodado recientemente en localizaciones de la Comunitat Valenciana. El proyecto nació de la coproducción de los valencianos Arden y Stanbrook, con la colaboración de Alhena y la ayuda del IVC. Actualmente está en fase de posproducción, pronto se anunciará su estreno, permitiendo una nueva vida en las pantallas para esta historia creada dentro de la ‘Trilogía de la memoria’ de la compañía teatral, fundadora en 2011 del centro cultural de Ruzafa.
Las tres obras que la conforman — Shakespeare en Berlín, La invasión de los bárbaros y El perfume del tiempo – trasladan al público a tres países y momentos históricos distintos: el nacismo alemán, la guerra civil española y la dictadura argentina del general Videla. El objetivo es recordarle los efectos para la sociedad del fascismo. “Un mensaje más necesario cada día, con el crecimiento de la ultraderecha y la polarización. Es importante tener presente el dolor, la represión y la barbarie a la que pueden llevar los extremismos”, apostilla Cardeña, creador y director artístico de la trilogía, quien invita al público a disfrutar de esta pieza que promete cuatro emotivas funciones de despedida en el espacio que la vio nacer, el centro de creación, formación y exhibición de artes escénicas Sala Russafa.
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