Los valencianos Luis Ponce e Inma Almansa se enfrentan al «Monstruo del West End» en la nueva entrega de su personaje

Sara Hol­mes y sus ami­gos (INMA ALMANSA).

Tras haber (casi) resuel­to la des­apa­ri­ción de las agu­jas del míti­co Big Ben, la tata­ra­nie­ta del genial inqui­lino del 221B de Baker Street, su ami­go Tobías Watson, y el bueno de su perro, tie­nen que aca­bar de acla­rar algu­nos fle­cos de su últi­mo caso, un nue­vo mis­te­rio se cru­za en sus vidas. Esta es la tra­ma de Sarah Hol­mes y el mons­truo de West End (Pla­ne­ta), de los valen­cia­nos Luis Pon­ce e Inma Alman­sa, que aca­ba de lle­gar a las libre­rías y que se pre­sen­ta­rá este vier­nes (19 h.) en libre­ría Ban­ga­rang con la divul­ga­do­ra Iria Ros como maes­tra de cere­mo­nias.

Para remon­tar­se a la géne­sis de esta nove­la para jóve­nes hay que via­jar has­ta la edi­ción de 2019 del fes­ti­val Splash, que se cele­bra todos los años —pan­de­mia median­te— en Sagun­to. El com­bo pre­sen­ta­ba su pri­me­ra cola­bo­ra­ción, 100 pese­tas, una diver­ti­da come­dia sobre un gru­po de ado­les­cen­tes un poco des­nor­ta­dos.

«Se nos ocu­rrió, hablan­do, que nues­tra siguien­te cola­bo­ra­ción podría ser algo más infan­til. A Luis siem­pre le ha gus­ta­do mucho Sher­lock Hol­mes y, ade­más, está libre de dere­chos», expli­ca el guio­nis­ta.

«Al prin­ci­pio se nos ocu­rrió inven­tar­nos una hija, pero his­tó­ri­ca­men­te los niños no tie­nen refe­ren­cias de esa épo­ca, así que deci­di­mos sal­tar un par de generaciones—continúa— para que nues­tro per­so­na­je pudie­ra tener móvil y vivir en un entorno en el que les resul­te más fácil iden­ti­fi­car­se». Pen­sat i fet: había naci­do Sarah Hol­mes.

Bueno… no tan fet. «En reali­dad está­ba­mos tra­ba­jan­do en otro pro­yec­to, y en el siguien­te Salón Inter­na­cio­nal del Cómic de Bar­ce­lo­na se acer­ca­ron al stand de Pla­ne­ta (con quie­nes había publi­ca­do su ante­rior tra­ba­jo), pero la idea que pre­sen­ta­ron no aca­bó de cua­jar.

«Como tenía­mos algo hecho ya de Sarah Hol­mes apro­ve­cha­mos para ense­ñar­lo. Les gus­to un poco más y nos pidie­ron que desa­rro­llá­ra­mos un poco más la idea y vol­ve­ría­mos a hablar». Así lo hicie­ron, y tras una espe­ra que se hizo lar­ga, sonó el telé­fono: luz ver­de al pro­yec­to

Uno de los acier­tos del pri­mer Sara Hol­mes es que la tra­ma no que­da­ba del todo resuel­ta —eso ocu­rre en esta segun­da—, lo que obli­ga­ba a los lec­to­res a apor­tar sus pro­pias solu­cio­nes. El libro incluía una pági­na con pis­tas para lle­gar a una con­clu­sión que esta nue­va aven­tu­ra dirá si era correc­ta o no.

Luis Pon­ce e Inma Alman­sa.

Poce y Almansa, año cero

Pon­ce y Alman­sa for­ma­ban par­te de un gru­po de afi­cio­na­dos que hacía sus pini­tos en el mun­do del cómic cuan­do Nor­ma los reclu­tó para Valen­tia (2012), una obra colec­ti­va con el cap i casal como pro­ta­go­nis­ta naci­da al calor de una ini­cia­ti­va, Bar­ce­lo­na TM, que había lle­va­do a cabo la edi­to­rial fun­da­da por Rafael Mar­tí­nez Díaz. En total, 23 auto­res y 23 his­to­rias, en la que jun­to a con­sa­gra­dos como Paco Roca o Daniel Torres había jóve­nes pro­me­sas.

Algu­nos de ellos vol­vie­ron a ver­se las caras, poco des­pués, en De muer­te (GP Edi­cio­nes) —en el que par­ti­ci­pa­ron unas enton­ces des­co­no­ci­das Lau­ra Pérez y Nuria Tama­rit, entre otros—. Pon­ce y Alman­sa se cono­cían bien y hacían buen equi­po, así que deci­die­ron unir­se. El resul­ta­do fue 100 pese­tas.

Has­ta la fecha, el tán­dem Pon­ce – Alman­sa fun­cio­na bien. «Luis es muy rápi­do pen­san­do y se le ocu­rren un mon­tón de cosas. A veces dema­sia­do rápi­do [se ríe] y me toca parar­lo. Pero en gene­ral, cuan­do hay algu­na dis­cre­pan­cia, lo habla­mos y lo aca­ba­mos solu­cio­nan­do. Somos ami­gos», apun­ta. En una cosa esta­ban de acuer­do: para mos­trar los con­tras­tes Sarah sería azul y Watson, naran­ja. Otro pun­to en común fue intro­du­cir cier­to rea­lis­mo: «antes del con­fi­na­mien­to había ido a Lon­dres y tenía muchas fotos: si sigues el cómic con un Goo­gle Maps verás que tie­ne cohe­ren­cia», aña­de.

Así, en esta nue­va aven­tu­ra, Sarah ya es detec­ti­ve, aun­que sigue un poco con­tra­ria­da por no haber podi­do resol­ver total­men­te su ante­rior caso. Pero reci­be un encar­go de una actriz del West End que ha per­di­do la voz mien­tras que tra­ba­ja en un tea­tro en el que se escu­chan unos rui­dos mis­te­rio­sos. Ella y Watson ten­drán que resol­ver esté enre­do en una tra­ma que inclu­ye un gui­ño a El perro de Bas­ker­vi­lle.

¿Y el futu­ro? ¿Habrá más entre­gas? ¿Segui­rán sien­do equi­po Pon­ce y Alman­sa como los son Sarah y Tobías? Alman­sa com­pa­gi­na su face­ta de dibu­jan­te de cómics con su labor de ilus­tra­do­ra para series como Slum­ber­kins (aho­ra en Appel TV). No es que le sobre tiem­po.

«El con­tra­to inclu­ye una ter­ce­ra entre­ga, así que la últi­ma pala­bra la tie­nen los lec­to­res y la edi­to­rial —con­clu­ye—. En cuan­to a noso­tros, es pro­ba­ble que haga­mos más cosas jun­tos, aun­que tras la ter­ce­ra entre­ga a lo mejor me doy unas vaca­cio­nes y tra­ba­jo en un libro infan­til o algo así».

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