Sheila Blanco, Montserrat Palacios y Enrique Falcón, protagonistas del Rimbomba

El festival de poesía viva del TEM incluirá improvisación, compromiso social y político y una reivindicación de las poetas de la Generación del 27

Mon­tse­rrat Pala­cios (MABEL GRIJALBA).

El ciclo de poe­sía viva de Valèn­cia Rim­bom­ba, lle­va tres edi­cio­nes tra­yen­do al Tea­tre El Musi­cal las voces más repre­sen­ta­ti­vas de la líri­ca escé­ni­ca actual. Este pró­xi­mo 18 de noviem­bre se cele­bra la segun­da entre­ga de la cita cul­tu­ral con tres figu­ras fun­da­men­ta­les de la pala­bra dicha actual, los tra­ba­jos de la per­for­mer vocal y artis­ta sono­ra Mon­tse­rrat Pala­cios, el poe­ta valen­ciano Enri­que Fal­cón y la can­tan­te y com­po­si­to­ra Shei­la Blan­co.

«Rim­bom­ba pre­ten­de recu­pe­rar el espa­cio públi­co para devol­ver­le al pue­blo el len­gua­je que exhor­ta, cele­bra, hora­da o hie­re. El obje­ti­vo es hacer sen­tir la poe­sía viva en la cere­mo­nia tea­tral», resu­me el coor­di­na­dor del ciclo, Jesus Ge.

La vela­da arran­ca­rá este pró­xi­mo vier­nes con la pro­pues­ta de la his­pa­no­me­xi­ca­na Mon­tse­rrat Pala­cios, una antro­pó­lo­ga sono­ra espe­cia­lis­ta en téc­ni­cas exten­di­das de la voz. Esto es, la rup­tu­ra con el can­to en sen­ti­do tra­di­cio­nal a par­tir del uso de tex­tu­ras tím­bri­cas y regis­tros voca­les que sobre­pa­san las cua­tro octa­vas, infor­man des­de la orga­ni­za­ción.

«Soy muy rei­vin­di­ca­do­ra del gri­to, del llan­to, del rui­do, de todos esos soni­dos que no se pue­den escri­bir con notas ni sobre papel pau­ta­do: soni­dos gru­mo, soni­dos rotos, des­ga­rra­dos, silen­cio­sos, impo­si­bles», avan­za Pala­cios.

Su voz se rela­cio­na con dife­ren­tes obje­tos sono­ros coti­dia­nos como máqui­nas de coser, tete­ras, copas de cris­tal, pece­ras y cin­tas de vel­cro, pero tam­bién con el espa­cio en el que su voz resue­na y con los hue­sos de su públi­co, «que son tam­bién espa­cios reso­nan­tes». Así mis­mo, es una fir­me defen­so­ra de la impro­vi­sa­ción.

«La que yo reali­zo no depen­de de códi­gos ni esca­las, sino que se hace con la escu­cha, y en ella se corre el ries­go de no defi­nir, sino de ser en el momen­to, sin para­caí­das y sin red para hacer de un con­cier­to un acto de encuen­tro, sin pro­pó­si­to, por azar, de for­ma impre­vis­ta, inusi­ta­da, inme­dia­ta, fugaz, viva y tran­si­to­ria», deta­lla al res­pec­to.

Shei­la Blan­co (SANTIAGO ESTELLANO).

Las poetas del 27 hechas canción

Le toma­rá el rele­vo sobre las tablas del TEM la pia­nis­ta, com­po­si­to­ra y can­tan­te Shei­la Blan­co, que en Can­tan­do a las poe­tas del 27 ha con­ver­ti­do en can­cio­nes una selec­ción de poe­mas de auto­ras del perio­do, como Car­men Con­de, Ernes­ti­na de Cham­pour­cin, Con­cha Mén­dez, Eli­sa­beth Mul­der, Mar­ga­ri­ta Ferre­ras, Jose­fi­na Romo Arre­gui y Dolo­res Cata­ri­néu. Acom­pa­ñán­do­se úni­ca­men­te por un piano, Shei­la pon­drá voz y rit­mo a las emo­cio­nes que impreg­nan sus poe­ma­rios, con hin­ca­pié en temas uni­ver­sa­les, per­so­na­li­za­dos en las vidas de cada poe­ta, como son el amor, el dolor, el exi­lio, la belle­za, la pena y el remor­di­mien­to.

Tras más de tres años de inves­ti­ga­ción, Shei­la selec­cio­nó aque­llos poe­mas que más le ins­pi­ra­ron y comen­zó a impro­vi­sar armo­nías que las pala­bras de cada poe­ma le iban sugi­rien­do. Este pro­yec­to pre­ten­de dar a cono­cer y home­na­jear a estas muje­res injus­ta­men­te borra­das de la gene­ra­ción lite­ra­ria que las encua­dra.

Así, Shei­la can­ta a Car­men Con­de, la pri­me­ra mujer en for­mar par­te de la RAE en 1979; a Con­cha Mén­dez, poe­ta surrea­lis­ta fun­da­do­ra de la impren­ta Veró­ni­ca que tan­tos libros edi­tó; a Ernes­ti­na de Cham­pour­cin, nomi­na­da al Prín­ci­pe de Astu­rias de las Letras; a Mar­ga­ri­ta Ferre­ras, auto­ra de Pez en la tie­rra, el mejor poe­ma­rio feme­nino de la Edad de Pla­ta; y a Jose­fi­na Romo Arre­gui, Pre­mio Extra­or­di­na­rio en Filo­so­fía y Letras, entre otras.

En Can­tan­do a las poe­tas del 27, Shei­la hace una peque­ña pre­sen­ta­ción de cada auto­ra, dan­do algu­nas pin­ce­la­das sobre su vida y una bre­ve con­tex­tua­li­za­ción del poe­ma antes de inter­pre­tar­lo. Para fina­li­zar su reci­tal con­cier­to, inter­pre­ta­rá un poe­ma pro­pio dedi­ca­do a estas poe­tas, así como un poe­ma de Rosa­lía de Cas­tro, uno de los pocos refe­ren­tes feme­ni­nos que todas ellas tuvie­ron.

Enri­que Fal­cón duran­te un reci­tal (DEMIAN ORTIZ).

Versos comprometidos

La jor­na­da se cerra­rá con la poe­sía de natu­ra­le­za com­pro­me­ti­da del autor valen­ciano Enri­que Fal­cón. Su obra se aso­cia a menu­do con la denun­cia social, la bús­que­da de con­cien­cia y el desa­fío a lo esta­ble­ci­do para gene­rar nue­vas ideas. El poe­ta es una per­so­na entre­ga­da al cui­da­do de sus igua­les, amor que tam­bién impri­me a su coti­dia­na labor docen­te. Sus poe­mas han sido musi­ca­li­za­dos por artis­tas como Javier Peño­ño­ri, Exquir­la, Raül Refree y Niño de Elche.

En un artícu­lo publi­ca­do este mes de noviem­bre en la revis­ta Qui­me­ra, Escri­bir los últi­mos poe­mas del capi­ta­lis­mo, Fal­cón refle­xio­na sobre el poder de trans­for­ma­ción de la poe­sía: «Si nues­tros poe­mas no acom­pa­ñan, cerra­re­mos la boca; si lo que escri­bi­mos no pro­cu­ra tener con­se­cuen­cias, deja­re­mos de escri­bir; y si piso­tea­mos con nues­tros ver­sos a los que ya viven pos­tra­dos, o mue­ren ofen­di­dos, debe­re­mos impo­ner­nos como un pro­pio cas­ti­go per­ma­ne­cer algún tiem­po en un estric­to silen­cio».

 

Compartir es vivir!

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia