La ban­da capi­ta­nea­da por Mike Scott pre­sen­ta su últi­mo dis­co con los valen­cia­nos Mr. Sán­chez como telo­ne­ros

Scott, al fren­te de The Water­boys, duran­te un direc­to.

Fun­da­da en 1983 por el esco­cés Mike Scott tras aban­do­nar su ban­da Another Pretty Face, The Water­boys es una de los gran­des gru­pos de la his­to­ria del rock del Rei­no Uni­do. El com­bo —del que tam­bién for­ma­ban par­te Anthony Thistleth­wai­te (saxo­fo­nis­ta, gui­ta­rris­ta y man­do­li­nis­ta) y Kevin Wil­kin­son (bate­ría)— se dió a cono­cer con el álbum epó­ni­mo The Water­boys, cuyo soni­do —una mez­cla de folk, rock e influen­cias cel­tas— lla­mó la aten­ción de públi­co y crí­ti­ca. Ape­na dos más tar­de, con su ter­cer tra­ba­jo This Is the Sea (1985), les lle­gó el éxi­to inter­na­cio­nal gra­cias a un tema, The Who­le of the Moon, que sigue sien­do hoy su can­ción más emble­má­ti­ca y que los puso a la altu­ra de U2 o Sim­ple Minds.

La ban­da regre­sa a Valen­cia el pró­xi­mo 23 de julio para actuar en los Jar­di­nes de Vive­ros (20 h.), un esce­na­rio que ya pisó en 2018. En esta oca­sión, en la que Scott apro­ve­cha­rá para pre­sen­tar su últi­mo tra­ba­jo (All Souls Hills, 2022), ven­drá acom­pa­ña­do del teclis­ta de Memphis ‘Brother’ Paul Brown, el bate­ría bri­tá­ni­co Ralph Sal­mins y el bajis­ta irlan­dés Aon­gus Rals­ton. Será una noche, tam­bién para dis­fru­tar de algu­nos de sus temas más emble­má­ti­cos como Fisherman’s blues, We Will not be lovers, How long I Will love you o The pan within. El papel de telo­ne­ros lo asu­mi­rán los valen­cia­nos Mr. San­chez.

Des­de su crea­ción, la ban­da lide­ra­da por Scott (y, por la que, a lo lar­go de los años han pasa­do más de 70 músi­cos) ha atra­ve­sa­do dis­tin­tas eta­pas. La pri­me­ra, la que se cono­ce como la ‘Big Music’ y que se pro­lon­ga duran­te los tres pri­me­ros años de vida, es una apues­ta por un rock más tra­di­cio­nal y es cuan­do se da a cono­cer y se cie­rra con la publi­ca­ción de This is the sea.

La segun­da eta­pa, la más pro­lí­fi­ca, comien­za con el via­je de Scott a Irlan­da a prin­ci­pios de 1986 invi­ta­do por su ami­go, el vio­li­nis­ta Ste­ve Wickham. Ape­nas tres sema­nas de poner un pie en Dublín, el músi­co con­vo­ca por sor­pre­sa a Thistleth­wai­te y a otros tres músi­cos a los estu­dios Wind­mill.

De un tirón, gra­ban 16 temas, entre los que está su inmor­tal Fisheman’s blues (que dará nom­bre a su siguien­te tra­ba­jo), pero tam­bién otros temas como World Party, Sweet thing o And a band on the ear. Esta épo­ca, cono­ci­da como Rag­gle Tag­gle (en alu­sión a la can­ción de The Rag­gle Tag­gle Gypsy inclui­da en Room to roam) con­clu­ye con el cam­bio de déca­da.

La siguien­te eta­pa, que con­clui­rá con la des­apa­ri­ción (tem­po­ral del gru­po) está mar­ca­da por el aban­dono de la mayo­ría de miem­bros ori­gi­na­rios del com­bo, que dejan a Scott solo. En bus­ca de ins­pi­ra­ción, se tras­la­da a Nue­va York don­de, en 1993, publi­ca Dream har­der, un dis­co esco­ra­do hacia el rock duro. Decep­cio­na­do, Scott disuel­ve la ban­da para lan­zar­se en sol­ta­rio, aun­que en 2000 vol­ve­ría a reto­mar el nom­bre para A Rock in the Weary Land. En 2003, con Uni­ver­sal Hall, vuel­ve a recu­pe­rar su soni­do más clá­si­co.

En los últi­mos años, Water­boys ha publi­ca­do tra­ba­jos nota­bles como An Appoint­ment with Mr Yeats (2011), Modern Blues (2015), el doble Out of all this blue (2017) —una incur­sión en el country—, Whe­re the action is o el ya cita­do All Souls Hills.

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