El nivel de sali­ni­za­ción, el valor de los nutrien­tes de las aguas del Puer­to de Valèn­cia y la ubi­ca­ción de los vive­ros son idea­les para la pro­duc­ción de la clòtxi­na valen­cia­na según los datos de la Agru­pa­ción de Clotxi­ners del Port de Valèn­cia i Sagunt que este año pro­du­ci­rá 1.200 tone­la­das. Y es que, la ele­va­da cali­dad de las aguas de Valen­cia­port, que regis­tran aná­li­sis perió­di­cos, es una de las prin­ci­pa­les cla­ves del éxi­to de la pro­duc­ción de clòtxi­na en las aguas inte­rio­res del Puer­to.

La sali­ni­dad de las aguas de Valen­cia­port y de la zona del gol­fo de Valen­cia, fren­te a otras zonas del Medi­te­rrá­neo pro­duc­to­ras como el Del­ta del Ebro con aguas más dul­ces, le dan a las clòtxi­na valen­cia­nas un sabor y tex­tu­ra más valo­ra­do por el con­su­mi­dor. Según expli­ca José Luis Pei­ró, pre­si­den­te de la Agru­pa­ción de Clotxi­ners del Port de Valèn­cia i Sagunt, “los nutrien­tes de las aguas del Puer­to, muy ricas en planc­ton, mine­ra­les y sus­tan­cias orgá­ni­cas, son idó­neos para el desa­rro­llo de las clòtxi­nas y muy valo­ra­dos por los pro­duc­to­res de este molus­co”.

En estos momen­tos se está en la fase de reco­lec­ción del molus­co que se pro­du­ce entre fina­les de abril y agos­to. “En los meses de abril y mayo nos hemos vis­to afec­ta­dos por el cie­rre de los esta­ble­ci­mien­tos de res­tau­ra­ción debi­do a la cri­sis de la Covid-19 ya que el mer­ca­do de ven­ta se limi­ta a las cade­nas de dis­tri­bu­ción de ali­men­tos. Aho­ra con la aper­tu­ra de estos esta­ble­ci­mien­tos las ven­tas están recu­pe­rán­do­se y con­fia­mos que julio y agos­to com­pen­se par­te de los meses ante­rio­res”, ha expli­ca­do José Luis Pei­ró.

Un encla­ve idó­neo

La sos­te­ni­bi­li­dad ambien­tal de las aguas inte­rio­res del puer­to de Valen­cia ha per­mi­ti­do que la clòtxi­na valen­cia­na no haya deja­do de pro­du­cir­se nun­ca por pro­ble­mas sani­ta­rios. En este sen­ti­do, la Con­se­lle­ria de Agri­cul­tu­ra, Desa­rro­llo Rural, Emer­gén­cia Cli­má­ti­ca y Tran­si­ción Eco­ló­gi­ca lle­va a cabo todos los con­tro­les nece­sa­rios para garan­ti­zar la ple­na inocui­dad del con­su­mo de la clòtxi­na.

La pro­duc­ción de la clòtxi­na en el Puer­to de Valèn­cia se remon­ta a prin­ci­pios del 1900 cuan­do ya exis­tía una batea dedi­ca­da al cul­ti­vo de este molus­co. En la actua­li­dad, coexis­ten más de una vein­te­na de estas pla­ta­for­mas flo­tan­tes en las aguas de los puer­tos de Valèn­cia y Sagun­to. La situa­ción de las bateas, al abri­go de los diques exte­rio­res, pro­vee de una mejor adhe­sión y cre­ci­mien­to des­de la pre­pa­ra­ción de las semi­llas que se selec­cio­nan duran­te el desove y se suje­tan a las cuer­das de los vive­ros en los meses de sep­­tie­m­­bre-octu­­bre.

Un estu­dio ela­bo­ra­do por el Depar­ta­men­to de Tec­no­lo­gía de los Ali­men­tos de la Uni­ver­si­tat Poli­tèc­ni­ca de Valèn­cia, ava­la el mayor valor ali­men­ti­cio de la clòtxi­na valen­cia­na fren­te a otros molus­cos cria­dos en otras zonas de Espa­ña, como el Del­ta del Ebro. En con­cre­to, el infor­me reco­no­ce que la sali­ni­dad de las aguas del puer­to de Valen­cia le apor­ta a la clòtxi­na valen­cia­na su carac­te­rís­ti­co aro­ma, sabor más inten­so, tona­li­dad sua­ve y jugo­si­dad. La clòtxi­na de Valen­cia es rica en vita­mi­nas, cal­cio, hie­rro, pota­sio, fós­fo­ro, mag­ne­sio y Ome­ga 3.

En los últi­mos años, el puer­to de Valèn­cia ha incor­po­ra­do dos bateas para el cul­ti­vo de la ostra, un molus­co que, a dife­ren­cia de la clòtxi­na, pue­de cul­ti­var­se duran­te todo el año con una pro­duc­ción anual de 250.000 uni­da­des.

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