La Fiesta del Glamour (la de Tendencias CV) volvió a pasearse por el IVAM en una noche donde caras conocidas de la moda y el diseño premiaron a los protagonistas de este año.
Como Nieves Álvarez, elegantísima a pesar de ser de las pocas que apostó por el pantalón, al igual que las guapas Maribel Vilaplana o Raquel Chillida, o incluso Núria March con un cinturón de macramé sobre topos y ‘minimalista’ bolso de Coach. Entre ellas, Mayrén Beneyto, un ejemplo de saber estar y de ejercer, y con Lola Narváez con espectacular traje corto y medias de encaje.
Eclipsó a la prensa foránea el mantonet de Juan Andrés Mompó, y un trío de obsesiones femeninas: la altura de las plataformas (para muestra de andamios, los de Clara Courel, aunque ella jamás pierde el glamour), el perfume (no hubo necesidad de ambientador ni tampoco insectos) y los exuberantes peinados.
Jesús Torres, Tomás Alía, Tono Sanmartín, Álex Vidal, Francis Montesinos, Juan Vidal, Alfredo Esteve, Jarr, Ferran Cano, Guillermo Arazo, Antonio Romero, Daniel Borrás, Ramón Esteve, Gabriel Seguí, Theo Garrido, Rappel, Antonio W. Rodríguez, Julio Guixeres y Edgar Betoret, fueron los representantes del fashion masculino, entre quienes destacó el smoking chocolate de Aitor Ailanto.
Arrebatadoras lucieron Elena Santamatilde en seda fucsia de Ángel Schelesser, la premiada Virtudes Langa con un vestido en ante y escote “palabra de honor”, Ana Ramírez vestida de Myriam Ocáriz, Silvia Peña, Rosa Monedero en azul infarto; las modelos Marta Ortíz, Carmen Julia o a la redactora jefe de Telva, Maite Sebastiá guapísimas todas, vestidas de Juan Vidal.
Muy presentes también Paola Dominguín, Consuelo Ciscar, Begoña Ricart o las hermanas Fitera. Lecciones de estilo, Fuensante Betoret, a lo Mad men y la premiada Kuki Giménez: menos siempre es más. Se nota que estamos en tierra zapatera pues la mayoría de las mujeres iban muy bien calzadas.
Amparo Chordá, también premiada, fue de las couturières más representadas, como en el caso de la anfitriona Ángela Plá, con maxi-volante y maxi-moño y en amarillo, como María Cosín, de Marta de Diego, ambas desafiando la suerte en una noche propicia.
La mayor parte de las invitadas capearon el temporal apostando por modelos muy personales, aunque hay quien utilizaba el photocall como la foto-recuerdo de una boda. No se puede decir lo mismo de ciertos looks que, te lo juro, es imposible comprar esos vestidos en tienda alguna: de burbuja, de charlestón, de Tarzán, de tartán, de torta-zo, de hippy, incluso había alguna antisistema muy famosa.
El rojo triunfó (Nuria Roca estaba impresionante), pero no siempre con acierto. Los arreglos florales, exquisitos. Eso sí, faltó el premio rociero, que se lo hubiera llevado el estilismo de las azafatas con medias y floc a tono.
La Fiesta del Glamour (la de Tendencias CV) volvió a pasearse por el IVAM en una noche donde caras conocidas de la moda y el diseño premiaron a los protagonistas de este año.
Como Nieves Álvarez, elegantísima a pesar de ser de las pocas que apostó por el pantalón, al igual que las guapas Maribel Vilaplana o Raquel Chillida, o incluso Núria March con un cinturón de macramé sobre topos y ‘minimalista’ bolso de Coach. Entre ellas, Mayrén Beneyto, un ejemplo de saber estar y de ejercer, y con Lola Narváez con espectacular traje corto y medias de encaje.
Eclipsó a la prensa foránea el mantonet de Juan Andrés Mompó, y un trío de obsesiones femeninas: la altura de las plataformas (para muestra de andamios, los de Clara Courel, aunque ella jamás pierde el glamour), el perfume (no hubo necesidad de ambientador ni tampoco insectos) y los exuberantes peinados.
Jesús Torres, Tomás Alía, Tono Sanmartín, Álex Vidal, Francis Montesinos, Juan Vidal, Alfredo Esteve, Jarr, Ferran Cano, Guillermo Arazo, Antonio Romero, Daniel Borrás, Ramón Esteve, Gabriel Seguí, Theo Garrido, Rappel, Antonio W. Rodríguez, Julio Guixeres y Edgar Betoret, fueron los representantes del fashion masculino, entre quienes destacó el smoking chocolate de Aitor Ailanto.
Arrebatadoras lucieron Elena Santamatilde en seda fucsia de Ángel Schelesser, la premiada Virtudes Langa con un vestido en ante y escote “palabra de honor”, Ana Ramírez vestida de Myriam Ocáriz, Silvia Peña, Rosa Monedero en azul infarto; las modelos Marta Ortíz, Carmen Julia o a la redactora jefe de Telva, Maite Sebastiá guapísimas todas, vestidas de Juan Vidal.
Muy presentes también Paola Dominguín, Consuelo Ciscar, Begoña Ricart o las hermanas Fitera. Lecciones de estilo, Fuensante Betoret, a lo Mad men y la premiada Kuki Giménez: menos siempre es más. Se nota que estamos en tierra zapatera pues la mayoría de las mujeres iban muy bien calzadas.
Amparo Chordá, también premiada, fue de las couturières más representadas, como en el caso de la anfitriona Ángela Plá, con maxi-volante y maxi-moño y en amarillo, como María Cosín, de Marta de Diego, ambas desafiando la suerte en una noche propicia.
La mayor parte de las invitadas capearon el temporal apostando por modelos muy personales, aunque hay quien utilizaba el photocall como la foto-recuerdo de una boda. No se puede decir lo mismo de ciertos looks que, te lo juro, es imposible comprar esos vestidos en tienda alguna: de burbuja, de charlestón, de Tarzán, de tartán, de torta-zo, de hippy, incluso había alguna antisistema muy famosa.
El rojo triunfó (Nuria Roca estaba impresionante), pero no siempre con acierto. Los arreglos florales, exquisitos. Eso sí, faltó el premio rociero, que se lo hubiera llevado el estilismo de las azafatas con medias y floc a tono.
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