Un nuevo proyecto editorial ha sido necesario para volver a producir el complejo y profuso Almanaque Gastronómico de la Comunidad Valenciana. Los difíciles años de la recesión económica motivaron una profunda crisis en el sector de la hostelería, a la que nadie ha sido ajeno, desde las propias empresas hosteleras a los productores, incluyendo bodegueros, distribuidores, comerciales y, por supuesto, comunicadores.
El Almanaque ha necesitado reposo, perspectiva, y han sido casi dos años los que han transcurrido para esta nueva edición. En lo esencial se mantiene el espíritu de siempre: gusto por la edición; amplia información, incluso gráfica; firmas de prestigio; reportajes novedosos y una clasificación ordenada y de jerarquías rigurosas. Son más de 260 los restaurantes seleccionados, lo que a pesar de los numerosos cierres y migraciones, habla del buen momento de la cocina valenciana, que se ha hecho más pragmática y resistente. Así como un centenar de vinos, y cervezas que eclosionan en el ámbito de lo artesanal, aceites de calidad excepcional…
Las decisiones han sido colegiadas, bajo la doble dirección de Alfredo Argilés y Santos Ruiz, quienes han contado también con el criterio de Ángeles Ruiz, Juan y Guillermo Lagardera, y Domingo Casany. Las catas han corrido a cargo de Paco Higón, Diego Fernández Pons y Manuel Peris. A todos, nuestro agradecimiento por su compromiso en la nueva aventura, hermana de esta Valencia City. Y si como dice Alfredo Argilés, son muchos los restaurantes que se vuelven a llenar, eso significa que bastantes cocineros, muchos cocineros-empresarios han hecho y hacen bien las cosas. Tiran del carro, y merecen nuestro reconocimiento.
Un nuevo proyecto editorial ha sido necesario para volver a producir el complejo y profuso Almanaque Gastronómico de la Comunidad Valenciana. Los difíciles años de la recesión económica motivaron una profunda crisis en el sector de la hostelería, a la que nadie ha sido ajeno, desde las propias empresas hosteleras a los productores, incluyendo bodegueros, distribuidores, comerciales y, por supuesto, comunicadores.
El Almanaque ha necesitado reposo, perspectiva, y han sido casi dos años los que han transcurrido para esta nueva edición. En lo esencial se mantiene el espíritu de siempre: gusto por la edición; amplia información, incluso gráfica; firmas de prestigio; reportajes novedosos y una clasificación ordenada y de jerarquías rigurosas. Son más de 260 los restaurantes seleccionados, lo que a pesar de los numerosos cierres y migraciones, habla del buen momento de la cocina valenciana, que se ha hecho más pragmática y resistente. Así como un centenar de vinos, y cervezas que eclosionan en el ámbito de lo artesanal, aceites de calidad excepcional…
Las decisiones han sido colegiadas, bajo la doble dirección de Alfredo Argilés y Santos Ruiz, quienes han contado también con el criterio de Ángeles Ruiz, Juan y Guillermo Lagardera, y Domingo Casany. Las catas han corrido a cargo de Paco Higón, Diego Fernández Pons y Manuel Peris. A todos, nuestro agradecimiento por su compromiso en la nueva aventura, hermana de esta Valencia City. Y si como dice Alfredo Argilés, son muchos los restaurantes que se vuelven a llenar, eso significa que bastantes cocineros, muchos cocineros-empresarios han hecho y hacen bien las cosas. Tiran del carro, y merecen nuestro reconocimiento.
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