Las pequeñas cosas que nos hacen grandes
Soy una apasionada de los detalles, y por eso creo que en ellos se encuentra la fórmula del éxito. Son las pequeñas cosas las que nos hacen grandes, por eso resulta muy emocionante acudir ahora al viejo-nuevo Mestalla. Viejo porque se ha quedado como el más anciano de los estadios de fútbol de la primera división española, y nuevo porque el equipo que ahora dirige sus designios ha decidido remozarlo, poner más pintureras las gradas, dibujando nuestro murciélago, modernizando los vestuarios y rindiendo homenaje a los grandes futbolistas de su ya larga y exitosa historia. Eso no quita para que exijamos que se termine el nuevo estadio, que es una vergüenza que siga ahí, en esqueleto. Pero bien está que se cuiden los detalles, que se empiece a construir la epopeya de un club de fútbol desde la puesta en valor de su historia, desde la dignificación de su pasado.
Y no menos historia es la de las porcelanas artísticas Lladró, una de las industrias valencianas de mayor repercusión internacional y que gracias al impulso de las nuevas generaciones, en especial de Rosa Lladró, está adaptándose a estos tiempos, que no son fáciles. Lladró, que ha traído hasta Valencia al genial diseñador Jaime Hayón, celebra ahora su 60 aniversario.
Mientras tanto vuelve la danza a la ciudad, en un otoño que por momentos parecía tropical. Y vuelve con fuerza el Café Teatro… Y los clásicos, de Calderón a Molière en La Nau, o Shakespeare en el Principal, que al fin parece que también existe. Y el Circo del Sol, y Los Miserables…
Soy una apasionada de los detalles, y por eso creo que en ellos se encuentra la fórmula del éxito. Son las pequeñas cosas las que nos hacen grandes, por eso resulta muy emocionante acudir ahora al viejo-nuevo Mestalla. Viejo porque se ha quedado como el más anciano de los estadios de fútbol de la primera división española, y nuevo porque el equipo que ahora dirige sus designios ha decidido remozarlo, poner más pintureras las gradas, dibujando nuestro murciélago, modernizando los vestuarios y rindiendo homenaje a los grandes futbolistas de su ya larga y exitosa historia. Eso no quita para que exijamos que se termine el nuevo estadio, que es una vergüenza que siga ahí, en esqueleto. Pero bien está que se cuiden los detalles, que se empiece a construir la epopeya de un club de fútbol desde la puesta en valor de su historia, desde la dignificación de su pasado.
Y no menos historia es la de las porcelanas artísticas Lladró, una de las industrias valencianas de mayor repercusión internacional y que gracias al impulso de las nuevas generaciones, en especial de Rosa Lladró, está adaptándose a estos tiempos, que no son fáciles. Lladró, que ha traído hasta Valencia al genial diseñador Jaime Hayón, celebra ahora su 60 aniversario.
Mientras tanto vuelve la danza a la ciudad, en un otoño que por momentos parecía tropical. Y vuelve con fuerza el Café Teatro… Y los clásicos, de Calderón a Molière en La Nau, o Shakespeare en el Principal, que al fin parece que también existe. Y el Circo del Sol, y Los Miserables…
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