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Leo sobre­co­gi­da que una joven ruma­na, Rid­ca Sta­nes­cu, de 23 años, aca­ba de tener su pri­me­ra nie­ta, la hija de la hija que ella mis­ma parió a los 11 años con el sue­ño de que la peque­ña vivie­ra una vida mejor que la suya. Aho­ra, a menos que con­si­de­re una ven­ta­ja que su hija haya pari­do un año antes que ella mis­ma (la niña tie­ne 10), ten­drá que dar­se de bru­ces con el tre­men­do desas­tre de su vida y de la de su hija. Hace poco, en Anda­lu­cía, otra niña ruma­na, Ele­na, dio a luz a un bebé cuyo padre, al pare­cer, era un pri­mo her­mano, y con moti­vo de esa noti­cia apa­re­cie­ron otras que ase­gu­ra­ban que la hem­bra huma­na a esa edad esta­ba tan pre­pa­ra­da para ser madre como en la últi­ma eta­pa de la vida repro­duc­ti­va, en las pri­me­ras fases de la meno­pau­sia. Pero, si deja­mos a un lado las posi­bi­li­da­des físi­cas… ¿Está pre­pa­ra­da una cría que debe­ría pasar­se el día jugan­do para criar un bebé real? Obvia­men­te, no. En mi opi­nión, ni siquie­ra está bien que fin­ja ama­man­tar a una muñe­ca con uno de esos arti­lu­gios que imi­tan las tetas.

Leo sobre­co­gi­da que una joven ruma­na, Rid­ca Sta­nes­cu, de 23 años, aca­ba de tener su pri­me­ra nie­ta, la hija de la hija que ella mis­ma parió a los 11 años con el sue­ño de que la peque­ña vivie­ra una vida mejor que la suya. Aho­ra, a menos que con­si­de­re una ven­ta­ja que su hija haya pari­do un año antes que ella mis­ma (la niña tie­ne 10), ten­drá que dar­se de bru­ces con el tre­men­do desas­tre de su vida y de la de su hija. Hace poco, en Anda­lu­cía, otra niña ruma­na, Ele­na, dio a luz a un bebé cuyo padre, al pare­cer, era un pri­mo her­mano, y con moti­vo de esa noti­cia apa­re­cie­ron otras que ase­gu­ra­ban que la hem­bra huma­na a esa edad esta­ba tan pre­pa­ra­da para ser madre como en la últi­ma eta­pa de la vida repro­duc­ti­va, en las pri­me­ras fases de la meno­pau­sia. Pero, si deja­mos a un lado las posi­bi­li­da­des físi­cas… ¿Está pre­pa­ra­da una cría que debe­ría pasar­se el día jugan­do para criar un bebé real? Obvia­men­te, no. En mi opi­nión, ni siquie­ra está bien que fin­ja ama­man­tar a una muñe­ca con uno de esos arti­lu­gios que imi­tan las tetas.

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