Valencia es una ciudad street art, las paredes y rincones de nuestras calles rebosan pinturas de artistas “anónimos” que hacen sus delicias a las miradas de millones de visitantes y ciudadanos. Puede ser Bansky el grafitero más famoso del mundo pese a su anonimato, pero más allá de él hay muchos nombres que habitan en las ciudades y Valencia es una de ellas.
El termino arte urbano o arte callejero, viene de la traducción de la expresión street art, y muchas son las noticias que a lo largo del siglo XX han dado estos artistas, que en cuestión de pocos años han pasado de la calle a los museos y salas de exposición, volviendo locos a los coleccionistas de este género. Curiosamente en estos lustros, nos hemos encontrado el paso de ser artistas “perseguidos” e incomprendidos por pintar de manera ilegal, a convertirse en admirados “genios muralistas” de la calle, que embellecen nuestras paredes con pinturas que expresan y comunican sus preocupaciones, miedos, alegrías o criticas a las situaciones del momento.
Sé que muchos pensaran que no es bonito que se pinte las paredes de la ciudad, pero este será el eterno debate al que se deben enfrentar, así cómo intentar ser respetuosos con los espacios elegidos. Sus técnicas son múltiples y sus estilos varios, consiguiendo cada uno de ellos tener un lenguaje particular que los identifica, es divertido pasear por las calles del barrio del Carmen buscando algunas de sus obras: el personaje enmascarado que llena todas las esquinas es David Limón, no no es un ninja, es un personaje enmascarado que pinta en las calles y que ha pasado a representar su firma. El propio Limón nos dice que va enmascarado porque a pesar de la aceptación que tiene hoy en día el street art y el grafiti aún sigue siendo algo vandálico y por lo que te tienes que ocultar o esconder. Julieta XLF y las formas femeninas de estilo japonés brillan por donde aparecen. Vinz, de hombres y animales que critican la corrupción, el capitalismo, la violencia, la falta de comunicación… Múltiples culturas, reminiscencias de mitologías clásicas es Disneylexya, leer una de sus pinturas es todo un esfuerzo: azteco, maya o egipcio de todas las culturas se alimenta para terminar presentando unas pinturas únicas que te emboban al mirarlas son historias pasadas llenas de actualidad. Escif, o el Bansky de Valencia, en grises, negros y blancos realiza crítica política y social, convirtiéndose en el gran desconocido que todos buscamos como locos. Son muchos los nombres que me dejo y que animo a buscar por las calles y los muros de Valencia. Iniciarse en el coleccionismo de estos artistas es interesante, es empezar con un arte nuevo que traspasa la calle para entrar en las casas, estudios y salas de arte, son muchos los espacios especiales en los que dedican su atención: Sabotage, la #galeria estudio 30 en el barrio del Carmen o la galería Pizarro, aquí guardan y venden sus obras en diferentes formatos.
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