Se antojan remotos los tiempos en que las campañas publicitarias requerían de una onerosa inversión para producir impacto. Anunciarse en vallas o marquesinas ha cruzado ya la frontera en su viaje hacia lo extemporáneo, y la crisis amenaza con dejar las cuñas de radio y las fastuosas apariciones en televisión listas para el museo de cera.
El nuevo tablero donde se juega la partida del marketing y la publicidad (muchas veces encubierta) pasa por los blogs, redes sociales y toda su panoplia, por las imágenes y los vídeos virales que riegan la simiente de la reputación virtual (y real) de las marcas y corren como la pólvora de dispositivo en dispositivo.
Es cierto que cualquiera puede empezar un blog o moldear su imagen cambiando su foto de perfil en Facebook. Son recursos al alcance de todos. Sin embargo, para llegar a penetrar en el tabernáculo de internet en forma de visitas, seguidores o reproducciones hacen falta cuantiosas porciones de creatividad.
Y a eso es a lo que se dedica Slyman Arts, la agencia de publicidad que dirige el joven creativo valenciano Marcs Pitarch. Sin más armas que una cámara y la artillería pesada de una buena idea, concibe piezas audiovisuales capaces de sublevar las redes sociales y competir con campañas que dilapidan millones de euros.
Con el apoyo de su propia inversión, de colaboradores y amigos ha rodado spots que han ganado reconocidos festivales internacionales de Francia y Nueva York. Y sus trabajos forman parte ya de las campañas de corporaciones mayúsculas como Electronic Arts o Pepsi, que adquirió los derechos de su anuncio después de tirar abajo la poterna de Youtube.
Ahora, con el mismo espíritu resuelto, ningún presupuesto y mucha taumaturgia, se ha hecho con otro certamen publicitario a nivel mundial. Esta vez de la multinacional de los refrescos Coca-Cola, que constelará sus pobladas redes sociales en Asia y América Latina con una pieza rodada entre Santa Cruz de Moya, en Cuenca, y la valenciana playa de Las Arenas. El lema del spot es una sencilla pregunta, ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Slyman Arts es el ejemplo de todas esas pequeñas grandes empresas creativas que con un ingenio diamantino son capaces de luchar en lo transfronterizo contra gigantes que multiplican su capacidad financiera. Como Atila, que derrotó al Imperio. Viral, rey de los hunos.
Se antojan remotos los tiempos en que las campañas publicitarias requerían de una onerosa inversión para producir impacto. Anunciarse en vallas o marquesinas ha cruzado ya la frontera en su viaje hacia lo extemporáneo, y la crisis amenaza con dejar las cuñas de radio y las fastuosas apariciones en televisión listas para el museo de cera.
El nuevo tablero donde se juega la partida del marketing y la publicidad (muchas veces encubierta) pasa por los blogs, redes sociales y toda su panoplia, por las imágenes y los vídeos virales que riegan la simiente de la reputación virtual (y real) de las marcas y corren como la pólvora de dispositivo en dispositivo.
Es cierto que cualquiera puede empezar un blog o moldear su imagen cambiando su foto de perfil en Facebook. Son recursos al alcance de todos. Sin embargo, para llegar a penetrar en el tabernáculo de internet en forma de visitas, seguidores o reproducciones hacen falta cuantiosas porciones de creatividad.
Y a eso es a lo que se dedica Slyman Arts, la agencia de publicidad que dirige el joven creativo valenciano Marcs Pitarch. Sin más armas que una cámara y la artillería pesada de una buena idea, concibe piezas audiovisuales capaces de sublevar las redes sociales y competir con campañas que dilapidan millones de euros.
Con el apoyo de su propia inversión, de colaboradores y amigos ha rodado spots que han ganado reconocidos festivales internacionales de Francia y Nueva York. Y sus trabajos forman parte ya de las campañas de corporaciones mayúsculas como Electronic Arts o Pepsi, que adquirió los derechos de su anuncio después de tirar abajo la poterna de Youtube.
Ahora, con el mismo espíritu resuelto, ningún presupuesto y mucha taumaturgia, se ha hecho con otro certamen publicitario a nivel mundial. Esta vez de la multinacional de los refrescos Coca-Cola, que constelará sus pobladas redes sociales en Asia y América Latina con una pieza rodada entre Santa Cruz de Moya, en Cuenca, y la valenciana playa de Las Arenas. El lema del spot es una sencilla pregunta, ¿cuándo fue la última vez que hiciste algo por primera vez?
Slyman Arts es el ejemplo de todas esas pequeñas grandes empresas creativas que con un ingenio diamantino son capaces de luchar en lo transfronterizo contra gigantes que multiplican su capacidad financiera. Como Atila, que derrotó al Imperio. Viral, rey de los hunos.