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Hoy es sába­do, 12 de octu­bre de 2024

“Es muy gratificante ver la aceptación que ha tenido Capella en la sociedad valenciana”

Carles Magraner, músico

Si algo carac­te­ri­za a Car­les Magra­ner es la sin­ce­ri­dad. Es un músi­co que, a lo lar­go de los 30 años que lle­va al fren­te de Cape­lla de Minis­trers, desa­rro­llan­do una impor­tan­te labor inves­ti­ga­do­ra en favor del patri­mo­nio musi­cal espa­ñol des­de la Edad Media has­ta el siglo XVIII, ha evo­lu­cio­na­do al mis­mo tiem­po que lo hacía la inter­pre­ta­ción de la músi­ca anti­gua, ansio­so al prin­ci­pio de recrear en la medi­da de lo posi­ble el pasa­do sono­ro, con­ven­ci­do hoy de que la músi­ca, cual­quie­ra que sea su épo­ca, es un cam­po abier­to a la expe­ri­men­ta­ción que admi­te múl­ti­ples lec­tu­ras. A Car­les Magra­ner le preo­cu­pa impri­mir vera­ci­dad al reper­to­rio que inter­pre­ta y que pue­da seguir cau­ti­van­do como lo hizo en el pasa­do.

Cape­lla cum­ple 30, ¿Cómo le sien­ta a la agru­pa­ción el paso de los años?

Cum­plir trein­ta años es una tarea nada fácil en el mun­do cul­tu­ral y, sobre todo, en la recu­pe­ra­ción de un patri­mo­nio musi­cal con el cual se ha iden­ti­fi­ca­do a Cape­lla de Minis­trers des­de 1987. Cum­plir 30 años supo­ne un gran reto por el cual refle­xio­na­mos sobre el pasa­do, hace­mos un pun­to de infle­xión y pre­pa­ra­mos nue­vas pro­pues­tas para el futu­ro. Es muy gra­ti­fi­can­te ver la acep­ta­ción que ha teni­do Cape­lla en la socie­dad valen­cia­na y es el mayor estí­mu­lo para seguir pre­sen­tan­do nue­vos pro­yec­tos.

¿Qué pla­nes tie­nen para cele­brar seme­jan­te cifra?

Las accio­nes en 2017 van a ser muchas, empe­za­mos con la cele­bra­ción del pri­mer gran con­cier­to sin­gu­lar, el 22 de enero en el Palau de la Músi­ca que será el arran­que de toda una serie de con­cier­tos en la capi­tal. Pero habrá no sólo en la capi­tal, tam­bién en Cas­te­llón y Ali­can­te ade­más de en otras ciu­da­des, tan­to nacio­na­les como inter­na­cio­na­les. La gira inter­na­cio­nal pasa­rá por Paí­ses Bajos, Chi­na, Japón e Ita­lia todo en torno a nues­tro patri­mo­nio y la músi­ca del Siglo de Oro. Hacía años que no está­ba­mos en el Palau de la Músi­ca y este será un gran arran­que para las acti­vi­da­des de este impor­tan­te ani­ver­sa­rio.

¿Qué hay de nue­vo en lo anti­guo?

Lo anti­guo es la memo­ria. Y en la memo­ria está el estí­mu­lo, quien no cono­ce el pasa­do no pue­de afron­tar el pre­sen­te de la mis­ma mane­ra. Es nece­sa­rio cono­cer lo que fui­mos para poder pro­mo­ver lo que que­re­mos ser. Lo mis­mo ocu­rre en la músi­ca. Es nece­sa­rio un cono­ci­mien­to para poder seguir avan­zan­do. Algu­nos de los ejem­plos que tene­mos en este sen­ti­do es la tole­ran­cia res­pec­to a la comu­ni­ca­ción entre dife­ren­tes civi­li­za­cio­nes en el mun­do musi­cal. La músi­ca como len­gua­je uni­ver­sal pue­de apor­tar muchos ele­men­tos en pro de la paz, la comu­ni­ca­ción y el diá­lo­go.

Cape­lla de Minis­trers se ha incli­na­do a hacer mono­grá­fi­cos libro dis­cos (Ausiàs March, Tirant Lo Blanch …), usted ha dicho en algu­na oca­sión que la músi­ca expli­ca­da gana mucho. ¿Van a seguir esta línea?

La face­ta didác­ti­ca es fun­da­men­tal, aun­que siem­pre digo que el pla­cer de escu­char músi­ca vie­ne de su mera audi­ción. Des­pués vie­ne la curio­si­dad. Está cla­ro que el cono­ci­mien­to apor­ta siem­pre una mayor satis­fac­ción. Yo pre­ten­do que aquel públi­co intere­sa­do que quie­ra acce­der a estos reper­to­rios siem­pre ten­ga la puer­ta abier­ta con Cape­lla de Minis­trers a tra­vés de con­fe­ren­cias, libro dis­cos, pre­sen­ta­cio­nes, difu­sión en los medios, como esta entre­vis­ta, y todas las vías de cono­ci­mien­to posi­bles.

El Can­to de la Sibi­la está irre­me­dia­ble y feliz­men­te uni­do a Cape­lla de Minis­trers. Ade­más de dar­lo a cono­cer a los no ini­cia­dos aquí, lo han pasea­do por otras ciu­da­des del mun­do con gran res­pues­ta por par­te del públi­co. ¿Tie­nen pre­vis­tas más citas así?

El Can­to de la Sibi­la ya va por la quin­ta edi­ción en la Cate­dral de Valen­cia y espe­re­mos que sea una con­so­li­da­ción en vis­ta de la acep­ta­ción que tie­ne, más de dos mil per­so­nas acu­den a pre­sen­ciar la recu­pe­ra­ción de esta tra­di­ción navi­de­ña que anun­cia la lle­ga­da de la Navi­dad. Segui­re­mos en esta línea con el res­ca­te de tra­di­cio­nes, de músi­cas que nos recuer­den el pasa­do, que nos hagan par­tí­ci­pes de esta gran rique­za que tenía­mos en el pasa­do y que nos ilu­sio­nen de cara al futu­ro.

¿Cuál es su pro­yec­to más inme­dia­to?

Nues­tro pro­yec­to más inme­dia­to y uno de los más sig­ni­fi­ca­ti­vos de 2017 es un pro­gra­ma en torno a la Ruta de la Seda, que situa­rá a Valen­cia en el Medi­te­rrá­neo y en el mun­do cono­ci­do de la Edad Media y mos­tra­rá lo que fue nues­tra cui­dad en esta cul­tu­ra uni­ver­sal en un momen­to deter­mi­na­do de la his­to­ria, en el Siglo de Oro.

¿Cómo ve usted, des­de su posi­ción, el pano­ra­ma de la ense­ñan­za musi­cal? ¿No es esca­sa la for­ma­ción musi­cal que reci­be un niño en el cole­gio? ¿Cómo cree tra­tan las admi­nis­tra­cio­nes públi­cas a la músi­ca?

La músi­ca debe­ría ser un dere­cho para todas las per­so­nas. Cómo no, des­de la infan­cia debe­ría ser obli­ga­to­ria, no sólo en su prác­ti­ca sino tam­bién en su cono­ci­mien­to, yo creo que es una nece­sa­ria apor­ta­ción que deben hacer todas las admi­nis­tra­cio­nes para que cual­quier ciu­da­dano pue­da acce­der libre y gra­tui­ta­men­te al cono­ci­mien­to de un arte que enri­que­ce, comu­ni­ca, es plu­ral y uni­ver­sal. En Valen­cia, tie­rra de músi­cos, tene­mos muchas posi­bi­li­da­des de acce­der por medio de socie­da­des civi­les y con­ser­va­to­rios públi­cos pero sigue sien­do un gran reto uni­ver­sa­li­zar­la en ense­ñan­zas medias y supe­rio­res.

¿Se pue­de ser moderno tocan­do músi­ca anti­gua?

Si la moder­ni­dad es vivir en el tiem­po que a uno le ha toca­do vivir y ser con­se­cuen­te con la reali­dad social del momen­to, por mi expe­rien­cia per­so­nal, creo que yo soy muy moderno. La músi­ca anti­gua tie­ne una gran vigen­cia, fue crea­da en espa­cios como los nues­tros, con simi­la­res con­flic­tos a los nues­tros: de tipo humano (el amor, el des­amor), de gue­rra, socia­les, polí­ti­cos … que se mani­fes­ta­ron en las par­ti­tu­ras. Des­de Cape­lla, como intér­pre­te de músi­ca anti­gua soy tra­duc­tor de esas viven­cias musi­ca­les del pasa­do para las per­so­nas del pre­sen­te y les doy actua­li­dad.

Foto: Javier Ferrer

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