Susana Lloret, directora general de la Fundació Per Amor a L’Art
Susana Lloret (Alicante, 1966) es la directora general de la Fundació Per Amor a L’Art, que tendrá su sede en la antigua fábrica de Bombas Gens, rescatada de la ruina y destinada a albergar un centro de arte contemporáneo, un lugar de investigación para la enfermedad de Wilson y un centro de día para atender a niños en riesgo de exclusión. Esta profesora de Psicología de la Universitat de València, ahora en excedencia, orquesta que todo esté en su sitio para la inminente inauguración de esta ambiciosa y hermosa iniciativa.
Viendo lo que están organizando en la antigua fábrica de Bombas Gens lo suyo es, verdaderamente, amor al arte. Acometen la rehabilitación y la puesta en marcha del centro con la sola iniciativa de la fundación que dirige. La financiación es únicamente privada, ¿no es así?
Sí, así es. Nosotros iniciamos este proyecto con el único propósito de compartir, de devolverle a la sociedad parte de lo que nos ha dado. Es nuestro compromiso para una Valencia mejor. Unir cultura, solidaridad e investigación médica es un proyecto muy ambicioso. ¿Cómo nace? Es un reflejo de nuestras inquietudes y fue surgiendo poco a poco. El primer paso fue ver cómo, de forma natural, crecía nuestra involucración en la investigación en enfermedades raras. Paralelamente, también aumentaba nuestra implicación en proyectos dirigidos a personas en riesgo de exclusión, y, a su vez, nuestro interés por el arte contemporáneo se iba incrementando también, y algo teníamos que hacer, así que pasamos a la acción. El siguiente paso fue crear la Fundació Per Amor a l’Art, con un patronato formado por familiares y buenos amigos que, además, eran grandes profesionales que apoyaron y apoyan con su trabajo y prestigio el proyecto. Y el tercer paso fue buscar un edificio que albergara todas las actividades de la fundación.
Su fundación investiga sobre la enfermedad de Wilson y le da más visibilidad. ¿Por qué esta dolencia en concreto?
Vivimos muy de cerca el caso de un familiar que, afortunadamente, fue diagnosticado a tiempo y actualmente lleva una vida completamente normal, tan sólo con las limitaciones de cualquier enfermo crónico. Si no hubiese sido así, la enfermedad habría ido envenenando su cuerpo hasta afectar seriamente sus capacidades, quedar en una silla de ruedas o llevarle a algo aún peor. Nos dimos cuenta de lo mucho que se podía hacer y nos pusimos manos a la obra.
¿Cuál cree que es la asignatura pendiente en la investigación médica?
En el caso de la Enfermedad de Wilson, claramente es la falta de información. La mayoría de las veces no se diagnostica la enfermedad simplemente por desconocimiento. Es muy difícil reconocer lo que no se conoce, y por esoestamos llevando a cabo unaserie de actuaciones que ayudana su divulgación, como porejemplo un póster informativoque distribuiremos en los centrosde salud, o una guía parapacientes y familiares con estapatología.
Su fundación va a dotar de una segunda vida a un edificio industrial que estaba ya desahuciado y casi en ruinas. ¿Tuvieron un flechazo con el sitio o vieron otros antes de decidirse por él?
Dicen que a la tercera va la vencida y en nuestro caso fue cierto. Habíamos tanteado previamente un par de edificios pero cuando conocimos Bombas Gens nos dimos cuenta enseguida de que encaja perfectamente con las necesidades de la Fundació. Lo descubrimos gracias al blog de la arquitecta especialista en patrimonio industrial Diana Sánchez y, aunque buscábamos algo mas pequeño y más céntrico, cuando lo visitamos por fuera ya nos cautivó. Era un edificio abandonado pero ni aún así había perdido su elegancia. El edifico merecía un futuro mejor y la Fundació merecía un edificio como este.
Ramón Esteve, Francesc Rifé, Ricard Camarena, Vicent Todolí son todo un dream team para un proyecto destinado a ocupar un espacio importante en la ciudad.
Ya lo creo. Aunque el restaurante de Ricard Camarena no forma parte de nuestro proyecto, compartimos espacio con él porque tenemos como denominador común valores como la innovación, el esfuerzo o la creatividad. Y la verdad es que Rifé ha sido un fichaje estupendo de Ricard. Nosotros, por nuestra parte, también estamos muy satisfechos con nuestro equipo de arquitectos formado por Eduardo de Miguel, Annabelle Selldorf y Ramón Esteve, y con el trabajo que han hecho para darle al edificio una segunda vida.
La colección de la Fundació Per Amor a l’Art será el núcleo de las exposiciones que organicen. ¿Cuáles son sus ejes? ¿Qué criterios han seguido estos años a la hora de hacer adquisiciones?
Antes que nada me gustaría aclarar que la colección es de titularidad privada y está a disposición la Fundació. Y, efectivamente, todo forma parte de ella. Comprende pintura y escultura muy relevante, aunque puede que la parte fotográfica sea la que llamé una parte de la atención a nivel internacional. Lo más importante quizá sea destacar que es una colección de exposiciones. No hay obras de artistas de una manera caprichosa o suelta. En ninguno de los casos. El espacio expositivo, con las cinco naves, se divide más o menos al 50% entre la exposición permanente, con sus rotaciones, y la temporal. Las temporales rotarán cada tres meses, alternativamente, pero es importante destacar que las permanentes estarán igualmente comisariadas. En cuanto a las adquisiciones, la colección cuenta desde el inicio con el asesoramiento de Vicent Todolí, patrono de la Fundació y director del Área de Arte.
Todolí es el asesor que les aconseja en materia artística y Nuria Enguita es la directora del centro de arte. ¿Por qué escogen a uno y a otra?
Todolí es una de las principales voces autorizadas del arte contemporáneo a nivel mundial, pero además nos une una estrecha relación de amistad y confianza desde hace años. El proyecto hubiese sido impensable sin su apoyo. La elección de Nuria Enguita tampoco necesita mucha más justificación; su importante trayectoria, que incluye la dirección de la Fundació Tàpies, la avala. Nuestro centro de arte no podría estar en mejores manos.
¿Cómo se plantean articular las actividades culturales del centro?
El programa de actividades de Bombas Gens será variado y dirigido a muchos públicos. El punto de partida para las actividades será la colección y las exposiciones temporales, y a partir de ellas buscaremos acercar el arte a todos ellos.
En la rehabilitación del edificio se han ido encontrando con tesoros como el hallazgo de una bodega del siglo xv, que se hará accesible para su visita. Han hablado de vincular el centro con el barrio donde habita, que no sea un ente aislado. ¿Cómo lo van a hacer?
Lo primero que aportamos al barrio es la recuperación de un edifico espectacular que estaba en estado de abandono. En segundo lugar, queremos actuar a través de nuestra área de acción social centrada en la infancia y adolescencia en riesgo de exclusión. Cuando llegamos al barrio, buscamos qué necesidades había por cubrir en este sentido y descubrimos que las había, y muy cerca. De este modo surgió el proyecto del centro de día, que estará especialmente volcado con el barrio. De hecho ya estamos colaborando con el instituto El Clot y con el Colegio Dr. Olóriz, en este caso a través de un programa puesto en marcha por la Universidad. Y, en tercer lugar, es evidente que la actividad que va a desarrollar el centro de arte va a tener un impacto positivo en el barrio, porque, como comentaba antes, va a atraer público.
La Fundación Per Amor a l’Art la gestionan paralelamente a sus ocupaciones. ¿Ha pensado dejar de lado su trabajo como profesora en la Universitat de València para centrarse en este proyecto o compaginará ambas cosas?
Al principio traté de compatibilizar la dirección de la Fundació con mi trabajo como profesora titular de la Facultad de Psicología, pero cuando FPAA tomó más envergadura no tuve más remedio que renunciar a mi plaza. Aunque de vez en cuando echo de menos mis clases ¡este proyecto no me lo podía perder! Por último, díganos qué le gustaría que se encontrara la persona que visite Bombas Gens y con qué sensación le agradaría que saliera de allí. Pues simplemente me gustaría que disfrutara de una colección de arte expuesta en un edificio a la altura de su singularidad. Y, como dice Benjamin Zander, prestigioso director de orquesta y comunicador, lo que deseo con este proyecto es que mucha gente salga de Bombas Gens “con los ojos brillantes”.
APERTURA AL PÚBLICO
Bombas Gens abrirá sus puertas el sábado 8 de julio poniendo en marcha el centro de arte, que ocupará las cinco naves rehabilitadas, el refugio antiaéreo de la Guerra Civil y el Centro de Coordinación del Equipo Wilson (dedicado a la investigación de enfermedades raras). Una exposición fotográfica de Bleda y Rosa, una muestra titulada ¿Ornamento = delito? con obras de Cristina Iglesias, Juan Uslé, Robert Mapplethorpe, Inma Femenía, Araki y Hans Peter Feldmann entre otros; y una muestra sobre la historia de Bombas Gens desde su construcción hasta hoy serán el contenido inaugural del centro artístico.
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