Una de las expo­si­cio­nes más impor­tan­tes del año en el Ins­ti­tut Valen­cià d’Art Modern (IVAM) es Cons­tru­yen­do Nue­vos Mun­dos.
Las Van­guar­dias His­tó­ri­cas en la Colec­ción del IVAM (1914–1945) que se exhi­be en el museo has­ta el mes de abril del 2016. Con este moti­vo, entre­vis­ta­mos a Josep Sal­va­dor, co-comi­­sa­­rio de la expo­si­ción jun­to con el direc­tor del IVAM, José Miguel G. Cor­tés, para que nos guíe en un reco­rri­do ima­gi­na­rio por esta mues­tra que reúne casi mil pie­zas de la Colec­ción del museo.

La mues­tra del IVAM esta­ble­ce varias sec­cio­nes o reco­rri­dos por las van­guar­dias his­tó­ri­cas, ¿nos pue­de expli­car bre­ve­men­te cómo está estruc­tu­ra­da?
Cons­tru­yen­do Nue­vos Mun­dos reco­rre un lega­do artís­ti­co que está en la base del desa­rro­llo de la moder­ni­dad a tra­vés de una estruc­tu­ra temá­ti­ca divi­di­da en diez salas. No se pre­sen­ta de modo cro­no­ló­gi­co, sino de for­ma más con­cep­tual, unien­do las pie­zas median­te cier­ta tra­ma argu­men­tal. De mane­ra que las rela­cio­nes que se esta­ble­cen entre las obras de artis­tas como Mar­cel Duchamp y Man Ray, con los que se abre el reco­rri­do, o entre los tra­ba­jos de Raoul Haus­mann, John Heart­field o Josep Renau no se basan estric­ta­men­te en la tem­po­ra­li­dad, sino en la expe­rien­cia que pro­yec­tan sus visio­nes.

Se tra­ta de una nue­va revi­sión de la Colec­ción del IVAM, ¿qué apor­ta en ese sen­ti­do la mues­tra?
La expo­si­ción plan­tea un aná­li­sis nove­do­so de esta par­te sobre­sa­lien­te de la Colec­ción
del IVAM dedi­ca­da a las van­guar­dias, que está con­si­de­ra­da una de las más sin­gu­la­res
de Espa­ña. Esta revi­sión de la Colec­ción inclu­ye un amplio núme­ro de obras cen­tra­das en visio­nes poé­ti­cas y oní­ri­cas. Por otro lado, estos fon­dos que el IVAM saca a la luz abar­can un con­jun­to de prác­ti­cas artís­ti­cas de orden ana­lí­ti­co mate­ria­li­za­do en for­mas abs­trac­tas. Estas dos líneas van acom­pa­ña­das de un sig­ni­fi­ca­ti­vo núme­ro de crea­cio­nes estre­cha­men­te vin­cu­la­das  a un arte de pro­pa­gan­da, de crí­ti­ca social y com­pro­mi­so polí­ti­co que tuvo en el foto­mon­ta­je, deri­va­do del colla­ge cubis­ta, un ins­tru­men­to de inter­ven­ción plás­ti­ca de pri­mer orden. Así, con artis­tas de la anti­gua Unión Sovié­ti­ca, como Gus­tav Klu­cis o Valen­ti­na Kula­gi­na; de Ale­ma­nia, como Geor­ge Grosz o John Heart­field; o de Espa­ña, como el valen­ciano Josep Renau, Lecuo­na, Helios Gómez, Miró o el mis­mo Julio Gon­zá­lez, el IVAM ofre­ce una de las mejo­res colec­cio­nes exis­ten­tes de un perío­do cla­ve de la his­to­ria del arte.

¿Qué obras des­ta­ca­ría en esas diez salas de expo­si­ción?

La mues­tra reúne pin­tu­ras, escul­tu­ras, colla­ge o foto­gra­fías de algu­nas de las pri­me­ras figu­ras de la esce­na crea­ti­va de las pri­me­ras déca­das del siglo XX, con nom­bres impor­tan­tí­si­mos como Pica­bia, Robert y Sonia Delau­nay, Ste­pa­no­va y Rod­chen­ko, Kula­gi­na, Lis­sitzly, Moholy-Nagy, Julio Gon­zá­lez, Arp, Kurt Sch­wit­ters, Naum Gabo, Cal­der… Por otra par­te, des­ta­ca­ría como nove­dad en este plan­tea­mien­to expo­si­ti­vo la sala dedi­ca­da al dise­ño indus­trial y a la arqui­tec­tu­ra moder­na de la épo­ca, con 40 pie­zas de la colec­ción Alfa­ro Hof­mann, en su mayo­ría elec­tro­do­més­ti­cos.
Otra nove­dad es la pro­yec­ción de pelí­cu­las en las pro­pias salas. Sí, sie­te de las salas de la mues­tra inclu­yen pro­yec­cio­nes que cons­ti­tu­yen un esplén­di­do tes­ti­mo­nio del poder explo­ra­to­rio de las imá­ge­nes en movi­mien­to y de su con­ver­sa­ción en espec­tácu­lo de masas, con títu­los como Un perro anda­luz de Luis Buñuel, El ballet mecá­ni­co de Fer­nand Léger y Tiem­pos moder­nos de Char­les Cha­plin.

¿Cómo coor­di­na su papel de con­ser­va­dor de la Colec­ción del IVAM y comi­sa­rio de la expo­si­ción?
Den­tro de las fun­cio­nes de un con­ser­va­dor entien­do como una de las tareas prin­ci­pa­les la de rea­li­zar aná­li­sis dis­cur­si­vos de la pro­pia Colec­ción, y una de las mane­ras más efec­ti­vas para hacer­lo es la expo­si­ción. Des­de esta lógi­ca, comi­sa­riar un pro­yec­to, pro­pi­ciar el encuen­tro entre obras y artis­tas, aven­tu­rar nue­vas inter­pre­ta­cio­nes de las obras que
par­ti­ci­pan en él, se con­vier­te en una de las fun­cio­nes más atrac­ti­vas, y tam­bién com­pro­me­ti­das, del con­ser­va­dor.

¿Cómo se arti­cu­la el man­te­ni­mien­to y la difu­sión de la colec­ción del IVAM?

La obra de arte y su valor patri­mo­nial se for­ta­le­cen a tra­vés de las expo­si­cio­nes. El
IVAM man­tie­ne este com­pro­mi­so mos­tran­do una mar­ca­da incli­na­ción a ceder en prés­ta­mo sus fon­dos, siem­pre man­te­nien­do unos pro­to­co­los de cali­dad, tan­to en rela­ción al pro­yec­to para el que se soli­ci­ta la obra como en rela­ción a su con­ser­va­ción, trans­por­te, mani­pu­la­ción y exhi­bi­ción.

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