Davide Livermore, director intendente artístico del Palau de les Arts

Foto­gra­fía: Eva Máñez

Con una hiper­ac­ti­vi­dad que nadie le detec­tó de crío, a la vis­ta de su curri­cu­lum que­da cla­ro: tras ser bai­la­rín, este turi­nés tuvo una carre­ra como can­tan­te con Domin­go, con Carre­ras y Pava­rot­ti en luga­res como la Sca­la o la Feni­ce. Más tar­de, le pro­pu­sie­ron encar­gar­se de una direc­ción de esce­na, y a par­tir de ahí, el res­to es ya su his­to­ria en el Palau de les Arts.

El dise­ño de la tem­po­ra­da 2016–17 es la pri­me­ra total­men­te suya. ¿Cómo ha afron­ta­do su com­po­si­ción con la expe­rien­cia que le da lle­var ya más tiem­po en el car­go?

La estruc­tu­ra es muy simi­lar a este pasa­do año y tam­bién las líneas de tra­ba­jo, pero siem­pre dan­do un paso hacia delan­te. Hay gran reper­to­rio, espe­cial­men­te ita­liano, el de mayor peso y tam­bién el más que­ri­do por el públi­co valen­ciano: Ros­si­ni, Ver­di, Doni­zet­ti. Pero, como repi­to siem­pre, un tea­tro públi­co ha de for­mar y no pue­den fal­tar nue­vas pro­pues­tas o títu­los menos cono­ci­dos: habrá Brit­ten y su intri­gan­te The Turn of the Screw, una ópe­ra para mario­ne­tas de Haydn, un nue­vo des­cu­bri­mien­to de Fabio Bion­di: Pira­mo e Tis­be, de Has­se. Y tam­bién otras pro­pues­tas como con­cier­tos, con­­cie­r­­tos-espe­c­­tá­cu­­lo, dan­za, más acti­vi­da­des gra­tui­tas y músi­ca de cáma­ra.
La idea de hacer una pre­tem­po­ra­da antes de la tem­po­ra­da líri­ca pro­pia­men­te dicha, ¿cree que da buen resul­ta­do? ¿Cuál es la fina­li­dad pre­ci­sa de esta ini­cia­ti­va?

La Pre­tem­po­ra­da es una apues­ta para con­so­li­dar Les Arts en su entorno, la ciu­dad de Valen­cia y los ciu­da­da­nos de la Comu­ni­tat, es una for­ma de abrir este tea­tro a gen­te que qui­zá nun­ca antes se había plan­tea­do venir. Es par­te de la fun­ción social que tene­mos como tea­tro públi­co: acer­car la ópe­ra a la ciu­da­da­nía. Una cosa sí que que­ría dejar cla­ra es que el tér­mino popu­lar se refie­re a los pre­cios no a la cali­dad de los espec­tácu­los, que es la mis­ma que el res­to de la tem­po­ra­da.

 

Usted ha comen­ta­do en algu­na oca­sión que Les Arts debe desa­rro­llar más reper­to­rio. Que quie­re ela­bo­rar tem­po­ra­das que sean un rela­to, que cuen­ten algo al espec­ta­dor, gene­ran­do curio­si­dad y expec­ta­ti­vas nue­vas. ¿Qué rela­to tie­ne la tem­po­ra­da que nos espe­ra?

Sería fan­tás­ti­co poder ela­bo­rar una tem­po­ra­da a tra­vés de un hilo con­duc­tor, pero a la hora de pro­gra­mar hay que tener en cuen­ta otras varia­bles que difi­cul­tan este pro­pó­si­to como son el equi­li­brio entre el gran reper­to­rio –esos títu­los de ópe­ra que todos cono­ce­mos–, y las pro­pues­tas menos cono­ci­das, la elec­ción de auto­res y géne­ros. Más que dis­cur­so yo habla­ría de una estruc­tu­ra que tie­ne que per­se­guir los siguien­tes obje­ti­vos: una sos­te­ni­bi­li­dad de la pro­gra­ma­ción, obras para atraer nue­vos espec­ta­do­res, dar a cono­cer títu­los menos cono­ci­dos tan­to de otras épo­cas como actua­les, rei­vin­di­car los auto­res de este terri­to­rio, pro­mo­ver la pro­duc­ción de nue­vas obras y, sobre todo, man­te­ner el nivel de cali­dad del tea­tro.

 

Tea­tro públi­co con per­fil social es lo que usted ha dicho que quie­re que se haga en Les Arts. ¿Cree que lo está con­si­guien­do?

Roma no se hizo en un día, y los pro­yec­tos que triun­fan son los que se fijan metas a lar­go pla­zo. Sin olvi­dar el día a día. No exis­ten, o por lo menos yo no creo en las fór­mu­las mila­gro. Le pue­do hablar del récord de ocu­pa­ción de La Bohé­me en la pasa­da Pre­tem­po­ra­da, de esos espec­ta­do­res jóve­nes que por pri­me­ra vez vinie­ron y de sus aplau­sos espon­tá­neos tan sin­ce­ros. O tam­bién de la bue­na acep­ta­ción de las acti­vi­da­des de puer­tas abier­tas, del diá­lo­go con las Ban­das, la Escue­la Supe­rior de Arte Dra­má­ti­co, el IVAM o de pro­yec­tos para la pró­xi­ma tem­po­ra­da como “Les Arts Volant”. Este año hemos baja­do el pre­cio de los con­cier­tos, lan­za­do un abono fami­liar ade­más de man­te­ner los des­cuen­tos que ya ini­cia­mos el año pasa­do. Tam­bién ten­dre­mos una fun­ción de La tra­via­ta con pre­cios popu­la­res, la pri­me­ra vez que hace­mos esto den­tro de la tem­po­ra­da de abono, y lue­go están otros pro­yec­tos en camino como “Les Arts Volant”…

 

¿Cree que, tras diez años, la ópe­ra en Valen­cia está con­so­li­da­da?
Exis­te un públi­co con­so­li­da­do, la media de abo­na­dos se man­tie­ne alre­de­dor de los 3.000 en los últi­mos años, pero que­da mucho por hacer. Cla­ro que antes de Les Arts se repre­sen­ta­ba ópe­ra en Valen­cia, pero no ha sido has­ta la lle­ga­da de este tea­tro cuan­do la ciu­dad ha empe­za­do a escri­bir su pro­pia his­to­ria como pro­duc­to­ra de ópe­ra con cuer­pos esta­bles autóc­to­nos.

 

¿Cómo valo­ra las ini­cia­ti­vas de los reci­ta­les de los can­tan­tes del Cen­tre Plá­ci­do Domin­go en el IVAM? Tie­nen pen­sa­das más ini­cia­ti­vas de ese tipo que impli­quen a otras ins­ti­tu­cio­nes cul­tu­ra­les de la ciu­dad.

Por supues­to, hay que cons­truir un ver­da­de­ro teji­do cul­tu­ral en este terri­to­rio y mi des­pa­cho está abier­to des­de el minu­to cero para ten­der puen­tes con otras ins­ti­tu­cio­nes. Creo que los reci­ta­les del Cen­tre en el IVAM y sus escul­tu­ras en Les Arts son la mues­tra per­fec­ta de siner­gia artís­ti­ca. Por­que ahí está el futu­ro de la Cul­tu­ra, en la unión de todos, para lograr que fue­ra de Espa­ña este terri­to­rio sea cono­ci­do como un gran motor cul­tu­ral.

A lo lar­go de la Tem­po­ra­da 2016–17 habrá acti­vi­da­des gra­tui­tas con pro­pues­tas inno­va­do­ras. ¿En qué con­sis­ti­rá “Mozart Nacht und Tag”?

Mozart Nacht un Tag (“Mozart Noche y día”), son más de 24 horas para cele­brar el cum­plea­ños de este gran genio, al que tan­to le debe el mun­do de músi­ca y la huma­ni­dad. Que­re­mos que se sumen no solo nues­tros cuer­pos esta­bles sino músi­cos de toda la Comu­ni­tat para cele­brar con acti­vi­da­des gra­tui­tas esta efe­mé­ri­de. ¡Ah! ¡Y con xoco­la­te ¡bun­yols para todos!

 

Usted ha habla­do algu­na vez de la impor­tan­cia de “edu­car en la belle­za”. ¿Mejo­ra­mos?
Soy posi­ti­vo y nun­ca pien­so en obs­tácu­los sino en opor­tu­ni­da­des. Lo sé, esta­mos en un mun­do sobre­es­ti­mu­la­do por el már­ke­ting, lo rápi­do y fácil, lo inme­dia­to. Pero en mis años de volun­ta­ria­do con jóve­nes y lue­go en este mun­do del tea­tro, he apren­di­do muchas cosas, una de ellas es que lo genuino, o sea, la belle­za pura es uni­ver­sal y cau­ti­va sin hacer dis­tin­cio­nes en la for­ma­ción, cla­se o viven­cias que ten­gas. Nues­tra obli­ga­ción como tea­tro públi­co es mos­trar y des­cu­brir la ver­da­de­ra belle­za a la ciu­da­da­nía. Ese es el camino.

Foto­gra­fía: Eva Máñez

Con una hiper­ac­ti­vi­dad que nadie le detec­tó de crío, a la vis­ta de su curri­cu­lum que­da cla­ro: tras ser bai­la­rín, este turi­nés tuvo una carre­ra como can­tan­te con Domin­go, con Carre­ras y Pava­rot­ti en luga­res como la Sca­la o la Feni­ce. Más tar­de, le pro­pu­sie­ron encar­gar­se de una direc­ción de esce­na, y a par­tir de ahí, el res­to es ya su his­to­ria en el Palau de les Arts.

 

El dise­ño de la tem­po­ra­da 2016–17 es la pri­me­ra total­men­te suya. ¿Cómo ha afron­ta­do su com­po­si­ción con la expe­rien­cia que le da lle­var ya más tiem­po en el car­go?

La estruc­tu­ra es muy simi­lar a este pasa­do año y tam­bién las líneas de tra­ba­jo, pero siem­pre dan­do un paso hacia delan­te. Hay gran reper­to­rio, espe­cial­men­te ita­liano, el de mayor peso y tam­bién el más que­ri­do por el públi­co valen­ciano: Ros­si­ni, Ver­di, Doni­zet­ti. Pero, como repi­to siem­pre, un tea­tro públi­co ha de for­mar y no pue­den fal­tar nue­vas pro­pues­tas o títu­los menos cono­ci­dos: habrá Brit­ten y su intri­gan­te The Turn of the Screw, una ópe­ra para mario­ne­tas de Haydn, un nue­vo des­cu­bri­mien­to de Fabio Bion­di: Pira­mo e Tis­be, de Has­se. Y tam­bién otras pro­pues­tas como con­cier­tos, con­­cie­r­­tos-espe­c­­tá­cu­­lo, dan­za, más acti­vi­da­des gra­tui­tas y músi­ca de cáma­ra.
La idea de hacer una pre­tem­po­ra­da antes de la tem­po­ra­da líri­ca pro­pia­men­te dicha, ¿cree que da buen resul­ta­do? ¿Cuál es la fina­li­dad pre­ci­sa de esta ini­cia­ti­va?

La Pre­tem­po­ra­da es una apues­ta para con­so­li­dar Les Arts en su entorno, la ciu­dad de Valen­cia y los ciu­da­da­nos de la Comu­ni­tat, es una for­ma de abrir este tea­tro a gen­te que qui­zá nun­ca antes se había plan­tea­do venir. Es par­te de la fun­ción social que tene­mos como tea­tro públi­co: acer­car la ópe­ra a la ciu­da­da­nía. Una cosa sí que que­ría dejar cla­ra es que el tér­mino popu­lar se refie­re a los pre­cios no a la cali­dad de los espec­tácu­los, que es la mis­ma que el res­to de la tem­po­ra­da.

 

Usted ha comen­ta­do en algu­na oca­sión que Les Arts debe desa­rro­llar más reper­to­rio. Que quie­re ela­bo­rar tem­po­ra­das que sean un rela­to, que cuen­ten algo al espec­ta­dor, gene­ran­do curio­si­dad y expec­ta­ti­vas nue­vas. ¿Qué rela­to tie­ne la tem­po­ra­da que nos espe­ra?

Sería fan­tás­ti­co poder ela­bo­rar una tem­po­ra­da a tra­vés de un hilo con­duc­tor, pero a la hora de pro­gra­mar hay que tener en cuen­ta otras varia­bles que difi­cul­tan este pro­pó­si­to como son el equi­li­brio entre el gran reper­to­rio –esos títu­los de ópe­ra que todos cono­ce­mos–, y las pro­pues­tas menos cono­ci­das, la elec­ción de auto­res y géne­ros. Más que dis­cur­so yo habla­ría de una estruc­tu­ra que tie­ne que per­se­guir los siguien­tes obje­ti­vos: una sos­te­ni­bi­li­dad de la pro­gra­ma­ción, obras para atraer nue­vos espec­ta­do­res, dar a cono­cer títu­los menos cono­ci­dos tan­to de otras épo­cas como actua­les, rei­vin­di­car los auto­res de este terri­to­rio, pro­mo­ver la pro­duc­ción de nue­vas obras y, sobre todo, man­te­ner el nivel de cali­dad del tea­tro.

 

Tea­tro públi­co con per­fil social es lo que usted ha dicho que quie­re que se haga en Les Arts. ¿Cree que lo está con­si­guien­do?

Roma no se hizo en un día, y los pro­yec­tos que triun­fan son los que se fijan metas a lar­go pla­zo. Sin olvi­dar el día a día. No exis­ten, o por lo menos yo no creo en las fór­mu­las mila­gro. Le pue­do hablar del récord de ocu­pa­ción de La Bohé­me en la pasa­da Pre­tem­po­ra­da, de esos espec­ta­do­res jóve­nes que por pri­me­ra vez vinie­ron y de sus aplau­sos espon­tá­neos tan sin­ce­ros. O tam­bién de la bue­na acep­ta­ción de las acti­vi­da­des de puer­tas abier­tas, del diá­lo­go con las Ban­das, la Escue­la Supe­rior de Arte Dra­má­ti­co, el IVAM o de pro­yec­tos para la pró­xi­ma tem­po­ra­da como “Les Arts Volant”. Este año hemos baja­do el pre­cio de los con­cier­tos, lan­za­do un abono fami­liar ade­más de man­te­ner los des­cuen­tos que ya ini­cia­mos el año pasa­do. Tam­bién ten­dre­mos una fun­ción de La tra­via­ta con pre­cios popu­la­res, la pri­me­ra vez que hace­mos esto den­tro de la tem­po­ra­da de abono, y lue­go están otros pro­yec­tos en camino como “Les Arts Volant”…

 

¿Cree que, tras diez años, la ópe­ra en Valen­cia está con­so­li­da­da?
Exis­te un públi­co con­so­li­da­do, la media de abo­na­dos se man­tie­ne alre­de­dor de los 3.000 en los últi­mos años, pero que­da mucho por hacer. Cla­ro que antes de Les Arts se repre­sen­ta­ba ópe­ra en Valen­cia, pero no ha sido has­ta la lle­ga­da de este tea­tro cuan­do la ciu­dad ha empe­za­do a escri­bir su pro­pia his­to­ria como pro­duc­to­ra de ópe­ra con cuer­pos esta­bles autóc­to­nos.

 

¿Cómo valo­ra las ini­cia­ti­vas de los reci­ta­les de los can­tan­tes del Cen­tre Plá­ci­do Domin­go en el IVAM? Tie­nen pen­sa­das más ini­cia­ti­vas de ese tipo que impli­quen a otras ins­ti­tu­cio­nes cul­tu­ra­les de la ciu­dad.

Por supues­to, hay que cons­truir un ver­da­de­ro teji­do cul­tu­ral en este terri­to­rio y mi des­pa­cho está abier­to des­de el minu­to cero para ten­der puen­tes con otras ins­ti­tu­cio­nes. Creo que los reci­ta­les del Cen­tre en el IVAM y sus escul­tu­ras en Les Arts son la mues­tra per­fec­ta de siner­gia artís­ti­ca. Por­que ahí está el futu­ro de la Cul­tu­ra, en la unión de todos, para lograr que fue­ra de Espa­ña este terri­to­rio sea cono­ci­do como un gran motor cul­tu­ral.

A lo lar­go de la Tem­po­ra­da 2016–17 habrá acti­vi­da­des gra­tui­tas con pro­pues­tas inno­va­do­ras. ¿En qué con­sis­ti­rá “Mozart Nacht und Tag”?

Mozart Nacht un Tag (“Mozart Noche y día”), son más de 24 horas para cele­brar el cum­plea­ños de este gran genio, al que tan­to le debe el mun­do de músi­ca y la huma­ni­dad. Que­re­mos que se sumen no solo nues­tros cuer­pos esta­bles sino músi­cos de toda la Comu­ni­tat para cele­brar con acti­vi­da­des gra­tui­tas esta efe­mé­ri­de. ¡Ah! ¡Y con xoco­la­te ¡bun­yols para todos!

 

Usted ha habla­do algu­na vez de la impor­tan­cia de “edu­car en la belle­za”. ¿Mejo­ra­mos?
Soy posi­ti­vo y nun­ca pien­so en obs­tácu­los sino en opor­tu­ni­da­des. Lo sé, esta­mos en un mun­do sobre­es­ti­mu­la­do por el már­ke­ting, lo rápi­do y fácil, lo inme­dia­to. Pero en mis años de volun­ta­ria­do con jóve­nes y lue­go en este mun­do del tea­tro, he apren­di­do muchas cosas, una de ellas es que lo genuino, o sea, la belle­za pura es uni­ver­sal y cau­ti­va sin hacer dis­tin­cio­nes en la for­ma­ción, cla­se o viven­cias que ten­gas. Nues­tra obli­ga­ción como tea­tro públi­co es mos­trar y des­cu­brir la ver­da­de­ra belle­za a la ciu­da­da­nía. Ese es el camino.

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