“En Valencia hay cocineros extraordinarios, y se come extraordinariamente bien”
Con una Estrella Michelín como reconocimiento a su labor en El Bohío y varios premios a sus espaldas, Pepe Rodríguez acaba de recibir el premio Tendencias a la Difusión de la Gastronomía. El popular miembro del jurado en el televisivo Master Chef afirma que su receta para el éxito es disfrutar con lo que hace, y destaca la generosidad como una de las cualidades imprescindibles en un buen cocinero.
¿De dónde le viene la pasión por los fogones?
Me he criado en un ambiente gastronómico, mi abuela fue cocinera y mi madre también. Pero jamás pensé que yo lo sería, me metí por obligación como camarero y, el azar y la suerte, hicieron que me apasionara por este oficio.
¿Cómo llegó a convertirse en el chef que es ahora?
A base de mucho trabajo, no tiene más misterio: muchas horas de dedicación, que te absorba tanto que sólo pienses en ello, que el trabajo se convierta en una obsesión y que todo gire alrededor de la cocina. Llegas, y encuentras eso que te engancha. Y, de repente, se convierte en una pasión.
“La sociedad del bienestar ha derivado en la curiosidad por comer bien y beber bien, además de la tendencia a cuidarse por dentro con alimentos que hasta curan enfermedades”.
En los últimos años estamos viendo como proliferan los programas de cocina desde un punto de vista profesional, ¿a qué se debe esta tendencia?
La gastronomía en los últimos años es un valor, y esta muy dentro de los ciudadanos. La sociedad del bienestar ha derivado en la curiosidad por comer bien y beber bien, además de la tendencia a cuidarse por dentro con alimentos que hasta curan enfermedades. Por qué no llevar todo esto a un medio como la televisión y, además, dar a conocer un oficio.
¿Cree que han colaborado con el auge y la popularidad actual de la alta cocina?
Eso es gracias a los grandes cocineros de España, que desde el año setenta y tantos han hecho un gran esfuerzo por entender que la cocina podía ser un elemento para hacer de ella un lujo. Los programas como Master Chef llevan a la gente de a pie que no sabe lo que es una reducción, por ejemplo, conocimientos y técnicas para democratizar la alta cocina. Llevamos recetas de Martín Berasategui, o al mismísimo Ferran Adrià, a las casas de este país a través de un medio de comunicación.
Gracias a Master Chef, el espectador vive la realidad a la que se enfrenta un equipo a la hora de elaborar cada plato. ¿Este conocimiento por parte del comensal ha influido positivamente en la concepción de la buena mesa?
Yo creo que el comensal no tiene porqué saber lo que ocurre de puertas para adentro del restaurante, sino que tiene que llevarse una buena concepción de lo que ha comido, de cómo le han atendido y de las sensaciones que ha experimentado. Nosotros desde Master Chef explicamos un poco lo que sufrimos los cocineros para llegar a ese nivel de excelencia, las horas de estrés y de esfuerzo hasta que formas un equipo y lo engranas. resulta atractivo para el espectador, pero el cliente no tiene porqué saberlo.
¿Cuál es su técnica para sobrevivir al estrés diario de una cocina?
No tengo ninguna técnica, intento ser lo más normal posible. Le he dedicado tantas horas a la cocina porque, como era algo que me apasionó, tampoco me parecía un trabajo y lo hacía contento. Creo que tengo demasiada suerte. pero sobrevivo a la vorágine teniendo momentos tranquilos de irme a casa y poner los pies encima de la mesa, estar con mi familia y mis hijos, tumbarme tres horas de siesta, el día que lo puedo hacer, y descansar para toda la semana. pero bueno, soy tan feliz con lo que hago que tampoco me pesa.
¿Qué cualidades debe tener un gran cocinero?
Debe tener una gran técnica, talento y pasión por el oficio. También hay que tener memoria histórica y haber leído mucho y comido en muchos sitios. Todo eso forma a un cocinero, pero, sobre todo, tiene que tener generosidad porque, al final, es un oficio en el que hay que dar lo mejor de ti mismo para los demás. Quieres agradar al comensal para que se vaya muy contento, y debes ser consciente de que lo estás haciendo es único para esa persona que lo disfruta.
¿cómo ha afectado su popularidad en Master Chef a El Bohío?
Se ha notado mucho, ha subido muchísimo el nivel de ocupación. Vienen clientes de toda España y del mundo entero, seguidores desde Miami, Venezuela, Colombia o México, que nos siguen por el canal internacional. Ha sido un furor, estamos muy contentos.
¿Qué hay que hacer para conseguir una Estrella Michelín y mantenerla?
No hay que hacer nada. Hay que tener un estilo de trabajo e intentar hacerlo muy bien, no hay que buscarlo. Cada uno sabe más o menos lo que le gusta y lo que le debe gustar a tu comensal, y ellos deciden si te lo premian o no. Es el trabajo del día a día. Es verdad que es muy favorable tener una Estrella, pero yo siempre digo que hay restaurantes que tienen una, dos o tres estrellas y a mí, personalmente, no me dicen nada gastronómicamente.
Cada vez surgen más dietas alternativas que prometen la sanación del cuerpo a tra- vés de los alimentos como, por ejemplo, la Macrobiótica. ¿Cuál es su valoración acerca de este tipo de comida?
No sé si es major o peor que otras, pero me parece respetable, sobre todo por los valores del que te lo cuenta y te lo dmuestra con hechos fehacientes, médicos y clínicos. Yo soy partidario de comer de todo con sentido común, sabiendo qué alimentos son más saludables pero sin renunciar a nada. Yo no renuncio a las carnes ni a los lácteos, no me atraco pero como puntualmente de todo porque, como sé que me voy a morir y que sólo tengo esta oportunidad, quiero probar de todo. Si tuviera más vidas en cada una sería vegetariano, otra vegano, otra macrobiótico, etc. Pero como esto se acaba…
¿Qué cocineros valencianos conoce y valora?
Muchos. Desde Ricard Camarena, que es mi íntimo amigo y muy buena gente, a Quique Dacosta. También a Miquel Ruiz, que es un cocinero como la copa de un pino y muy buen amigo también. Valencia es una de las comunidades emergentes y hay muchos cocineros valencianos extraordinarios y sitios donde se come extraordinariamente bien.
¿Hacia dónde se encamina la cocina?
Creo que vamos hacia el disfrute de las personas. Esta crisis nos ha llevado a entender que se puede hacer una buena cocina muy asequible, donde no tiene porqué ser todo restaurantes de alto copete, con sumiller y grandes instalaciones, eso va a quedar para muy pocos. Se puede hacer una comida mucho más humilde. Un día te apetecerá ir a un sitio de los grandes porque es una experiencia única, y otro irás a otro donde se come muy bien a precios muy buenos con cocineros como la copa de un pino.
Por último, nos encantaría descubrir qué plato supone la conquista asegurada del paladar de Pepe Rodríguez…
No tengo ninguno, como de todo y me gusta todo. No tengo ningún problema y creo que esto es un mensaje que hay que lanzar. soy feliz cuando voy a un asador y me como la mejor chuleta de carne de buey poco hecha, soy feliz cuando me como el mejor arroz, soy feliz comiéndome los mejores callos… Intento comer lo mejor donde lo haya, pero no tengo preferencias.
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