Germán Carrizo y Carito Lourenço y Esther Medina-Cuesta en el lounge bar de Lladró

Hay moti­vos para que­dar­se en Valèn­cia duran­te el verano, empe­zan­do por el camino que con­du­ce has­ta Hotel Pala­cio Vallier . Duran­te las obras de reha­bi­li­ta­ción, se halla­ron los res­tos de una per­fu­me­ría roma­na, que da nom­bre al res­tau­ran­te. El esta­ble­ci­mien­to per­ma­ne­ce abier­to duran­te el mes de agos­to. La Per­fu­me­ría quie­re ser un oasis fren­te al calor, un bál­sa­mo para los aman­tes de la gas­tro­no­mía, y para ello dis­po­ne de un nue­vo menú degus­ta­ción y una ofer­ta coc­te­le­ra úni­ca en la ciu­dad.

Hace algo más de un año que el res­tau­ran­te, situa­do jun­to al Palau de la Gene­ra­li­tat, se con­ver­tía en pun­tal gas­tro­nó­mi­co de la Pla­za Mani­ses. En pleno cas­co his­tó­ri­co, nos encon­tra­mos con una car­ta dise­ña­da por Tán­dem Gas­tro­nó­mi­co, tras la que están los chefs Ger­mán Carri­zo y Cari­to Lou­re­nço, reco­no­ci­dos con una Estre­lla Miche­lin en su res­tau­ran­te Fie­rro. La pare­ja impri­me su téc­ni­ca y crea­ti­vi­dad sobre los fogo­nes de La Per­fu­me­ría, para afian­zar la per­so­na­li­dad de un espa­cio don­de el pro­duc­to valen­ciano se vis­te con ele­gan­cia y dis­tin­ción, rei­vin­di­can­do la des­pen­sa local y los aro­mas de siem­pre. En un espa­cio muy exclu­si­vo, don­de el inte­rio­ris­mo de dise­ño y la exce­len­te aten­ción al comen­sal redon­dean la expe­rien­cia.

El res­tau­ran­te incor­po­ra un nue­vo menú degus­ta­ción, que com­bi­na los clá­si­cos de la casa con pla­tos refres­can­tes de tem­po­ra­da, y da la opción de mari­da­je. Una pro­pues­ta pen­sa­da tan­to para el comen­sal que des­co­no­ce la gas­tro­no­mía local, pero quie­re acer­car­se a ella bajo altos están­da­res de cali­dad, como para los valen­cia­nos que bus­can sor­pren­der­se con los sabo­res de siem­pre, a par­tir del mejor pro­duc­to y la exce­len­cia téc­ni­ca. A todo ello, se suma la alta coc­te­le­ría de Esther Medi­­na-Cue­s­­ta, bar­ten­der de pres­ti­gio inter­na­cio­nal, que pone su fir­ma a las crea­cio­nes de auto­ra para dis­fru­tar en el Loun­ge Bar de Lla­dró o la pri­vi­le­gia­da azo­tea.

Todo comien­za con un Bloody Mary. No es un cóc­tel cual­quie­ra: vie­ne derra­ma­do sobre una ostra, pero se pre­pa­ra en sala como el res­to de com­bi­na­dos. Como entran­tes, el tar­tar de gam­ba blan­ca, la cro­que­ta de jamón y una sopa fría. Men­ción apar­te mere­ce el steak tar­tar, que fue segun­do pre­mio en el Meat Car­ni­val 2022. Los prin­ci­pa­les con­sis­ten en un pla­to de boga­van­te a la bra­sa y los cap­pe­llet­ti relle­nos de gui­so de rabo de toro Se ter­mi­na con­for­me a los bue­nos moda­les: pre­pos­tre, pos­tre y petit-four. Todo por 70 euros, más 25 si ade­más se desea mari­da­je. «Que­ría­mos brin­dar al públi­co la opor­tu­ni­dad de explo­rar el sabor y la pure­za del pro­duc­to, bus­can­do la auten­ti­ci­dad de la mate­ria pri­ma, aun­que sin per­der ese toque sofis­ti­ca­do», expli­ca Carri­zo.

En la car­ta de La Per­fu­me­ría hay lugar para la gam­ba roja de Dénia y el caviar Ros­si­ni; pero se con­si­de­ra igual de lujo­sa la ensa­la­da de toma­te valen­ciano, las anchoas de Rafa López o el pan arte­sano de Jesús Machi sobre el que se sir­ven.

¿Cómo se pue­de redon­dear la expe­rien­cia? Pues toda­vía hay más ingre­dien­tes, por­que de Esther Medi­­na-Cue­s­­ta, pro­fe­sio­nal de pres­ti­gio inter­na­cio­nal, ha dise­ña­do para el Hotel Pala­cio Vallier el sin­gu­lar y fru­tal Big Spen­der; el ahu­ma­do Wan­der­lust, que home­na­jea la coc­te­le­ría tiki; y el sofis­ti­ca­do y dis­tin­gui­do Bri­sa de Oro, que se ins­pi­ra en la naran­ja y la luz de Valèn­cia. Los cóc­te­les se pue­den dis­fru­tar en dos espa­cios exclu­si­vos. Adya­cen­te al lobby, y con acce­so inde­pen­dien­te, está el Lla­dró Loun­ge Bar. Cons­ti­tu­ye un sofis­ti­ca­do bar museo, ins­pi­ra­do en las coc­te­le­rías de los años 30, don­de se con­den­sa el espí­ri­tu lujo­so del hotel y se exhi­ben las pie­zas de dise­ño de Lla­dró. Tam­bién des­de la exclu­si­va azo­tea del edi­fi­cio, con vis­tas pri­vi­le­gia­das sobre las cúpu­las de la ciu­dad, y en espe­cial sobre los monu­men­tos del cen­tro.

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia