El chef valenciano Ricard Camarena nos atiende desde su confinamiento en su pueblo natal, Barx. En él ha vuelto a sus orígenes, cuando empezó cocinando en el bar del polideportivo municipal que arrendó en 2001 tras acabar los estudios en la Escuela de Hostelería y Turismo. Durante estas últimas semanas, Camarena se ha reencontrado con unas raíces que, por otra parte, nunca ha dejado de lado. También ha tenido tiempo para reflexionar, aunque sigue muy activo en redes sociales desde las cuales incluso ha cocinado en directo productos de la huerta y de temporada como las alcachofas o ha ido respondiendo a todo tipo de preguntas sobre gastronomía.
Cabe recordar que Ricard Camarena y Quique Dacosta, en una muestra de responsabilidad y de “trellat”, ya anunciaron, en un comunicado conjunto, el cierre de todos sus restaurantes incluso antes de que se declarara el Estado de Alarma. Ahora, él considera que “de la misma forma que entonces no veíamos claro abrir, tampoco lo vemos ahora”. Por tanto, anuncia que, de momento, todos sus restaurantes (Ricard Camarena —con dos estrellas Michelin— Habitual, Canalla Bistró y Central Bar) permanecerán cerrados. “No sabemos muy bien lo que está pasando ni tampoco lo que vamos a hacer. Creemos que las medidas de las que se habla no están contrastadas y para nosotros es muy importante guardar fuerzas en todos los niveles, mentales, económicos, morales, de seguridad… porque una apertura en falso nos puede matar”. Él asevera que es mejor mantenerse a la espera: “Las medidas de seguridad no están contrastadas para poder abrir con todas las garantías. Necesitamos ver también el efecto de las aperturas, cómo repunta la enfermedad, ver si los clientes están predispuestos a venir… entiendo que puedan abrir restaurantes con poca estructura, bares pequeños que son llevados, prácticamente, por una familia, pero a nosotros enchufar la máquina nos cuesta mucho”, explica.
El chef valenciano es consciente de que mantenerse cerrados es “una situación muy dolorosa” pero matiza que ahora mismo es “la menos dolorosa”. “Creo que tienen que pasar muchas cosas todavía. Sí aún no podemos ir a visitar a la familia, cómo vamos a socializar en un restaurante. Además, parece que hemos estado en el punto de mira, que el único lugar donde la gente podía contagiarse era en un bar o un restaurante, así que ahora preferimos conocer mejor las medidas y tener más información para poder abrir”, sentencia.
Mientras tanto, Ricard Camarena continúa en Barx, viviendo temporalmente de otro modo y tratando de hacer el confinamiento más ameno a mucha gente desde las redes sociales: “Tiene un punto divertido, es una manera de hacer más llevadero todo esto y trato de no calentarme mucho la cabeza para que cuando llegue el momento de abrir lo hagamos con plenas facultades y energía, con la mirada despejada y los ánimos fuertes. Hay que tomar cierta distancia porque ahora todo esto está en manos de los médicos y los científicos. Lo que podemos hacer es esperar, pero este es mi punto de vista, que es tan válido como el de cualquier otro”.
Él comprende que la ciudadanía ya tenga ganas de volver a los restaurantes: “Es una cuestión personal de cada uno. Muchos quieren volver, pero se tiene que dar el contexto adecuado y las circunstancias para que todo el mundo tenga la tranquilidad suficiente. No es algo que se pueda inculcar de un día para otro. Tenemos que sentirnos cómodos con otras personas, pode saludar por la calle y hablar tranquilamente, sin esquivar conversaciones por miedo… faltan muchas cosas todavía para que las circunstancias sean las idóneas”, recalca.
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