El sábado y el domingo los Jardines de Viveros se animaron con el Minifest y mientras los más pequeños se diviertieron con música y actividades, Olfo Bosé y sus colaboradores a través de «Habitante Elefante» dieron forma al mural más sostenible de la ciudad. Un fin de semana que no dejó lugar al aburrimiento entre música en directo, talleres creativos, instalaciones artísticas, córners musicales y gastronomía y donde el público pudo experimentar con la creación artística y volar con la imaginación dejándose llevar por las vanguardias creativas y musicales.
Es la apuesta de los creadores de Palo Market Fest, Pedrín y Paula Mariscal, que en esta tercera edición del festival han presentado una propuesta con espacios dedicados a los más pequeños, zonas ampliadas con oferta gastronómica variada, completa y original, expositores llegados de Barcelona, pero también un nutrido grupo de creadores valencianos dispuestos a aprovechar el escaparate de un festival que no solo pretende ir más allá de las tendencias, sino crearlas. Y el paso adelante de los Mariscal ha recibido, por tercer año consecutivo, un gran recibimiento por parte del público valenciano, ávido de novedades y vanguardias creativas.
Con los 7 euros de la entrada se pudo disfrutar de la programación musical coordinada entre ambos escenarios o descansar en cualquiera de los córners musicales con los mejores DJs de la ciudad y completar la jornada con la oferta gastronómica que este año campaba por los pasillos de Viveros. De esta manera, cerca de 40.000 personas han podido escuchar, ver, oler, saborear y sentir a verdaderos artistas y creadores, cada uno en su campo, y des-conectar de la rutina a la que ya nos vienen acostumbrando las tendencias marcadas. Este fin de semana Valencia ha marcado la diferencia.