El pro­yec­to invi­ta a repen­sar la expe­rien­cia del tiem­po des­de una mira­da sim­bó­li­ca, ritual y cor­po­ral.

 

El Museo Nacio­nal de Cerá­mi­ca y Artes Sun­tua­rias «Gon­zá­lez Mar­tí», museo de titu­la­ri­dad esta­tal depen­dien­te del Minis­te­rio de Cul­tu­ra, aco­ge a expo­si­ción «San­dra Val. La eró­ti­ca del tiem­po», que se podrá visi­tar en Valen­cia has­ta el 11 de enero de 2026.

La mues­tra, comi­sa­ria­da por Julie­ta de Haro, ha sido con­ce­bi­da espe­cí­fi­ca­men­te para las salas del museo. La ins­ta­la­ción invi­ta a repen­sar la expe­rien­cia del tiem­po des­de una mira­da sim­bó­li­ca, ritual y cor­po­ral. Lejos de enten­der­lo como una medi­da obje­ti­va, el tiem­po se plan­tea como una sus­tan­cia viva que atra­vie­sa los cuer­pos, los obje­tos y los espa­cios. A tra­vés mate­ria­les como la por­ce­la­na, el vidrio, el metal o el tex­til, la artis­ta San­dra Val entre­la­za en este pro­yec­to expo­si­ti­vo lo arque­tí­pi­co y lo con­tem­po­rá­neo, lo tan­gi­ble y lo invi­si­ble, lo espi­ri­tual y lo tec­no­ló­gi­co. La mues­tra pro­po­ne una expe­rien­cia inmer­si­va que acer­ca al públi­co a ima­gi­nar otras for­mas de habi­tar el mun­do.

Sobre la artis­ta

El tra­ba­jo de San­dra Val (Tarra­go­na, 1979) se cen­tra en crear ima­gi­na­rios que explo­ran la uto­pía y la atem­po­ra­li­dad median­te la cone­xión entre tra­di­ción, pre­sen­te y futu­ro. A tra­vés de mate­ria­les como por­ce­la­na, vidrio, metal o tex­til, gene­ra obras que son ins­ta­la­cio­nes con gran car­ga sim­bó­li­ca.

Su obra se ha mos­tra­do en espa­cios como el Museo Bar­jo­la, La Neo­mu­dé­jar o el Gyeong­gi Museum of Con­tem­po­rary Cera­mic Art, ade­más de ferias como Estam­pa y ARCO. Ha reci­bi­do reco­no­ci­mien­tos como la Men­ción de Honor en la Bie­nal Inter­na­cio­nal de Cerá­mi­ca de Corea (2021) y el pre­mio «Habi­tar el camino» del Con­sor­ci de Museus (2023).

 

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia