Hay sabo­res y momen­tos que for­man par­te de la memo­ria colec­ti­va. El man­tel de cua­dros de los abue­los, la sobre­me­sa en el bar de siem­pre, la pae­lla de los domin­gos… Y jun­to a esas esce­nas, tam­bién la cer­ve­za que acom­pa­ña­ba cada cele­bra­ción.

Cin­cuen­ta años des­pués de su lan­za­mien­to, Cer­ve­zas Turia recu­pe­ra Turia Stark, cono­ci­da popu­lar­men­te como «la rubia de Valen­cia», una cer­ve­za fres­ca y con carác­ter que vuel­ve a los bares de la ciu­dad para revi­vir esa tra­di­ción.

Turia Stark nació en 1957, de la mano de los fun­da­do­res de Cer­ve­zas El Turia, que ya habían triun­fa­do con la míti­ca Turia Mär­zen. Su inten­ción era crear una cer­ve­za pen­sa­da para el día a día, «una cer­ve­sa per a beu­re a totho­ra», como ellos mis­mos la defi­nie­ron. Muy pron­to con­quis­tó las barras, las comi­das fami­lia­res y las ter­tu­lias inter­mi­na­bles, con­vir­tién­do­se en una de las varie­da­des más que­ri­das de su épo­ca.

Aho­ra regre­sa fiel a su esen­cia ori­gi­nal. Se tra­ta de una cer­ve­za espe­cial con 5,5% de volu­men alcohó­li­co, color dora­do bri­llan­te y espu­ma blan­ca per­sis­ten­te. En nariz ofre­ce suti­les aro­mas de mal­ta y lúpu­lo, y en boca reve­la notas de cereal con deli­ca­dos mati­ces her­ba­les, en equi­li­brio con un amar­gor lige­ro y bien inte­gra­do. Una pro­pues­ta fres­ca y ver­sá­til, pen­sa­da para acom­pa­ñar de nue­vos los peque­ños momen­tos coti­dia­nos.

El relan­za­mien­to de Turia Stark es tam­bién un home­na­je a la memo­ria cer­ve­ce­ra de Valen­cia. Cer­ve­zas Turia, fun­da­da en 1935, cele­bra con esta reedi­ción su víncu­lo con la ciu­dad y su com­pro­mi­so con la cali­dad, la inno­va­ción y la tra­di­ción. Este via­je al pasa­do quie­re ser, al mis­mo tiem­po, una pro­pues­ta de futu­ro: la recu­pe­ra­ción de un sabor que remi­te a lo que com­par­tie­ron padres y abue­los, aho­ra rein­ter­pre­ta­do para las nue­vas gene­ra­cio­nes.