Por R.Ballester Añón

 

Dino Buz­zat­ti (1906–1972) fue escri­tor y perio­dis­ta.  El desier­to de los tár­ta­ros, nove­la publi­ca­da por pri­me­ra vez en 1940, es su obra maes­tra, y una de las narra­cio­nes más fas­ci­nan­tes del pasa­do siglo. Está ambien­ta­da en un país fic­ti­cio. La tra­ma sigue la vida del tenien­te Gio­van­ni Dro­go des­de el momen­to en que, con­ver­ti­do en ofi­cial, es des­ti­na­do a la for­ta­le­za Bas­tia­ni, que es el últi­mo pues­to de avan­za­da en las fron­te­ras del nor­te del Rei­no, y que domi­na una deso­la­da lla­nu­ra lla­ma­da el “desier­to de los tár­ta­ros”, que algu­na vez fue esce­na­rio de vio­len­tas incur­sio­nes. Sin embar­go, no han apa­re­ci­do ame­na­zas hace mucho tiem­po; la for­ta­le­za, aho­ra pri­va­da de su impor­tan­cia estra­té­gi­ca, es un edi­fi­cio enca­ra­ma­do en una mon­ta­ña soli­ta­ria de la que muchos inclu­so igno­ran su exis­ten­cia. Esta ame­na­za apla­za­da, incon­cre­ta, obse­si­va­men­te pre­sen­te, está car­ga­da de reso­nan­cias que la vin­cu­lan con cier­tas incer­ti­dum­bres cul­tu­ra­les e his­tó­ri­cas.

Buz­za­ti dijo en una entre­vis­ta que la obra nació duran­te los años en que tra­ba­jó en la redac­ción del Corrie­re de la Sera, de 1933 a 1939, es decir, en los preám­bu­los de la Segun­da Gue­rra Mun­dial. Tra­ba­ja­ba todas las noches y era un tra­ba­jo tedio­so y monó­tono; pasa­ban los meses, los años y se pre­gun­ta­ba si siem­pre iba a ser así, si la espe­ran­za, los sue­ños de cuan­do se es joven, se iban a atro­fiar.  La trans­po­si­ción de esta idea a un ima­gi­na­rio uni­ver­so mili­tar fue ins­tin­ti­va.

Miche­le Med­da ha guio­ni­za­do la nove­la de Buz­za­ti para su con­fi­gu­ra­ción como cómic; en cuan­to a la visua­li­za­ción y rea­li­za­ción grá­fi­ca, ha esta­do a encar­go Pas­qua­le Fri­se­da, dibu­jan­te de acre­di­ta­do pres­ti­gio.

El cómic a par­tir de una nove­la, como es el caso que nos ocu­pa, adquie­re aspec­to de meticu­loso guión lite­­ra­­rio-téc­­ni­­co. No sólo ofre­ce diá­lo­gos pre­ci­sos, y fun­cio­na­les voces en off del narra­dor, sino   deci­sio­nes visua­les que se con­cre­tan median­te con una amplia tipo­lo­gía de pla­nos y de varia­das angu­la­cio­nes de la “cámara/viñeta” que gene­ran sus corres­pon­dien­tes efec­tos narra­ti­vos.

Un cómic es como un film en esta­do de hiber­na­ción que el lector/contemplador lo extrae de su quie­tud. Es un film de papel cuyo tem­po lo esta­ble­ce el lector/contemplador median­te la velo­ci­dad lec­tu­ra y de paso de pági­nas.  El cómic es res­pe­tuo­so con su usua­rio y de con­tem­pla­ción más per­so­na­li­za­da que el dis­cu­rrir públi­co de un film.

Esta ver­sión de El desier­to de los tár­ta­ros emplea un sobrio   blan­co y negro, que cier­ta­men­te para el tex­to del que pro­vie­ne, es una ati­na­da deci­sión. Y no lle­va sus pági­nas nume­ra­das.

El cómic tie­ne en par­te sus orí­ge­nes ‑den­tro del orbe occi­­de­n­­tal- en la tra­di­ción reli­gio­sa y los reta­blos acer­ca de per­so­na­jes celes­tes o de san­ta ejem­pla­ri­dad, así como de exe­cra­bles figu­ras dia­bó­li­cas.  El reta­blo en la tra­di­ción cató­­li­­co-orto­­do­­xa ha teni­do esa fun­ción de ins­truc­ción o cate­que­sis para una pobla­ción mayo­ri­ta­ria­men­te anal­fa­be­ta.

Con la idea de per­ma­nen­te espe­ra, la influen­cia de la nove­la de Buz­za­ti se advier­te en   obras de Julien Gracq ‑La Ribe­ra de las Sir­tes, Los ojos del bos­­que- o en Espe­ran­do a los bár­ba­ros de J. M.Coetze, entre otras.

Se repa­ra tam­bién en la evi­den­te her­man­dad entre el libro de Buz­za­ti y Ante la ley, el rela­to de Kaf­ka

En 1976, El desier­to de los tár­ta­ros dio pie a un exce­len­te film de Vale­rio Zur­li­ni, roda­do en los desier­tos de Irán, en la for­­ta­­le­­za-des­­ta­­ca­­me­n­­to de Bam, que en la actua­li­dad es muy visi­ta­da por los turis­tas.


Títu­lo: El desier­to de los tár­ta­ros

Autor: Dino Buz­zat­ti, Miche­le Med­da, Pas­qua­le Fri­sen­da

Tra­duc­to­ra: Almu­de­na Mira­lles Guar­dio­la

Edi­to­rial: Alta­ma­rea

Comparte esta publicación

amadomio.jpg

Suscríbete a nuestro boletín

Reci­be toda la actua­li­dad en cul­tu­ra y ocio, de la ciu­dad de Valen­cia