Baleària ha presentado oferta para la construcción y explotación de la nueva terminal pública de pasajeros del puerto de València que la Autoridad Portuaria sacó a licitación. La oferta de Baleària ha sido la única que se ha presentado para optar a esta infraestructura que se ubicará entre el Muelle de Poniente y el Muelle del Espigón del Turia, en la zona anteriormente ocupada por el astillero de Unión Naval de Valencia, y que cuenta con aproximadamente 100.000 m2. La concesión para la empresa adjudicataria se otorgará por un plazo de 35 años, prorrogables hasta un máximo de 50 años.
Hasta el día 29 de este mes de julio – día de la apertura de los segundos sobres de las ofertas presentadas – la APV no podrá ofrecer información adicional, salvo la que aprobó en su día el Consejo de Administración relativa a los pliegos del concurso.
El Consejo Administración de la APV consensuó los requisitos que debe cumplir esta infraestructura que están centrados en crear una terminal ecológica, accesible y respetuosa con el valor histórico de los edificios. Así, por ejemplo, el pliego establece que la terminal este equipada con suministro eléctrico para que los cruceros se conecten a esta energía o la opción para instalar placas solares en las cubiertas del edificio.
Según consta en el pliego de bases del concurso, la nueva terminal está destinada a atender al tráfico de cruceros, las líneas regulares con Baleares y Argelia así como tráfico de carga rodada o “ro-ro” (plataformas o vehículos que acceden a los barcos con sus propios medios). Para ello, la nueva terminal debe disponer al menos cuatro atraques; permitiendo al menos uno de ellos el atraque de un crucero de 360 metros de eslora y otro de al menos 250 metros de longitud. Todos los atraques tienen que estar equipados con acceso a la red de suministro eléctrico para los buques. La terminal debe ser capaz de acoger en una misma jornada dos buques de cruceros, uno en régimen de puerto base y otro en régimen de tránsito, y dos buques tipo ferry / ro-pax.
Una terminal segura y accesible
Dadas sus características, la nueva terminal garantiza la operativa independiente de los pasajeros de cruceros y los pasajeros de líneas regulares. Asimismo, el pliego contempla un edificio para la recepción de pasajeros provisto de hall de entrada, área para depósito de equipajes, control de seguridad equipado con rayos X y arcos detectores de metales, espacio para aduanas y para los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. Por lo que respecta a los servicios propios de la terminal, el pliego contempla que, como mínimo, proporcione espacio para sanidad, área de espera, pasarelas para el acceso desde el pasillo de embarque al buque y viceversa con cámaras de seguridad, wi-fi, oficina de turismo, zona de aseos públicos, sala de descanso para la tripulación y área de check-in para las líneas de crucero. Opcionalmente, el concesionario podrá proporcionar otros servicios como oficina para la APV, área para grupos grandes, almacenes, zona VIP, área de restauración, zona comercial, vending, cajeros, zonas de alquiler de vehículos o sala de rezos. El diseño de la terminal deberá garantizar la accesibilidad para las personas de movilidad reducida.
Por lo que respecta al área exterior, la terminal tiene que contar con zona de aparcamiento de corta estancia con al menos 100 plazas, zona de estacionamiento para autobuses y transporte colectivo con al menos 10 plazas, parada de taxis. Asimismo, debe disponer de una zona de espera para pasaje de línea regular internacional para la Operación Paso del Estrecho con 600 plazas de aparcamiento, zona recreativa infantil y zona de restauración y servicios. La nueva terminal contará con dos accesos independientes: el de vehículos pesados que llegarán a través del Acceso Sur y el de vehículos ligeros que entrarán a la terminal por los accesos previstos por la parte ciudadana.
Edificios de valor histórico artístico
La ordenación de la nueva terminal deberá respetar los cuatro elementos del antiguo astillero de Unión Naval de Levante catalogados por la Cátedra Demetrio Ribes como piezas de valor histórico artístico. En concreto, se trata del depósito de agua, la grada de construcción de buques, 2 grúas que podrán ser colocadas en otra ubicación y la subnave A de la nave III. En este último caso, la APV acometerá la rehabilitación de la estructura, fachada y cubiertas de este edificio mientras que el concesionario se ocupará del resto de la reforma para su adecuación al nuevo uso previsto, respetando la arquitectura de la nave y la fachada oeste de la misma. Será un edificio histórico y emblemático de la València marítima que continuará prestando servicio a la ciudad y a la ciudadanía – más de cien años después de su construcción – ahora, con las más modernas tecnologías medioambientales.
Plan medioambiental
Además del plan de negocio, las ofertas que han presentado los licitadores deben presentar un ambicioso plan medioambiental que incluya el compromiso de adopción de un sistema de gestión ecológicos y sostenibles, la participación en las iniciativas conjuntas que promueva la APV así como un estudio de evaluación de impacto ambiental. Tal y como establece el pliego, todos los atraques deben estar equipados con red de suministro eléctrico a los buques atracados; y todas las cubiertas y tejados de las edificaciones existentes tienen que estar diseñadas para la instalación de placas solares fotovoltaicas. Asimismo, las ofertas contemplan un plan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) para la nueva terminal pública de pasajeros.
Criterios de adjudicación
Para la adjudicación de la oferta, el pliego establece 45 puntos para la oferta económica y 55 puntos para el plan de negocio. En concreto, para la adjudicación de los puntos relativos al plan de negocio, se otorgarán 15 puntos para la operativa de la terminal valorando los procedimientos operativos y la organización de la terminal, la ordenación del ámbito de la concesión, el proyecto básico y la integración de la Subnave A de la Nave 3. Por su parte, la estrategia general de negocio y el plan de RSC se valorarán con 5 puntos, respectivamente. En el caso del plan de RSC, se tendrán en cuenta la estrategia de gobierno corporativo así como las medidas de igualdad de género, conciliación familiar y condiciones de accesibilidad universal. Por su parte, el Plan Medioambiental aportado por los licitadores permitirá obtener hasta 20 puntos. De ellos, 7 puntos se otorgarán a las medidas de reducción de emisiones de CO2 equivalentes y/o en consumo energético en maquinaria, equipos e instalaciones de la terminal; otros 7 puntos se otorgarán a la propuesta con un mayor porcentaje de uso de energía procedente de fuentes renovables; y los 6 restantes se otorgarán a la propuesta con un mayor porcentaje de maquinaria y equipos eléctricos o que funcionen con combustibles alternativos no derivados del petróleo. Finalmente, la oferta de tarifas será valorada con 10 puntos.
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