Cal­dos y bebi­das calien­tes, sue­los cale­fac­ta­dos o lám­pa­ras de calor son algu­nos de los medios para apor­tar el máxi­mo con­fort a las dis­tin­tas espe­cies que alber­ga el par­que.

 

La pre­ven­ción es fun­da­men­tal para la salud y una regla de oro para cen­tros espe­cia­li­za­dos como BIOPARC Valen­cia don­de los cri­te­rios cien­tí­fi­cos y el “saber hacer” del equi­po pro­fe­sio­nal tie­nen como obje­ti­vo no solo pro­te­ger a las espe­cies en peli­gro de extin­ción, sino que al mis­mo tiem­po deben ase­gu­rar el máxi­mo bien­es­tar de cada uno de los más de 6.000 ani­ma­les a su car­go. Con esta pre­mi­sa, se ha imple­men­ta­do una serie de medi­das excep­cio­na­les para paliar los efec­tos de la repen­ti­na ola de frío polar que se aña­den al pro­to­co­lo de actua­ción en invierno.

Cam­bio de die­ta

Ante la alar­man­te pre­vi­sión meteo­ro­ló­gi­ca, la coci­na de BIOPARC comen­zó a aco­piar lo nece­sa­rio para pre­pa­rar cal­dos de ver­du­ras y bebi­das e infu­sio­nes calien­tes que estos días ya dis­fru­tan algu­nos pri­ma­tes como gori­las y chim­pan­cés, inclu­so de for­ma per­so­na­li­za­da, aten­dien­do a los gus­tos de cada indi­vi­duo. Para­le­la­men­te, el per­so­nal de man­te­ni­mien­to ya había che­quea­do que los dis­tin­tos sis­te­mas de cale­fac­ción fun­cio­na­ran correc­ta­men­te y que los ele­men­tos con fuen­tes com­ple­men­ta­rias de calor estu­vie­ran lis­tos. Todo un con­jun­to de actua­cio­nes adap­ta­do a las sin­gu­la­ri­da­des de cada espe­cie. Los recin­tos inte­rio­res, don­de los ani­ma­les pasan la noche y se refu­gian de las tem­pe­ra­tu­ras míni­mas, están equi­pa­dos con radia­do­res para el con­fort de jira­fas y ele­fan­tes entre otros. En el caso de los paqui­der­mos, con una poten­cia sufi­cien­te que ase­gu­re la como­di­dad de las crías, Make­na y Malik. Los pri­ma­tes son espe­cí­fi­ca­men­te sen­si­bles al frío y el dise­ño de los espa­cios inclu­yó el sue­lo de cable cale­fac­tor e inclu­so camas de calor a modo de “bra­se­ros” en las áreas exte­rio­res. Esto es pri­mor­dial para gori­las y chim­pan­cés que tam­bién cuen­tan con varias crías a las que hay que pres­tar espe­cial aten­ción.

Tem­pe­ra­tu­ra del agua

La enor­me varie­dad de nece­si­da­des de las 150 espe­cies dis­tin­tas de BIOPARC con­lle­va un des­plie­gue de inge­nie­ría que tie­ne muy en cuen­ta la sos­te­ni­bi­li­dad con la uti­li­za­ción de com­po­nen­tes como una de las mayo­res cal­de­ras de bio­ma­sa de la Comu­ni­tat. Los enor­mes acua­rios de la cue­va de Kitum, el úni­co lugar de Espa­ña don­de con­tem­plar a los gigan­tes­cos hipo­pó­ta­mos bajo el agua, están pro­yec­ta­dos para que el agua se man­ten­ga a por enci­ma de los 20º gra­dos. Jus­to al lado, los coco­dri­los igual­men­te dis­po­nen de un agua toda­vía más tem­pla­da a lo que se aña­de gran­des pla­cas de hor­mi­gón cale­fac­ta­das don­de gozar de los baños de sol. Otros rep­ti­les como las tor­tu­gas de Alda­bra (las segun­das más gran­des que exis­ten) o las sul­ca­ta que sue­len “hiber­nar” estos meses se gua­re­cen en la zona de cua­ren­te­na y tie­nen a su dis­po­si­ción bom­bi­llas ultra­vio­le­tas que simu­lan el sol y lám­pa­ras infra­rro­jas para dar calor. Este últi­mo méto­do se agre­ga para los aves­tru­ces.

Sis­te­ma inmu­ne refor­za­do

Como nos refe­ría­mos a la pre­ven­ción, con el fin de que los ani­ma­les cuen­ten con un sis­te­ma inmu­ne refor­za­do y en las mejo­res con­di­cio­nes, como es habi­tual en el par­que de con­ser­va­ción, en oto­ño se reali­zó el cam­bio de die­ta hacia ali­men­tos de mayor apor­te caló­ri­co e inclu­so se incor­po­ró la admi­nis­tra­ción de suple­men­tos y vita­mi­nas en los casos nece­sa­rios. Velar por­que los ani­ma­les estén en las con­di­cio­nes ópti­mas entra­ña un cui­da­do y aten­ción con­ti­nua­do. En este sen­ti­do, del mis­mo modo se apli­can las direc­tri­ces inter­na­cio­na­les de con­trol de tem­pe­ra­tu­ra ambien­te diri­gi­das a las dis­tin­tas espe­cies. Cabe seña­lar en este caso las favo­ra­bles tem­pe­ra­tu­ras de Valen­cia que, inclu­so en los días más extre­mos, el envi­dia­ble y bene­fi­cio­so sol pro­pi­cia el rápi­do incre­men­to de la sen­sa­ción tér­mi­ca. De esta for­ma a lo lar­go de la maña­na las per­so­nas que visi­tan BIOPARC pue­den con­tem­plar a los ani­ma­les (que man­tie­nen acce­so al inte­rior a su volun­tad) dis­fru­tan­do de los espa­cios al exte­rior. Entre ellos, los “ado­ra­do­res del sol” como se cono­cen por su curio­sa pos­tu­ra para calen­tar sus glán­du­las a los incon­fun­di­bles lému­res de cola ani­lla­da.

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