La obra diri­gi­da por Gerar­do Vera ‑con quien has­ta aho­ra nun­ca había tra­ba­ja­do la actriz‑, esta­rá en el Tea­tro Olym­pia de Valen­cia del Jue­ves 27 al Domin­go 30. 

Con­cha Velas­co se ha meti­do en la piel de muje­res úni­cas, como San­ta Tere­sa o Hécu­ba, y aho­ra, en el Tea­tro Olym­pia, vuel­ve a encar­nar a otra mujer fas­ci­nan­te, Jua­na la Loca, en un monó­lo­go escri­to por Ernes­to Caba­lle­ro y diri­gi­do por Gerar­do Vera. La obra es un ora­to­rio que Caba­lle­ro pre­sen­ta en el momen­to que la rei­na sabe que va a morir y hace una con­fe­sión en la que repa­sa toda su vida.

Para el dra­ma­tur­go, Jua­na la Loca fue “obje­to de lin­cha­mien­to, como podría ser­lo hoy en las redes socia­les. Se la con­de­nó a una muer­te civil a par­tir de la uti­li­za­ción intere­sa­da de sus bro­tes o arre­ba­tos”, dice. “Estu­vo mani­pu­la­da por su padre Fer­nan­do el Cató­li­co, por su mari­do Feli­pe el Her­mo­so y des­pués por su hijo Car­los V”, pre­ci­sa Caba­lle­ro, quien sub­ra­ya que la fic­ción le ha per­mi­ti­do espe­cu­lar y crear una figu­ra a par­tir de una peri­pe­cia vital com­ple­ja que hace ver a un per­so­na­je “valien­te y úni­co, a una rei­na sola, un per­so­na­je que no se ajus­tó a los pará­me­tros socia­les de lo que se espe­ra­ba de ella”.