Los bares y res­tau­ran­tes son algu­nos de los más afec­ta­dos debi­do a la cri­sis sani­ta­ria, ya que se han vis­to obli­ga­dos a echar el cie­rre a sus nego­cios y a tirar de ima­gi­na­ción para dar sali­da a su coci­na. Sin embar­go, muchos de ellos man­tie­nen sus fogo­nes encen­di­dos con un fin soli­da­rio, ali­men­tar a quien más lo nece­si­ta.

Es el caso de Fer­di­nan­do Ber­nar­di, del res­tau­ran­te Oro­bian­co de Calp, que ha coci­na­do piz­zas para las per­so­nas sin techo que están en el alber­gue pro­vi­sio­nal, para los sani­ta­rios del cen­tro de salud y para los volun­ta­rios de Pro­tec­ción Civil.

El chef, que cuen­ta con una estre­lla Miche­lin y un sol Rep­sol, le tras­la­dó a la alcal­de­sa que que­ría ayu­dar como fue­se y lo ha hecho como mejor sabe: ama­san­do y coci­nan­do deli­cio­sas piz­zas para las per­so­nas más nece­si­ta­das y para aque­llos que están luchan­do en pri­me­ra línea en esta cri­sis.