El pintor valenciano repasa el éxito de su última exposición, «Javier Calvo 2014–2022»

Javier Cal­vo, en su últi­ma expo­si­ción.

En su últi­ma expo­si­ción, Javier Cal­vo 2014–2022, pre­sen­ta la obra más recien­te del artis­ta, fru­to de su últi­ma inves­ti­ga­ción plás­ti­ca, el vacío, que abar­ca algo más de una déca­da. Aho­ra que la mues­tra ha cerra­do sus puer­tas, apro­ve­cha­mos para hacer balan­ce.

¿A qué se debió que la demo­ra de 3 años de la expo­si­ción?

Se debió a una cau­sa muy lamen­ta­ble, la apa­ri­ción del COVID, yo nun­ca pen­sé con la can­ti­dad de viven­cias que he teni­do a tra­vés de mis via­jes inter­na­cio­na­les y en paí­ses muy con­flic­ti­vos todo lo acon­te­ci­do por esta lamen­ta­ble viven­cia que nos ha mar­ca­do a todos.

En su momen­to sur­ge la expo­si­ción gra­cias a la pre­sen­cia de un cua­dro for­ma­to gran­de mío en el Ayun­ta­mien­to de Valen­cia, don­de apa­re­ció en múl­ti­ples foto­gra­fías y vídeos, ya que coin­ci­día con la puer­ta del des­pa­cho del enton­ces alcal­de Ribo.

Se pusie­ron en con­tac­to con­mi­go Glo­ria Tello, toda­vía con­ce­ja­la dele­ga­da de Patri­mo­nio y Recur­sos Cul­tu­ra­les, y el direc­tor gene­ral de Museos Xavier Mar­tí y pac­ta­mos varias opcio­nes expo­si­ti­vas, y esta­mos hablan­do del año 2019–2020, pero por lo ante­rior­men­te comen­ta­do se tuvo que apla­zar todo.

Quie­ro aña­dir, que cuan­do supe de la inten­ción de rea­li­zar la expo­si­ción lo pri­me­ro que hice fue pen­sar en los posi­bles cura­tor y sin duda mi pri­me­ra opción fue mi que­ri­do ami­go Román de la Calle, fue pre­si­den­te de la Aca­de­mia y para mí siem­pre ha sido una per­so­na muy impor­tan­te en el sen­ti­do con­cep­tual por sus gran­des estu­dios sobre la esté­ti­ca en la uni­ver­si­dad.

¿Qué pode­mos encon­trar­nos en tu expo­si­ción?

Efec­ti­va­men­te como tuvi­mos bas­tan­te tiem­po para pre­pa­rar la expo­si­ción pude dar­le for­ma como tenía pen­sa­da. La expo­si­ción que­ría que inclu­ye­ra des­de lo últi­mo expues­to en Valen­cia has­ta las obras más recien­tes

Yo en mis series soy muy exten­so y que­ría que fue­se una sín­te­sis, por lo que tuve que rea­li­zar una pre­se­lec­ción de cada serie. Me faci­li­ta­ron los pla­nos del Museo para poder dar­le for­ma des­de mi estu­dio y así tener­lo todo pre­vis­to, esto jun­to a Mar Bel­trán —comi­sa­ria de la expo­si­ción— dimos for­ma a 6 salas dife­ren­cia­das por blo­ques temá­ti­cos. Favo­re­cien­do esto a que los cua­dros pudie­sen res­pi­rar, que las series fue­sen muy lec­ti­vas y muy orto­do­xas, for­mar e infor­mar.

El títu­lo de la expo­si­ción Javier Cal­vo 2014–2022 ya deno­ta que solo que­rías cen­trar­te en tus últi­mas series.

Exac­to, deci­dí que debía ser el cua­dro que comen­té ante­rior­men­te del 2014 que esta­ba expues­to en el Ayun­ta­mien­to hacia delan­te, que­ría mos­trar una selec­ción de las dife­ren­tes series que no habían vis­to la luz.

¿Cada sala de la expo­si­ción corres­pon­de a años dife­ren­tes?

Más que años corres­pon­de a blo­ques temá­ti­cos. Deci­dí que la pri­me­ra sala que coin­ci­de con la entra­da debía lla­mar la aten­ción, colo­qué 2 cua­dros muy gran­des que for­man casi un díp­ti­co de la épo­ca post­pan­de­mia, don­de se nota el arte libe­ra­to­rio.

En otra sala mag­ni­fi­ca­mos el for­ma­to peque­ño, las obras en blan­cos y negros, las series Atzu­cats, o los jue­gos geo­mé­tri­cos de las series como ceno­tes y rayos abis­ma­les, todo mez­cla­do con las sacu­di­das visua­les que apor­tan cua­dros como La puer­ta del cie­lo y del infierno, nadie pue­de que­dar indi­fe­ren­te.   

Ha lla­ma­do mucho la aten­ción tu últi­ma serie Vela Lati­na.

Tras la eta­pa pan­dé­mi­ca deci­dí ahon­dar en la figu­ra del trián­gu­lo, la geo­me­tría es fun­da­men­tal en mi tra­yec­to­ria plás­ti­ca, la rec­ta, el espa­cio, la arqui­tec­tu­ra, la papi­ro­fle­xia, la obra abier­ta, todos ele­men­tos con­ti­nuos omni­pre­sen­tes en mi tra­yec­to­ria.

Con Vela Lati­na, refle­xio­ne sobre los jue­gos de trián­gu­los de las velas en la Albu­fe­ra de Valen­cia, esto me ins­pi­ro para rea­li­zar una serie de obras rei­vin­di­ca­ti­vos de las for­mas geo­mé­tri­cas en movi­mien­to, en el tro­zo de tela sobre un plano, como un sar­có­fa­go, me pare­ció mági­co. Tam­bién me gus­tó la idea de ins­pi­rar­me en los vien­tos del medi­te­rrá­neo que mue­ven dichas velas.

Con todo tu baga­je, ¿qué le pides a esta expo­si­ción?

Yo sobre­vi­vo por y para la pin­tu­ra. El arte en gene­ral. Es fun­da­men­tal no abu­rrir­se, y en el cam­po del arte es impo­si­ble. La curio­si­dad artís­ti­ca me sacu­de cons­tan­te­men­te.

¿Qué es para Javier Cal­vo una sor­pre­sa artís­ti­ca?

Una sor­pre­sa artís­ti­ca es un cre­púscu­lo, es ver una vela en el fon­do del hori­zon­te, una ima­gen del espa­cio, y hacer­me pre­gun­tas, la ilu­sión, la sor­pre­sa, la emo­ción del des­cu­bri­mien­to, mori­mos apren­dien­do. Refle­xio­nan­do sobre mi curio­si­dad vital actual­men­te estoy inves­ti­gan­do nue­vas atmós­fe­ras, para que el nue­vo tra­ba­jo me apor­te nue­vos mati­ces.

¿Te han sor­pren­di­do las reac­cio­nes de los espec­ta­do­res a tu expo­si­ción?

Si, ha sido la expo­si­ción que más me ha gra­ti­fi­ca­do. El poder tra­ba­jar­la duran­te tan­to tiem­po me ha per­mi­ti­do dar rien­da suel­ta a mi ima­gi­na­ción, pue­do decir con una gran son­ri­sa que le ha gus­ta­do a todo el que la ha visi­ta­do, ni sobra ni fal­ta.

Las salas han que­da­do pre­cio­sas, la direc­ción del Museo ha sido muy gra­ta, hay que agra­de­cer su impli­ca­ción a Mar­ta López, direc­to­ra del Museo de la Ciu­dad. Me gra­ti­fi­ca como ha sor­pren­di­do mi últi­ma serie Vela Lati­na, aun­que el can­san­cio sea muy gran­de, la emo­ción lo supera con cre­ces.

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